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Historia de la Copa América: 2011 hasta 2016

Un recorrido histórico por las ediciones del torneo continental de selecciones más antiguo del mundo.

La Copa América es organizada desde 1916 por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF)
La Copa América es organizada desde 1916 por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) .
Leandro Ezequiel Gómez 14 junio de 2024

Con el inicio de la nueva década volvía a empezar el ciclo de rotación de sedes en los diez países miembros de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF=Conmebol). El ciclo iniciado en Argentina en 1987 se había completado en Venezuela 2007, y ahora la Copa América seguía disputándose cada cuatro años, con lo que el país de la Albiceleste recibió al torneo en 8 ciudades y estadios, del 1° al 24 de julio de 2011.

Los dos invitados de la 43° edición del Sudamericano  fueron Japón y México pero en mayo, la asociación japonesa decidió retirarse. El reemplazante fue Costa Rica, pero la federación de ese país integró un plantel Sub-22 para competir en un torneo de selecciones absolutas.

La Selección Uruguaya volvería a coronarse en el continente, luego de 16 años, con lo que revalidó todo lo bueno que había realizado un año antes en el Mundial de Sudáfrica, cuando obtuvo el cuarto puesto.

En la Copa América, La Celeste se ubicó segunda en el grupo B, detrás de Chile y por delante de Perú, que pasó como tercero y de México, que por primera vez quedó último en una zona desde 1993. Los Charrúas empataron en 1 con Perú y Chile, y superaron por la mínima a México. Álvaro Pereira, Palito, convirtió dos de los tres goles.

En cuartos de final Uruguay enfrentó a la local Argentina. Diego Pérez abrió el marcador para La Celeste, y ese gran delantero que fue Gonzalo Higuaín igualó en el minuto 17. El partido terminó con esos goles, y en los penales los uruguayos no fallaron, mientras que Fernando Muslera , siempre importante en su selección, le atajó el disparo a Carlos Tevez, decisivo para la victoria final uruguaya por 5 a 4.

En semifinales, en el estadio Ciudad de La Plata, llegaron los goles de Luis Suárez: le anotó los del 2 a 0 a Perú, y aseguró el pase a la final, que fue el único partido que se jugó en el estadio Monumental de River Plate

El partido definitorio fue ante Paraguay, que llegó a la final sin haber ganado partidos: empató los tres de su grupo (en 0 con Ecuador, en 2 con Brasil y en 3 con Venezuela): clasificó como tercero, detrás de la Canarinha y de la Vinotinto. En la segunda fase la Albirroja empató sin goles con Brasil (se enfrentaron dos veces en ocho días), y en los penales los shoteadores de la Verdeamarela erraron los cuatro tiros que patearon. Paraguay prevaleció con un escueto 2 a 0 desde los 11 metros.

Oscar Washington Tabárez
Oscar Washington Tabárez (Montevideo, 1947). El Maestro. Aquí, en la Copa América 2011 en Argentina, torneo que su equipo ganó. Fue un defensor central que jugó cinco clubes en su país. Luego dirigió al Sub-20 Celeste, a Peñarol en 1987, cuando ganó la Copa Libertadores, a Boca Juniors (fue campeón en Argentina), Cagliari y Milan, entre otros clubes. Fue director técnico de la Selección Uruguaya en más de 220 partidos (para tener una idea, corresponde compararlo con César Menotti y Carlos Bilardo: ninguno de los dos próceres argentinos dirigió más de ochenta partidos a La Albiceleste). Fue el técnico uruguayo en los Mundiales de 1990, 2010 (obtuvo el cuarto puesto), 2014 y 2018. Foto: clarín.com

En la semifinal Paraguay volvió a cerrar su arco para asegurar el cero ante Venezuela, que realizó en esta Copa su mejor actuación. En los penales, ganó la Albirroja otra vez 5 a 4. Así, Paraguay fue el equipo que más avanzó en casi 100 años de historia en el Sudamericano sin haber ganado un solo partido. Le quedaba la final para empatar y vencer por penales y ser la primera selección en la historia del fútbol en ganar un torneo oficial si haberse impuesto en ningún juego

Pero el partido definitorio lo tuvo ante Uruguay, y la histórica Celeste no le dio chances. Luis Suárez logró abrir el arco paraguayo cuando marcó a los 11 minutos. El gran Diego Forlán amplió a los 41 y aseguró la Copa en el minuto 89, ante 58 mil uruguayos que coparon el Monumental.

