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Gran calma en el mercado local

Argentina tiene granos en el cielo y a Alberto terrenal

Mientras Guzmán lanzó una ayuda para los que menos tienen y el país tuvo un tremendo viento de cola internacional

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron un refuerzo de ingresos para los trabajadores informales.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciaron un refuerzo de ingresos para los trabajadores informales. Presidencia.
Luis Varela 19 abril de 2022

Luego de varios días con duros enfrentamientos internos en el Frente de Todos, el ministro Martín Guzmán -acribillado de presiones desde todos lados- lanzó el “Plan Chapadmalal”, con una ayuda económica para los sectores de pocos recursos, que será sostenida con un impuesto a la renta inesperada de un centenar de empresas que tienen las facturaciones más altas del mercado local.

Para algunos observadores el nuevo bono de Guzmán -que será de $18.000 para trabajadores informales y monotributistas y de $12.000 para los jubilados que cobren hasta dos haberes mínimos- sonó como prudente desde lo fiscal y con gusto a poco para lo que requiere la población con bajísimos recursos, ya que ese dinero alcanza para realizar una compra de supermercado y una parte será entregada en dos cuotas, que se entregarán en mayo y junio.

Pedido a los gremios

Este anuncio llegó con un pedido a los gremios para que aplaquen la aceleración de paritarias, sin que tomen en cuenta proyecciones con la inflación de marzo, ya que según Guzmán en abril será bastante menor (bajaría de 6,7% a 5,2%) y luego retrocedería algo más en junio. Lo hizo para que la aceleración inflacionaria que se vio hasta ahora, no termine convirtiéndose en una carrera de precios y salarios, que coloque al país en una indexación automática. 

Mientras Guzmán hacía estos anuncios, se preparaba para viajar a Washington, a la reunión de primavera del FMI, a la que en general asisten ministros de Economía y presidentes de bancos centrales de todas partes, aunque en esta oportunidad, por la pandemia -que está cediendo- muchos asistirán al evento de manera virtual. Guzmán, en cambio, irá en persona con un objetivo principal: tener una reunión con la titular del FMI Kristalina Georgieva, para ver si logra atenuar un poco las exigencias de la primera auditoría del Fondo que caerá en Argentina dentro de seis semanas.

Estos delicados equilibrios que intenta hacer el ministro de Economía, con todo el kirchnerismo decidido a que deje el cargo, surgió ayer con mercados que fueron un gigantesco viento de cola para Argentina, ya que casi todos los valores financieros mundiales se mantuvieron bastante estables, como lateralizando, pero los granos volaron, no solo en la Bolsa de Chicago, sino especialmente en la Bolsa de Rosario, sostenidos por la guerra en Ucrania, por sequías en el norte y en el sur y por problemas de transporte y logística a nivel local.

La gran cuestión es que mientras Guzmán hacía los anuncios, con un Alberto Fernández a su lado al que se lo vio apagado, terrenal, como con menos fuerza, los granos subieron al cielo, especialmente el trigo y el maíz. En Chicago hubo un salto del 2,9% para el maíz, un aumento del 2,2% para el trigo y una mejora del 1,9% para la soja. Mientras que en Rosario el trigo tuvo un insólito salto del 5,1%, con suba del 4,6% para el maíz, del 2,3% para la soja y del 2,1% para el sorgo.

Para entender estos valores que están tomando los granos, principal producto de exportación de la Argentina, debe entenderse que la tonelada de trigo que se comercializa en Rosario alcanzó el mayor valor de toda su historia con insólitos US$ 330 por tonelada, cuando el promedio que ha tenido hasta ahora en todo el Siglo XXI es de US$ 160, por lo que más que duplica su valor.

El motivo de este gran empuje no solo del trigo sino del resto de los granos (la soja cerró ayer en Chicago a US$ 630 dólares, es decir a apenas un dólar de su máximo de los últimos diez años. Y con estos valores, y con el campo entrando en el principal momento de la liquidación de la cosecha gruesa, el Banco Central logró sumar algunas reservas, ciertamente pocas, pero por lo menos no perdió fondos.

