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Con dólar, acciones y bonos planchados, el carry sigue vivo

En el final de una semana agitada, con el paro, las trabas en el Senado para el choque de trenes, el mercado argentino siguió chico y adormecido.

Acciones y bonos tuvieron precios a la baja con volúmenes operados muy bajos.
Acciones y bonos tuvieron precios a la baja con volúmenes operados muy bajos.
Luis Varela 10 mayo de 2024

El paro de la CGT y el palo en la rueda incluso de la oposición dialoguista en el Senado lograron dejar sin volumen y con precios a la baja tanto a los bonos como a las acciones, pero el inicio de la liquidación de la cosecha determinó que los dólares libres murieran en el primer tercio de mayo y que el "carry trade" (negocio con tasa mínima) siguiera colocado en el tope de la ola.

En esta realidad con redes sociales que hacen aparecer siempre alguna noticia insólita durante cada día, esta vez no hizo falta ni el Twitter ("X") ni el TikTok, mientras todos miran espantados la durísima inundación de Porto Alegre, el estruendo esta vez se sintió en Buenos Aires, con un choque de trenes, que tuvo muchos heridos pero pudo ser peor: en principio el robo de cables provocó una tragedia con suerte.

Mientras esta Argentina sin infraestructura sigue dando vueltas, con el país chupando un palo sentado sobre una calabaza, determinó que los inversores se fueran a otra parte: con negocios mínimos, las acciones y los bonos volvieron a perder fuerza, el riesgo país ya acumula una suba de 124 puntos desde la traición de la CGT (fue a la Rosada, dio apretones de manos y después se despachó con un segundo paro nacional en cinco meses).

Pero el comienzo de la liquidación de la cosecha gruesa, con fuerte alza para los precios de los granos tanto en Chicago como en Rosario, sobre todo para el trigo, que anotó una suba notable, llevó agua para el molino del BCRA. La autoridad monetaria logró comprar buenos dólares en el mercado, las reservas tuvieron una gran recuperación y, con eso, el precio de los dólares se desinfló, de la mano de índices de precios que apuntan a seguir bajando.

Esta descompresión generalizada de precios internos, con tasas a la baja y un peso argentino que se aprecia cada vez más, contradice lo que está pasando en los mercados centrales. Las tasas largas de EE.UU. subieron y se aplanaron aún más: se pagó 5,2% anual a 1 año de plazo, 4,5% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,7% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 0,3% en Brasil, 0,2% en Japón y 0,1% contra el euro, en China y en Chile, no cambió contra la libra y en México.

A nivel local, como si todo funcionara como un relojito, con el dólar exportador a $ 955,78, el BCRA compró US$ 228 millones en el mercado y al final del día la autoridad monetaria sumó nada menos que US$ 324 millones a las reservas. Y, como consecuencia de ese mayor poder de fuego, los dólares libres empalidecieron. El dólar blue bajó $5 hasta $1.040, el Senebi bajó $3,87 hasta $1.082,66, el MEP cayó $10,51hasta $1.035,73 y el contado con liquidación bajó $4,57 hasta $1.082,66. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 12% y la del CCL con  el mayorista fue del 23%.

Pero así como están bajando muchos precios en las góndolas por falta de compradores, lo mismo está pasando con los títulos públicos. A pesar de prometer tasas a vencimiento que van de 16 al 23% anual, los bonos argentinos acumulan cada vez menos cantidad de negocios diarios y con eso perdieron otro 0,3% y el riesgo país subió otras 9 unidades hasta 1.272 puntos básicos (está 124 unidades arriba de los 1.148 puntos tocados el día que los "gordos" de la CGT dieron un apretón de manos en la Rosada para que la reforma laboral beneficiara a los sindicatos.

En cuanto a papeles privados, los inversores globales empiezan a tomar nota de que más temprano que tarde la Fed deberá empezar a bajar su tasa de interés, pero ya entienden que la situación de freno económico o posiblemente de recesión suave termine derivando en balances de las empresas con números más comprometidos. Por eso, hubo otra vez cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, con suba del 0,3% para el Dow, avance del 0,2% para el S&P y baja del 0,1% para el Nasdaq. En tanto que la Bolsa de San Pablo bajó 0,5% y la de México cedió 0,2%.

Pero nuevamente lo más chico y lo peor de todo estuvo otra vez en la Bolsa de Buenos Aires. Con apenas $9.120 millones operados en acciones y $6.120 millones en Cedears, el índice S&P MerVal bajó otro 1,9%. Y de la mano de las dificultades que tiene el país para liberarse de los sindicatos y tras las trabas para conseguir una ley Bases cada vez más reducida, los ADR argentinos que se transan en Nueva York tuvieron una suba del 2,5% para Loma Negra, pero luego caída en bloque del 1% al 6,6% para YPF, Pampa E, Central Puerto, TGS, Francés, Bioceres, Despegar, Macro, Galicia y Supervielle (la gran petrolera estatal argentina fue afectada por la baja internacional del crudo y porque está vendiendo cada vez menos combustibles.

Finalmente, en materias primas, los signos de menor tensión en Medio Oriente provocaron una nueva baja del 1,3% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron mixtos, esta vez con el oro enarbolado y la onza de plata agachada. Los metales básicos también terminaron mixtos, con el aluminio registrando un particular retroceso. Y lo que generó cierto alivio en Argentina fue un fuerte aumento para todos los granos en Chicago, y también en Rosario, con fuerte salto para el trigo. Por último, sin que el halving fuera una mecha para despertarlo, hubo una nueva baja del 2,7% para el Bitcoin con descensos de hasta el 5% para el resto de las criptomonedas, con el Ethereum bastante herido.

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