Esa victoria le dio a La Celeste su 15° título Sudamericano, con el que volvió a proclamarse como máxima vencedora de la competición, al quedar Argentina con 14 títulos.

En la final, el director técnico uruguayo Oscar Washinton Tabárez dispuso a Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Sebastián Coates, Martín Cáceres (luego Diego Godín); Álvaro González, Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez (Sebastián Eguren), Álvaro Pereira (Edinson Cavani); Diego Forlán y Luis Suárez.

Tabárez, también maestro de escuela primaria, había dirigido a La Celeste en los Mundiales de 1990 y 2010 -lo haría también en 2014 y 2018-. En 1987 había llevado a Peñarol a ganar su quinta Copa Libertadores. En 1992 fue campeón en Argentina con Boca Juniors, y luego dirigió a Cagliari y a Milan, entre otros clubes. Hasta 2021, cuando fue despedido del cargo, dirigió 225 partidos de su Selección

El goleador del certamen fue el delantero peruano Paolo Guerrero, que anotó 5 tantos. Lo siguió Luis Suárez, con 4, pero El Pistolero fue elegido como la figura del torneo. Así como Lio Messi había sido distinguido como el mejor jugador joven en Venezuela 2007, esta vez el premio le tocó al uruguayo Sebastián Coates.

El capitán de la Selección Uruguaya de fútbol, Diego Lugano, levanta la Copa América 2015
Estadio Monumental de River Plate, Buenos Aires, domingo 24 de julio de 2015. El capitán de la Selección Uruguaya de fútbol, Diego Lugano, levanta la Copa América, con el estallido de sus compañeros. Luis Suárez tiene el premio al mejor jugador del torneo y Sebastián Coates, la distinción al "mejor jugador joven". Era la 15° ocasión en que La Celeste ganaba el Sudamericano de Selecciones, y volvía a liderar la cuenta, con un título de ventaja sobre Argentina. Brasil seguía tercero, con 8 títulos. Foto: El Gráfico

El entrenador de Paraguay fue el argentino Gerardo Martino, que sería protagonista con la selección Albiceleste en las dos copas América siguientes, la de 2015 y la del Centenario, en 2016.

En la Copa 2011 que organizó Argentina, la Selección no cumplió las expectativas. En el partido inaugural, en el Ciudad de La Plata, la Albiceleste empató con Bolivia 1 a 1 (gol de Kun Agüero). Luego volvió a empatar, esta vez en cero, con Colombia, en Santa Fe. 

En el tercer partido del grupo enfrentó a la versión Sub-22 de Costa Rica. En ese encuentro el equipo pudo desnivelar, con dos goles de Agüero y uno de Fideo Di María. Colombia ganó el grupo y quedaron eliminados Costa Rica y Bolivia. El segundo lugar hizo que Argentina debiera enfrentar a Uruguay en cuartos de final -Colombia enfrentó a Perú-.

El director técnico de Argentina era Sergio Daniel Batista, El Checho, ex mediocampista de Argentinos Juniors, con el que fue campeón en Argentina dos veces, y también campeón de la Copa Libertadores 1985, gran antecedente antes de ser campeón del Mundo en el Azteca.

Batista no tenía pergaminos como entrenador, pero trabajaba en el cuerpo de selecciones de la AFA, y en 2008 había dirigido al equipo que ganó la medalla dorada en los Juegos de la Olimpíada de Beijing. El técnico de la Selección Mayor y designado para esa competencia, Alfio Basile, prefirió no viajar a China: la AFA convocó a Batista, que asumió el desafío. Tenía la vara alta: el Sub-23 defendía la medalla de Oro ganada en Atenas 2004. Con Batista, Argentina volvió a ganar la máxima presea, con un gol de Ángel Di María -por entonces ascendente mediocampista ofensivo de Rosario Central; hoy ídolo de millones de argentinos-.

Basile presentó la renuncia a la Mayor dos meses después, y la AFA nombró en su reemplazo a Diego Maradona, que tuvo la oportunidad de dirigir a una de las más notables generaciones de futbolistas. Pero D10S no logró torcer el rumbo sin títulos de la Selección en el Mundial 2010. 

Julio Grondona le ofreció a Diego, pese al traspié con Alemania en el 0 a 4 de Ciudad del Cabo, la continuidad en el cargo, pero también le habría solicitado cambios en su cuerpo técnico, lo que Maradona no aceptó, para luego presentar su renuncia.