Los ojos del Fondo

En el programa firmado hace apenas tres semanas con el FMI, uno de los principales objetivos era que el Banco Central junte reservas, para que pueda ir repagando la deuda con el Fondo y que detrás de eso los mercados voluntarios de deuda se vayan convenciendo de que la Argentina es un país potable para volver a los mercados normales. Sin embargo, ayer mismo se realizó una reunión de fondos de inversión en Nueva York con representantes de 12 países latinoamericanos, y Argentina no estuvo ni invitada, ya que no hay ningún interés en comprar activos de un defaulteador serial.

Más allá de esa foto presente, con los granos en el cielo y Alberto en la tierra, el BCRA pudo sumar ayer reservas por US$ 16 millones, por lo que desde que el Fondo hizo su préstamo para no entrar en default hace tres semanas la autoridad monetaria pierde US$ 3 millones, y en lo que va de este año, descontando el dinero temporal que prestó el FMI (que será auditado trimestralmente hasta septiembre de 2024), Reconquista 266 lleva perdidos nada menos que US$ 2.490 millones desde diciembre a esta parte.

Frente a esta situación, con Guzmán para intentar convencer a Georgieva, el ex representante argentino en el FMI, Claudio Loser dijo que "la reunión de Primavera del fondo es una ocasión para hablar con el FMI pero no es para reformar las condiciones técnicas del acuerdo. Lo que sí calculo es que Guzmán sufrirá bastante asedio de la prensa, porque lo buscarán con preguntas para que responda por qué Argentina se ha convertido en un caso terrible".

Mercado local en calma

Mientras el equilibrismo de Guzmán sigue avanzando encima de una delgada línea, el mercado argentino mostró una gran calma, con los tipos de cambio oficiales avanzando a mayor velocidad, con los dólares financieros retrocediendo y con el dólar blue inalterado. El dólar mayorista avanzó 66 centavos contra el miércoles pasado y como el contado con liquidación y el mep bajaron, las brechas cambiarias cedieron al nivel más bajo en 10 meses (el blue terminó a $195, con el MEP y el CCL en la zona de los $189).

En el exterior el mercado cambiario mostró otra realidad. El dólar subió 0,4% contra el yen y la libra, 0,3% contra el euro y 0,2% en Chile, pero bajó 0,6% en México y 0,9% en Brasil. 

Aunque la efervescencia por comprar bonos norteamericanos se apagó un poco, con leve baja para los precios contado y consecuentes subas en sus tasas a vencimiento: hasta 2,8% anual a 5 años, 2,9% a 10 años y 2,9% a 30 años. Y habrá que ver qué valores toman cuando la Fed haga efectivo el retiro de US$ 95.000 millones al mes, y cuando concrete (si es que lo hace) la suba hasta el 3% anual en la tasa corta, para terminar con la inflación de cuajo, y proteger el valor de su moneda.

Frente a eso, la Bolsa de Nueva York actuó expectante, incierta, con balances trimestrales entrando con números nada destacados, con los índices principales muy cerca de cero, bajas mínimas, y con la nota del día generando una gran sonrisa en Elon Musk ya que Twitter fue la estrella de la jornada, con una suba de casi 8% y con Zoom entre las más perjudicadas del día.

A nivel de títulos argentinos, los bonos se movieron bastante poco, por lo que el riesgo país finalizó casi sin cambios en 1691 puntos básicos. Y la Bolsa de Buenos Aires logró subir con $994 millones operados en acciones y $1.878 millones en Cedears, títulos que por cierto tuvieron un día con bajas consistentes debido a la debilidad del CCL y al clima apagado en Nueva York. Los ADR argentinos, en tanto, tuvieron un resultado mixto, con otra muy buena rueda para Cresud y con una baja sensible para Bioceres.

Detrás de todo esto, los movimientos sociales están preparando una gran marcha nacional pidiendo más planes y más aumentos. Por lo que la incertidumbre sigue en el ambiente. Igual situación que sobresale en los commodities, que por la intensificada invasión rusa al sureste ucraniano deja muchas dudas. Así, ayer el petróleo terminó con una leve suba, los metales preciosos siguen sostenidos y las criptomonedas, que testearon un piso, pudieron recuperar al final, porque el clima global es incierto, entre la estanflación o directamente la recesión, con el yen y el euro muy afectados y el real convertido en la moneda que reina este año.

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