Con mensajes absolutamente contradictorios entre lo que dice Rusia por un lado y la Unión Europea y EE.UU. por el otro, las cadenas de distribución de materias primas se siguen complicando, por lo que ayer todos las commodities subieron en bloque, sobre todo contra el dólar, sin que las advertencias de suba de tasas de la Fed y, ayer también de parte de Kristalina Georgieva desde el G20, le logren hacer ni cosquillas a las verticales subas de precios en casi todos los productos.
Por supuesto, todo esto tiene en el centro del escenario a lo que ocurre con Ucrania. Pero también tienen influencia los procesos electorales que están atravesando diferentes países.
Ayer, por ejemplo, con malas proyecciones para su reelección presidencial frente al candidato favorito Lula Da Silva, el presidente Jair Bolsonaro de Brasil visitó a Vladimir Putin, y luego de almorzar a solas con el líder ruso dijo que la intención de su visita es mejorar la relación comercial de Brasil con Rusia, pero al mismo tiempo remarcó que "somos solidarios con Rusia, con mucho para colaborar en defensa, petróleo, gas y agricultura". Y detrás de esas palabras Putin elogió a Brasil y dijo que es su principal socio comercial en América Latina.
Esta reunión de Bolsonaro con Putin llega después de la ya muy meneada visita de Alberto Fernández a Moscú. Pero también ocurre después de que Emmanuel Macron estuviera en Moscú y regresara a París con una "triunfal" noticia de que no habrá ataque, para conseguir posicionarse mejor para la elección presidencial francesa de abril. Con un detalle: horas después de los dichos de Macron, Putin dijo que habría guerra nuclear si Ucrania se une a la Unión Europea. Y, además, insólitamente, la reunión que tuvieron fue a gran distancia, ya que Macron no quiso que le hicieran un PCR en Moscú por miedo a que le tomaran su ADN, cuando ayer, Putin y Bolsonaro estuvieron juntos, sin ningún tipo de distanciamiento.
Y de alguna manera también está poniéndose en juego la próxima elección de medio término que enfrentará el presidente de EE.UU. Joe Biden, cuya imagen es la peor de un primer mandatario norteamericano desde la Segunda Guerra Mundial. Y nada se pierde para poner piedras en la rueda: Biden dio el sí para que Jerome Powell siga al frente de la Fed, pero los republicanos están dando vueltas en el Capitolio, a pesar de que Powell es un hombre más orientado a ese sector.
Lo concreto, lo que entregaron los números ayer, es que Rusia dice que se está replegando. EE.UU. y la Unión Europea no le creen. Y, detrás de eso, el dólar cayó en bloque frente a las principales monedas y, no solo contra el dólar sino contra todas las divisas mundiales, los precios de los commodities siguen escalando, por incertidumbre, por problemas en los suministros, en la oferta, no solo porque no se sabe qué pasará con Ucrania, sino también porque el Covid todavía continúa generando problemas.
El dólar retrocede
En números bien definidos, en el exterior el dólar bajó en bloque contra todas las monedas: achicó 0,5% contra el real y el mexicano, 0,4% contra la libra y el chileno, 0,3% contra el yen y 0,2% contra el euro. Y mientras ese desgaste ocurría con las divisas, las cotizaciones de las commodities volaron: el petróleo saltó 1,8%, los metales preciosos avanzaron 1,1%, los metales básicos volvieron a empinarse con el aluminio anotando un alza del 1,5%, en Chicago los granos igualmente avanzaron muy fuertes, sobre todo la soja (no tanto en Rosario) y solo las criptomonedas quedaron un poco más encharcadas, con suba menor para el Bitcoin y día pálido en el resto del panel.
El correr de las horas permitirá conocer más datos sobre las movidas que hace cada parte. Se verá si Putin retrocede o no con sus presiones. Y también se conocerá qué pasa con Powell, quien destacó ayer que la suba de tasas no se hará esperar, advirtiendo que será más agresiva que lo ocurrido en 2015. Esa advertencia no sonó a una amenaza muy fuerte, ya que la tasa a 10 años que tuvieron los bonos de EE.UU. en 2015 fue del 2,6% anual, mientras que ayer las tasas largas norteamericanas fueron del 1,9% anual a 5 años, 2,04% a 10 años y 2,4% a 30 años.