Tras su salida, la AFA designó de manera interina como entrenador de la Mayor a Batista, que tras algunos partidos fue confirmado en el cargo. Así llegó a dirigir en la Copa América.

El Checho, uno de los grandes mediocampistas centrales de la historia del fútbol argentino, convocó a los arqueros Mariano Andújar, Juan Pablo Carrizo, Sergio Romero (siempre titular); a los defensores Nicolás Burdisso, Ezequiel Garay, Gabriel Milito, Nicolás Pareja, Marcos Rojo, Pablo Zabaleta y Javier Zanetti; a los mediocampistas Ever Banega, Lucas Biglia, Esteban Cambiasso, Ángel Di María, Fernando Gago, Javier Mascherano, Javier Pastore y a los atacantes Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, Ezequiel Lavezzi, Lionel Messi, Diego Milito y Carlos Tevez.

De ellos, 11 habían jugado el Mundial 2010 con Diego (los resaltados en negrita).  Sólo Juan P. Carrizo jugaba en Argentina: cuatro lo hacían en Real Madrid y tres en Barcelona y en Inter de Milan, entre otros clubes europeos. La calidad el plantel estaba (y está) fuera de toda discusión.

En el partido ante los uruguayos, el 16 de julio, Batista alineó a Romero; Zanetti, Burdisso, Milito, Zabaleta; Gago (ingresó Biglia), Mascherano, Di María (Pastore); Messi, Higuaín y Agüero. La Celeste, con algunos de sus históricos y fundamentales jugadores -como Muslera, Lugano, Suárez y Forlán- dejó atónitos a los 45 mil espectadores en el estadio de Colon de Santa Fe.

La derrota y la eliminación marcó el fin del ciclo del Checho, que tenía contrato hasta 2013. El ex mediocampista manifestó su voluntad de seguir en el cargo, pero la AFA dispuso su salida y reemplazo por Alejandro Sabella, que con Estudiantes de La Plata había ganado la Copa Libertadores de América en 2009 y el torneo Apertura en 2010. En aquel 2009, su equipo estuvo a menos de dos minutos de superar en la final del Mundial de Clubes al que para muchos fue (y seguiría siendo) el mejor equipo en la historia del fútbol, el Barcelona de Messi, Iniesta, Xavi y compañía, comandados por Pep Guardiola.

En 2015, la Copa América volvía a disputarse en Chile. La sede le correspondía a Brasil, pero en ese país se había realizado la Copa Confederaciones 2013, el Mundial 2014 y en 2016 se realizarían en Río de Janeiro los Juegos de la Olimpíada, pero el torneo de fútbol se disputaría también en Belo Horizonte, São Paulo y otras ciudades, por lo que después de algunas idas y vueltas, la confederación brasileña acordó en 2012 rotar la sede del torneo sudamericano con Chile, que debía albergarlo en 2019. El torneo se jugó del 11 de junio al 4 de julio de 2015. Las selecciones invitadas fueron Jamaica y una vez más, México.

Chile tenía la posibilidad de ganar por primera vez el torneo que cumplía 99 años de existencia. La Roja podía usufructuar a una muy buena camada de futbolistas, que por ejemplo, habían sido subcampeones en el torneo "Esperanzas de Toulon" en 2008... y campeones de ese mismo certamen en 2009. El director técnico de La Roja era el argentino Jorge Sampaoli, que como futbolista había jugado la Liga de Casilda, en la provincia de Santa Fe, sólo en equipos amateurs.

Como entrenador, Sampaoli había dirigido a algunos clubes en Perú, y en Chile a O'Higgins y a Universidad, con el que ganó dos torneos Apertura y un Clausura, más la Copa Sudamericana 2011. Al año siguiente llegó a las semifinales de la Copa Libertadores y fue designado al frente de la selección Roja. En el Mundial 2014, su equipo hizo sufrir hasta los penales a los locales brasileños en los octavos de final.

Chile ganó el grupo A con 7 puntos (superó 2 a 0 a Ecuador, empató en 3 con México y goleó 5 a 0 Bolivia, que fue el otro clasificado del grupo). En cuartos, los locales vencieron 1 a 0 a Uruguay con gol de Isla, para ganarle luego a Perú 2 a 1 (dos goles de Vargas) y pasar a la final.

El rival de la definición lo conoció un día después: sería Argentina, vigente subcampeona del mundo, que participaba del Sudamericano con todas sus figuras.

