Una selección especial con las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Apple TV, Youtube y Cine.ar.
1. Miniserie para ver en Netflix: Mi reno de peluche
Un gesto empático por parte de Donny Dunn (Richard Gadd) hacia una mujer vulnerable (Jessica Gunning) desata en ella una oleada de acosos; el muchacho recibe miles de mensajes de wasap y correos electrónicos.
Los desbordes irán creciendo. La novia trans de Donny (Nava Mau) es agredida físicamente. La policía no puede hacer mucho para detener la furia de la mujer; Donny tampoco.
Mi reno de peluche es una serie muy didáctica si uno quiere comprender cómo un roto atrae a una rota. Donny ha vivido una situación extremadamente traumática que lo ha dejado con las defensas bajas. Martha, una mujer hiper obesa que le lleva 20 años, detecta la necesidad de reconocimiento del muchacho y da en el clavo. De ahí en más, desplegará un abanico de conductas psicopáticas que hará imposible la vida de ambos.
Se produce un ciclo tras otro en donde Donny lucha por salir del radio de influencia de la mujer, para volver a caer una y otra vez en sus redes: hasta que Donny no ajuste cuentas con ese hecho que vivió en el pasado no tendrá escapatoria.
Basada en las experiencias vividas por el mismo Gadd, a las que dio forma primero en un monólogo teatral y, posteriormente, en los guiones de los 7 episodios de 30 minutos de Mi reno de peluche, lo que se narra es una experiencia sobrecogedora desde lo emocional, tanto que puede que la última hora de esta montaña rusa encuentre al espectador boqueando.
Hay humor -que ayuda a sobrellevar esta tragedia vincular- pero es tan negro que puede atacar el hígado.
La compulsión a la repetición del trauma no sanado que experimenta el personaje puede llegar a ser agobiante, lo que no quita que estemos ante una producción sumamente satisfactoria en todos sus rubros, con excelentes actores ingleses.
Gadd es un muy buen intérprete, tan expresivo en su gestualidad como a través de su físico. Gunning asusta con esa mirada; sus ojos, de a ratos, son los de una muñeca sin vida; sus arranques de locura pueden inmovilizar a un tiranosaurio rex. No es poco.
Recomendada.
2. Serie para ver en Apple TV: Sugar
Los cuatro primeros episodios que ha entregado la plataforma (faltan 4 más) son un banquete para los cinéfilos que gusten del film noir y tengan presente Un largo adiós, la maravillosa versión que Robert Altman dirigiera en 1973 de El sueño eterno, la novela de Raymond Chandler. Si a esto le sumamos el magnetismo estelar de Colin Farrell, estamos ante uno de los eventos televisivos de este año.
Sugar es, entre otras cosas, un investigador privado que resuelve una situación muy desgraciada en Tokio. De regreso a Los Ángeles, acepta tomar un caso que involucra a un gran productor de Hollywood (James Cromwell): su nieta (Sidney Chandler), una adicta a las drogas, ha desaparecido muchas veces. Pero esta vez lleva demasiado tiempo sin dar señales de vida.
Pese a las advertencias de -llamémosle- "su secretaria" (Kirby), que le insiste que no se involucre, y a las señales de su cuerpo (un brazo suele ponérsele tieso), Sugar decide embarcarse en la investigación sobre el paradero de la chica, tratando con un ramillete de personajes dúplices involucrados con el mundo del cine mientras recorre de un lado para otro la soleada Los Ángeles.
Sugar es políglota, asiste a reuniones de una misteriosa asociación multilingüe en donde "su secretaria" ocupa un lugar destacado. También es un cinéfilo ardiente. Lee revistas como Cahiers du cinéma y Sight & Sound. Pone en paralelo situaciones vividas con fragmentos de películas mayormente pertenecientes a la tradición del film noir clásico: desfilan fragmentos de Sunset Boulevard, The Big Heat, Gilda...
Una excepción es que, durante una visita rutinaria al médico, establece una analogía mental con El enigma del otro mundo (John Carpenter, 1982), lo que nos puede ir preparando para algún giro narrativo llamativo...
El estilo de la serie está muy cuidado: hay varios planos inclinados para exteriorizar situaciones crispadas y, si bien mucha de la acción se desarrolla a la luz del día, la fotografía lechosa recuerda a la lograda por el gran Vilmos Zsigmond para el film de Altman.
Farrell compone un personaje que puede ser muy duro en algunas situaciones, pero profundamente comprensivo de la naturaleza humana (como el Sam Spade de Elliot Gould): vean la relación que establece con un perro que ha quedado huérfano.
El carisma adolescente de Farrell sobrevive en sus rasgos faciales, por más que se haya remodelado: es notoria la "carmela" que se ha hecho y los esfuerzos por no mostrar cierta laxitud en el vientre (los truquitos de usar siempre traje o de los planos medios en la piscina). Su adicción al alcohol lo había llevado a engordar muchos kilos; por suerte, parece haberse recuperado y nos regala una actuación impresionante.
Algunos episodios llevan la firma de Fernando Meirelles (El jardinero fiel, Ciudad de Dios), y otros de Adam Arkin (El agente nocturno, La oferta). Estamos en buenas manos.
