Las fuertes lluvias continúan azotando el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, y ya han ocasionado la muerte de 37 personas.
Sin embargo, teniendo en cuenta que más de 70 personas siguen desaparecidas, se espera que la cifra de muertos siga en ascenso.
Hasta hora, al menos 23.000 personas han sido desplazadas en el estado fronterizo con Uruguay y Argentina, que tiene casi la mitad de sus 497 ciudades afectadas.
"No es una situación crítica más; es probablemente el caso más crítico que haya registrado el estado", dijo el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite.
Y a la actual crisis social se suma que las lluvias están afectando las perspectivas para la cosecha de soja en ese estado, que iba en camino de convertirse en el segundo mayor productor de Brasil detrás del estado de Mato Grosso.
El impacto de las lluvias podría provocar una caída de la producción de hasta el 15 % en el estado: antes de las tormentas, se estimaba que la producción de soja sería de unos 22 millones de toneladas métricas, mientras que ahora el número se redujo hasta entre 19 y 20 millones.
En este sentido, las posibles pérdidas impulsaron los futuros de la soja en Chicago, ya que podrían reducir la producción general en Brasil, el mayor productor y exportador de soja del mundo.
El pronóstico de producción de soja de abril para Brasil en el ciclo 2023/24 es de 146,5 millones de toneladas, un 5,2 % menos que en la temporada anterior, debido a una sequía en el estado de Mato Grosso.