Para el que sería el partido más importante en la historia de la Selección de Chile, el argentino Sampaoli dispuso a Claudio Bravo; Mauricio Isla, Francisco Silva, Gary Medel, Jean Beausejour; Arturo Vidal, Marcelo Díaz, Jorge Valdivia (ingresó Matías Fernández), Charles Aránguiz; Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (Ángelo Henríquez).

En la definición por penales tras el 0 a 0 en los 120 minutos, en el estadio Nacional de Santiago y ante 45 mil hinchas, La Roja convirtió los 4 disparos que ejecutó, mientras que por Argentina sólo anotó Lio Messi, el primer tiro, y luego fallaron dos pateadores: el último tiro fue atajado por Claudio Bravo (capitán de su selección, compañero de Lio en Barcelona) y luego Alexis Sánchez (jugaba en el Arsenal inglés, tras haber sido también compañero de Messi en el Barsa) ejecutó el disparo con el que Chile ganó su primer título oficial de mayores.

Claudio Bravo
Claudio Andrés Bravo (Buin, 1983), capitán y figura fundamental de la Selección de Chile en los dos primeros títulos que La Roja ganó en su historia: la Copa América 2015 -como local- y la Copa del Centenario, en Estados Unidos 2016. Jugó en Colo-Colo, Real Sociedad, Barcelona, Manchester City y en la actualidad en lo hace en Real Betis. Arquero de jerarquía internacional. Foto: andina.pe

Eduardo Vargas y otra vez el peruano Paolo Guerrero fueron los goleadores, con 4 anotaciones cada uno. Lio fue elegido como el mejor jugador, pero el premio no fue entregado de manera oficial. El colombiano Jeison Murillo fue nombrado como el mejor jugador joven.

El técnico de Argentina era, después del Mundial de Brasil un año antes, y tras la muerte de Julio Humberto Grondona, mandamás eterno de la AFA y hombre fuerte de la FIFA, Gerardo Martino, El Tata, que además de entrenador de Paraguay fue un mediocampista de muy buen pie que jugó casi toda su carrera en Newell`s Old Boys en la década de 1980, cuando se convirtió en ídolo de Jorge Messi, y por extensión de su hijo, Lionel Andrés. El Tata venía de dirigir a Lio en Barcelona en la temporada 2013/14, y asumió en La Albiceleste después de la salida voluntaria de Alejandro Sabella, el técnico subcampeón del Mundo.

La lista de buena fe de Martino estuvo integrada por Nahuel Guzmán, Agustín Marchesín y Sergio Romero (siempre titular) como arqueros; Milton Casco, Martín Demichelis, Ezequiel Garay, Nicolás Otamendi Marcos Rojo, Facundo Roncaglia y Pablo Zabaleta (defensores); Ever Banega, Lucas Biglia, Fernando Gago, Erik Lamela, Javier Mascherano, Javier Pastore y Roberto Pereyra (mediocampistas) y Sergio Agüero, Ángel Di María, Gonzalo Higuaín, Ezequiel Lavezzi, Lionel Messi y Carlos Tevez (delanteros). Originalmente, el tercer arquero sería Mariano Andújar, pero se lesionó y fue convocado Marchesín.

De los 23 jugadores que lograron el subcampeonato del Mundo en Brasil, el Tata convocó a 14 (los resaltados en negrita): fueron casi los mismos delanteros, salvo Carlitos Tevez, convocado para este torneo.

La Albiceleste jugó el primer partido con Paraguay, y se puso en ventaja con goles del Kun Agüero y de Lio, de penal. Pero los guaraníes llegaron al empate. El Kun le anotó el único gol del partido a Uruguay, y en la última fecha fue Pipita Higuaín el que marcó el tanto del partido ante Jamaica. Los siete puntos alcanzaron para ganar el grupo.

En cuartos de final el choque fue con Colombia, dirigida por Néstor José Pekerman, y el cero a cero llevó a la definición por penales en Viña del Mar. Tras 12 tiros (dos malogrados por cada bando), falló Jeison Murillo y convirtió Tevez. En la semifinal enfrentó a Paraguay, pero el partido fue muy distinto al jugado hacía 17 días: el equipo de Martino funcionó como casi no lo había hecho en su ciclo, y se impuso por 6 a 1 (dos goles de Di María, más los de Rojo, Pastore, Agüero e Higuaín). 