Muy recomendada.
3. Miniserie para ver en Netflix: Asesino confeso
Mató a su madre. Cumplió condena. Mató a una anciana y a una jovencita, lo que lleva a una nueva detención. Bajo la tutela de los Rangers de Texas, admite haber asesinado a muchas más personas. Policías de distintos puntos de los Estados Unidos se acercan con decenas de homicidios sin resolver y él, Henry Lee Lucas, confiesa haberlos cometido.
A lo largo de 5 episodios de una hora, este documental dirigido por Robert Kenner y Taki Oldham, ilustrará los intrincados vericuetos de este asunto, en que la necesidad de las autoridades por resolver casos y de ganarse el beneplácito de sus comunidades se une con las ansias de reconocimiento de un pobre hombre que tiene un ojo a medias abierto y pocos dientes para exhibir, además de un coeficiente intelectual muy bajo.
Ante cada caso resuelto se lo premia con cigarrillos y licuados. Un abogado defensor -que le quiere evitar la pena de muerte- demuestra que uno de los crímenes que Henry dice haber cometido pertenece a otra persona, porque el día del hecho el acusado se encontraba trabajando en la otra punta del país.
La policía de Texas se enfrenta con los míticos Rangers, que lo tienen como su mascota estrella, cuando también descubren que hay crímenes que Henry se atribuye y que deben pertenecer a otros asesinos.
Henry confiesa haber asesinado a más de 600 personas, decapitando a la mayoría, teniendo sexo con ellas después de muertas.
El caso deja en evidencia las falencias de los investigadores y de la justicia, y el hambre de la prensa por incrementar sus ventas, y de los medios audiovisuales por generar picos de audiencia.
Gracias a sus testimonios, Henry posibilita que un asesino -hijo de un reconocido policía- quede en libertad, cientos de homicidas queden sueltos y con la eventualidad de seguir matando; los familiares de las victimas reciban un consuelo efímero a sus padecimientos.
Con abundante material de archivo que muestra lo avieso de algunos interrogatorios a los que es sometido Henry, testimonios de abogados, fiscales y familiares de las víctimas, Asesino confeso se las arregla para erigirse en un absorbente documento que, pese a las inevitables redundancias, mantiene la tensión dados los giros de una vida por demás poco convencional.
Recomendada.
4. Película para ver en YouTube: Él
Una de las cumbres de la cinematografía mexicana y de la obra de Luis Buñuel la constituye este melodrama de 1953, que hace hincapié en la psicología de Francisco Galván de Montemayor (Arturo de Córdova, un galán que hacia suspirar a nuestras abuelas y bisabuelas), un terrateniente venido a menos que vive en la ciudad, en una mansión gótica.
Devoto católico, se enamora de una argentina, la bella Gloria (nuestra Delia Garcés, prohibida por el gobierno peronista de entonces). Se casan... y comienza la tortura.
Francisco es un hombre muy inseguro y cela hasta de las patas de la cómoda, haciéndole la vida imposible a la pobre Delia.
Sus delirios paranoicos alcanzarán proporciones insospechadas... ¡No imaginan lo que es capaz de hacer con una cuerda y una aguja...!
Zumbando entre el drama psicológico y la comedia más alucinada, don Buñuel se divierte (¡y cómo nos divierte!) con este burgués que, según su confesión, es uno de los personajes que más se le parecía.
Se dice que el eminente psicólogo Jacques Lacan solía ilustrar sus seminarios sobre la celotipia con esta película. Roman Polanski tomó de ella varios préstamos para El inquilino (1976). Alfred Hitchcock confesó que era una de sus favoritas.
Imperdible.
(Buscar la copia de mayor duración, es de gran calidad)
5. Película para ver en Cine.ar: Taekwondo
Codirigido por Marco Berger y el documentalista Martín Farina, Taekwondo es uno de los mejores exponentes del cine queer nacional. Un grupo de varones menores de 30 se reúne en una casa de fin de semana perteneciente a los padres de uno de ellos para pasar unas cortas vacaciones.
Asistimos como espías a sus conversaciones, riñas, vanaglorias machistas, inseguridades. Juegan a la pelota, nadan, se bañan, duermen, comen. Alguno se queda con ganas de besar a otro.
El retrato grupal va dando paso a una radiografía de conductas de los muchachos hacia otros varones, hacia las mujeres, hacia sí mismos, muy típicas de nuestra cotidianeidad, pero que la mirada de Berger subraya para que notemos cómo las hemos naturalizado.
El clima entre los muchachos puede pasar de la algarabía a la opresión, sobre todo si entre ellos hay un gay que no se atreve expresarlo y quiere vivir una historia de amor.
Berger (Plan B, Un rubio) es experto en mostrar con llaneza los cuerpos de varones desnudos, de frente, de costado, cenitalmente... Su cámara indiscreta se posa sobre los genitales masculinos con una naturalidad que sería la envidia de Pier Paolo Pasolini o Luchino Visconti o Pedro Almodóvar, pioneros en ese campo.
Taekwondo, además de tomar a los varones como objetos sexuales, es una buena película.
(En Cine.ar, que todavía existe, hay mucho y buen cine nacional para ver gratuitamente)