O sea, de alguna manera Powell pareció querer advertir que desde marzo se decidirá una suba posiblemente de medio punto en la tasa de interés, pasando del 0% actual hasta el 0,5%). Pero desde el otro lado del mundo, en la reunión del G20 que se está desarrollando en Indonesia la titular del FMI, Kristalina Georgieva le recomendó al mundo subir las tasas de interés de inmediato porque la inflación mundial se está acelerando. Con todo ese gran desbarajuste universal, la Bolsa de Nueva York terminó casi neutra, con movimientos mínimos pero híper selectivos y las bolsas latinoamericanas mejoraron ya que las commodities tienen precios muy altos: San Pablo subió 0,4% y México 0,8%.
En el mercado argentino, como siempre, estamos jugando un partido completamente aparte. El Banco Central está dando alguna señal que parece estar en línea con lo que pide el FMI para el acuerdo, ya que aceleró algo el crawling peg, subiéndolo a una variación mensual del 3%, contra una inflación de casi 4%, por lo que el dólar todavía funciona como ancla. Pero hoy se reunirá el directorio de la autoridad monetaria para definir una nueva suba de otros dos puntos la tasa de interés, tal como hicieron hace algunas semanas.
El acuerdo con el FMI
En cuanto a las negociaciones con el FMI todo viene amañado y con mucho secretismo. Lo último que se está comentando, revisando lo que está escrito en la Constitución, es que el Poder Ejecutivo enviará en los primeros días de marzo la carta de intención con el Fondo (ayer hubo un análisis en el board sobre la marcha de este acercamiento).
Y Martín Guzmán aseguró que no habrá números ocultos. Se presentará un papel global, con anexos que contendrán todos los detalles. Pero el paquete deberá votarse "por sí o por no", sin incluir modificaciones. Sólo podrá haber alguna objeción si se quisiera hacer alguna ampliación de endeudamiento, que en principio no parece figurar en la iniciativa, ya que el Fondo irá haciendo un revolving, enviará dinero y lo irá cobrando casi al mismo tiempo, en una suerte de asientos contables.
Este tipo de estrategia está distanciando aún más las posiciones dentro del Frente de Todos, por lo que hubo diferentes mensajes originados fundamentalmente en el Senado. Desde el Instituto Patria se deslizó que el acuerdo en danza no permitirá que Argentina supere la tercera auditoría en septiembre.
La gran cuestión es que con todos estos movimientos el dólar blue se mantuvo inmóvil, pero los dólares financieros volvieron a bajar, ya que esta semana vence el impuesto a los bienes personales y muchos inversores y empresas se vieron obligados a vender dólares para cumplir con la AFIP a tiempo. El blue siguió clavado en $215, el BCRA logró otro día con suba de reservas (sumó US$ 25 millones), y los dólares MEP, CCL y Senebi tuvieron bajas de entre $1 y $2, colocándose todos por debajo del precio del blue.
¿Es transitoria esta tranquilidad cambiaria? Algunos analistas dicen que ni bien termine el pago de bienes personales habrá un rebote, y entienden que en la competencia del año, el dólar mayorista es el que más terminará subiendo, superando a una inflación que estará arriba del 55% y los salarios quedarán algo por detrás.
Como corolario de todas estas idas y vueltas, con movilizaciones sociales que recorrieron autopistas y todo el macrocentro porteño, generando un caos de tránsito, los valores de los títulos argentinos mostraron un buen día. Los bonos subieron otro 0,5%, por lo que el riesgo país bajó otras 26 unidades hasta 1.742 puntos básicos. Y la Bolsa de Buenos Aires tuvo subas y más volumen: con $1.258 millones operados en acciones y $4.201 millones en Cedears, el índice Merval subió 2,9%. Y los ADR argentinos en Nueva York subieron en bloque, hasta 7%, con TGS, Francés e YPF como las más beneficiadas, mientras que hubo una baja del 4% para Mercado Libre y un llamativo hundimiento del 9,3% para Ternium.