Para la final con los locales, Martino alistó a Romero; Zabaleta, Demichelis, Otamendi, Rojo; Biglia, Mascherano, Pastore (ingresó Banega); Messi, Agüero (Higuaín) y Di María (Lavezzi). Chile fue algo más que Argentina en los 120 minutos, pero sobre el final la Albiceleste pudo haber ganado el título, cuando un pase de Lavezzi a Higuaín fue muy adelantado, el Pipa conectó con lo justo y la pelota se perdió en la línea de fondo. Habría penales, y Chile no daría otra oportunidad.

La Copa 2015 era historia. Antes, la Conmebol había mirado al futuro, y en mayo de 2014 anunció que para celebrar el centenario del Sudamericnao, que se cumpliría en 2016, decidió hacer un torneo "extraordinario": sería la Copa América del Centenario. La confederación acordó con su similar de América del Norte, Central y el Caribe (CoNCACaF) y designaron como sede a Estados Unidos.

La organización determinó los participantes serían 16 y no 12 (como venían siendo desde 1993): además de los 10 equipos de la Confederación Sudamericana y Estados Unidos, fueron invitados Costa Rica, Haití, Jamaica, México y Panamá., que disputaron el trofeo del 3 al 26 de junio.

El formato utilizado fue el que se repetirá en la Copa América 2024 pronta a iniciarse: los participantes se dividieron en 4 grupos de 4 selecciones. Tras los cruces "todos contra todos" en cada liguilla, clasificaron a cuartos de final los dos primeros de cada zona.

En este torneo oficial y también "extraordinario", la selección de Chile logró revalidar el título ganado un año atrás. Jorge Sampaoli había renunciado a la dirección técnica, y en su lugar la federación chilena designó a otro argentino, Juan Antonio Pizzi, ex centrodelantero de Rosario Central, Tenerife, Valencia, Barcelona y River Plate, entre otros. Como entrenador, había sido campeón en Chile con Universidad y en Argentina con San Lorenzo de Almagro en 2013.

Chile compartió el grupo D con Argentina, y cayó ante La Albiceleste por 1 a 2. La Roja se repuso y superó a Bolivia 2 a 1 (ambos tantos de Arturo Vidal, el segundo de penal) y confirmó su segundo puesto  tras ganarle a Panamá por 4 a 2 (Vargas y Alexis Sánchez por duplicado).

En la siguiente instancia, México fue vapuleado por La Roja, que se impuso por 7 a 0: marcaron Alexis Sánchez, Edson Puch en dos ocasiones, y Eduardo Vargas convirtió cuatro goles. En la semifinal los chilenos enfrentaron a Colombia, a la que le ganó con goles de Fuenzalida y Aránguiz por 2 a 0. Chile ya conocía a su rival en la definición: un día antes, Argentina había accedido al encuentro decisivo.

Para la final, Pizzi confió en Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gonzalo Jara, Gary Medel, Jean Beausejour; Arturo Vidal, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz; Alexis Sánchez (ingresó Francisco Silva), Eduardo Vargas (Nicolás Castillo) y José Fuenzalida (Edson Puch).

Esta fue la tercera final seguida en la que la Selección Argentina logró  mantener el arco en cero, pero también en la que no pudo convertir goles. Tras el cero a cero en 120 minutos, Vidal pateó el primer penal,  y Chiquito Romero lo atajó a su izquierda, abajo. Pero los chilenos no fallarían más, mientras que en Argentina erró Messi -es humano-. Luego, ese gran arquero que ha sido Claudio Bravo le contuvo el último tiro a Lucas Biglia y el Gato Silva tiró a la derecha de Romero, que se arrojó a su izquierda: Chile campeón por segunda vez consecutiva.

Algunos (argentinos y extranjeros) prefirieron quejarse y/o mofarse de las lágrimas de Lionel. La estupidez no requiere ningún esfuerzo, al fin y al cabo. La mala intención, tal vez sí. Criticar rozando la falta de respeto a quien aún sin haber ganado un título en la Selección Mayor ya era uno de los dos más grandes futbolistas en la historia argentina, un deportista sin igual, que llevaba una década rindiendo al máximo nivel, habla sólo de quien cae en esa idiotez

Eduardo Vargas volvió a ser el goleador del torneo pero esta vez en solitario y habiendo convertido seis goles. Su compañero de La Roja, el arquero y capitán Claudio Bravo, fue elegido como el mejor jugador del torneo del Centenario, que se definió a 8500 kilómetros de donde había tenido su primera edición, en Buenos Aires.

