Panorama
Sin volumen, solo unos pocos inversores especializados siguen jugando fuerte a favor de la 'experiencia Milei' y, en línea con eso, la Bolsa argentina se despega de los demás recintos bursátiles del mundo, al tiempo que con un dólar global a la baja, en el mercado local el dólar sube en dos días lo que paga la nueva tasa en un mes, en tanto que los bonos siguen completamente planchados, con el riesgo país a la suba, ya que los salarios son paupérrimos.
Para encontrar respuesta de cuál puede ser el horizonte del ultra volátil mercado argentino, los analistas tuvieron los ojos muy concentrados en lo que ocurrió con las reservas. Y esa primera pregunta fue positiva ya que, con el dólar exportador anclado en $ 961,57, el BCRA compró US$ 144 M en el mercado, y al final del día la autoridad monetaria logró sumar reservas por US$ 185 M.
Pero lo que más se consultaba estaba ligado con cuál fue el origen de esas reservas, ya que desde los centros agropecuarios indican que en abril llovió 66% por encima de lo normal, por lo que los caminos rurales están completamente embarrados, los camiones con granos o vacas no pueden salir de los campos, y las divisas que están arribando a Reconquista 266 están más ligadas a la exportación de energía y no tanto a productos agropecuarios, que a la larga entrarán.
Mientras tanto, los ahorristas e inversores sin tanto conocimiento técnico reaccionaron frente a la rápida decisión de bajar tan rápido la tasa de interés. En este momento se está pagando 3,3% mensual por los plazos fijos tradicionales y 3% por los fondos money market (ya que se les subió el encaje) y, al medir el riesgo-beneficio, muchos de los que tenían pesos en plazos fijos decidieron pasarse al dólar MEP, que en apenas dos días de mayo ya rinde exactamente lo que paga la tasa de interés.
En suma, seguramente siguiendo los lineamientos estructurales del pensamiento de Milei, el equipo económico sigue jugando sus cartas a bajar rápidamente la inflación y a restablecer el crédito, posiblemente sin tener en cuenta que tradicionalmente el nivel de actividad de la Argentina nunca estuvo ligado al financiamiento (ya que desde los '80 el sistema financiero es mínimo). Lo que mueve a nivel local la actividad es el consumo y acaban de oficializar un nuevo salario mínimo de apenas $ 234.000, lo cual significa un cuarto de la canasta de pobreza, dejando a jubilados y trabajadores en negro abajo del cordón de la vereda.
Mientras Argentina se debate es ese elemento crucial, el tema del nivel de trabajo también es crucial en otros mercados. Y en ese sentido de manera notoria se vio eso mismo nada menos que en Estados Unidos, donde luego de crear 315.000 empleos en marzo, en abril se crearon apenas 175.000 puestos. Eso supone que la tasa alta de la Fed está deteniendo el crecimiento económico (no la inflación), lo cual coloca a Jerome Powell en un intríngulis muy difícil de resolver, cuando faltan apenas seis meses para la presidencial norteamericana.
Como fuere, dieron un paso atrás para las tasas largas de norteamericanas: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,5% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,7% a 30 años. Y con ese retroceso en el exterior el dolar no cambió en China pero bajó 0,1% contra la libra, 0,2% en México, 0,3% en Japón, 0,4% contra el euro, 0,8% en Brasil y cayó 1,3% en Chile (una muestra de que la cumbre del súper dólar es cada vez menos sólida).
En el mercado cambiario local, con una tasa de interés que es casi un tercio que la inflación esperada, los precios de los dólares libres estuvieron en general sostenidos, es decir, a contramano del mundo. El dólar blue no se movió y siguió a $1.040, el dólar Senebi subió $1,29 hasta $1.122,47, el dólar MEP saltó $7,26 hasta $1072,64 y el contado con liquidación subió 30 centavos hasta $1.122,47. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 13% y la brecha entre el ccl y el mayorista fue del 28%.
Lo que inversores un poco más sofisticados más se preguntan es cuánto durará el superávit financiero de Milei-Caputo. Hay muchas dudas al respecto, por lo que el gran rally de títulos públicos argentinos ha desaparecido. Con pocos negocios, los bonos argentinos casi no se movieron, por lo que el riesgo país subió 9 unidades hasta 1.245 puntos básicos.
A nivel papeles privados, paradójicamente, como si se tiraran un tiro en el pie, mientras la economía norteamericana se frena sin que la inflación más baja sea lograda, los osos especulativos siguen de festejo y la Bolsa de Nueva York continuó en alza: el enemigo es la tasa de la Fed, y como un bajo crecimiento de empleo pronostica que al menos no habrá subas en los intereses, el Dow mejoró 1,2%, el S&P avanzó 1,3% y el Nasdaq trepó 2%. En tanto que a nivel latinoamericano la Bolsa de San Pablo subió 1,1% y la bolsa de México avanzó 0,8%.
Pero de manera absolutamente llamativa, con un monto operado de negocios que es una lágrima, el precio de las acciones argentinas sigue volando. La bolsa de Buenos Aires saltó 6% y las ADR argentinas que operan en NY tuvieron una suba en bloque del 2 al 9,5% para Francés, Mercado Libre, Telecom, Galicia, Macro, Edenor, Supervielle, YPF, Pampa E, Central Puerto, TGS, IRSA, Cresud, Loma Negra y Bioceres, sin bajas para destacar.
Por último, a nivel materias primas se anotó un cuadro de precios radicalmente diferente al de las últimas jornadas. Hubo una baja del 1,3% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron débiles. Los metales básicos retomaron su avance. Los granos tuvieron un firme avance en trigo y soja, no en maíz, tanto en Chicago como en Rosario. Y lo que dio tranquilidad a los criptoadictos fue un ostensible rebote del 4,5% para el Bitcoin, con repuntes similares para el resto de las criptomonedas.