Gerardo Martino continuaba siendo el entrenador de la Selección. Antes de la Copa, el equipo había jugado seis partidos por la Eliminatoria para Rusia 2018: el equipo estaba tercero en la tabla, pero tras esta Copa  el panorama se iría oscureciendo, y llegaría (ya con dos cambios de director técnico) a la última fecha en la sexta posición, lo que la dejaba afuera incluso del repechaje. Pero esa es otra historia.

El Tata Martino designó para la Copa a los arqueros Andújar, Guzmán y Romero (siempre titular); en la defensa a Víctor Cuesta, Ramiro Funes Mori, Jonathan Maidana, Gabriel Mercado, Otamendi, Rojo y Roncagia; en el mediocampo a Banega, Biglia, Augusto Fernández, Nicolás Gaitán, Matías Kranevitter, Lamela, Mascherano, Pastore y a los delanteros Agüero, Di María, Higuaín. Lavezzi y Messi. Los 16 resaltados en negrita jugaron las dos Copas en los años consecutivos.

Argentina tuvo poca oposición en el grupo D: ganó los tres partidos, a Chile (2 a 1, goles de Di María y Banega), Panamá (5 a 0, tres de Messi, más Otamendi y Agüero) y Bolivia (3 a 0: Lamela, Lavezzi y Cuesta).

En cuartos de final enfrentó a Venezuela, a la que despachó por 4 a 1 (dos de Pipita Higuaín, Messi y otra vez Lamela) y tres días después, en la semifinial "A", superó a Estados Unidos por 4 a 0: Lavezzi, Messi y nuevo doblete de Higuaín. Con ese gol, Lio superó a Gabriel Batistuta -aquel delantero que en 1991, en la Copa América, había alcanzado nivel internacional- como máximo goleador en la historia de la Selección Argentina: había llegado a 55 goles en total. Lo que no sabía Lio, es que luego vendrían algunos sinsabores, en su club y en la Selección, pero que casi al final de su viaje, todo encajaría de una manera casi soñada.

Sabiéndose vencedor del mismo rival apenas 20 días antes en el mismo torneo, Martino formó a Romero; Mercado, Otamendi, Funes Mori, Rojo; Biglia, Mascherano, Banega (ingresó Lamela); Messi, Higuaín (Agüero), Di María (Kranevitter).

Argentinos y chilenos no pudieron alterar el 0 a 0 inicial en los 120 minutos. Esta vez, a diferencia de la final del año anterior en Santiago, Argentina volvió a ser más que su rival (como lo había sido con Alemania, en el Maracaná, en 2014), pero nuevamente el equipo falló en la definición, y el desenlace volvió a ser en los penales.

La década de la Copa América no terminaría con esta edición: al decenio le quedaba la edición de 2019, que se jugaría en Brasil. Pero entre el torneo del Centenario y el año 2018 se producirían cambios en la Selección Mayor Argentina. Cambios que tendrían desenlaces tal vez inesperados, aunque a la vez también, deseados.

Gerardo Martino
Gerardo Daniel Martino (Rosario, 1962). El Tata, con el buzo de entrenador de la Selección Argentina, con la que fue subcampeón de la Copa en 2015 y en el torneo del Centenario, en 2016. En esta edición, su equipo fue sin dudas el mejor del torneo, pero no logró quebrar el arco chileno, y caería en los penales. Jugó casi toda su carrera como mediocampista en Newell´s Old Boys de Rosario, club del que son hinchas los Messi: Jorge, el padre, y Lionel Andrés, el hijo. Martino dirigió a Lio en Barcelona en la temporada 2013/14. Antes, había sido campeón como entrenador en el fútbol paraguayo -con la selección Albirroja también fue finalista de la Copa América, en 2011- y en Argentina (con Newell´s, por supuesto). En la actualidad sigue dirigiendo a Messi, en el Inter de Miami. Foto: sportingnews.com

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#1 Historia de la Copa América: 1863 hasta 1916

#2 Historia de la Copa América: 1917 hasta 1929

#3 Historia de la Copa América: 1935 hasta 1939

#4 Historia de la Copa América: 1941 hasta 1949

#5 Historia de la Copa América: 1953 hasta 1959

#6 Historia de la Copa América: 1963 hasta 1979

#7 Historia de la Copa América: 1983 hasta 1989

#8 Historia de la Copa América: 1991 hasta 1999

#9 Historia de la Copa América: 2001 hasta 2007

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