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El blue superó los $190

Huyen de monedas emergentes y en Argentina el dólar es récord

Hubo abandono de monedas débiles, como la lira turca y el real brasileño. En Argentina la corriente fue la misma

Los inversores abandonaron las monedas débiles.
Los inversores abandonaron las monedas débiles. Archivo.
Luis Varela 22 octubre de 2021

Otra vez fue un día para alquilar balcones, no para tirarse, pero por lo menos para mirar para abajo. El jueves abrió difícil porque la mega inmobiliaria china Evergrande reconoció más problemas para cumplir con sus pagos y esa mancha insolvente está creciendo en el gigante asiático, por lo que el Gobierno de Xi Jinping empieza a frenar compra de materias primas y pone a todo el mundo al borde de un ataque de nervios. 

Mientras esa situación se está dando en el país que apunta a ser la primera potencia mundial en 2030, en EE.UU. se dieron datos de empleo, mejores a los esperados: hubo "sólo" 290.000 solicitudes de ayuda, menos que las esperadas y con ese indicador crece la convicción de que la Fed recortará estímulos desde noviembre, por lo que las tasas largas de EE.UU. siguen creciendo: ayer se pagó 1,21% anual a 5 años, 1,68% a 10 años y 2,12% a 30 años. 

Este lento crecimiento en la tasa que pagan los bonos estatales no ocurre únicamente en EE.UU. La tasa larga, a 10 años, promedio mundial, que hace 10 meses estaba en el 1,9% anual, cruzó ayer la barrera del 3%: subió hasta 3,15%, colocándose en el mayor nivel de los últimos tres años, y con algunos países prometiendo pagar ya tasas importantes: por ejemplo los bonos de Brasil llegaron al 12,2% anual, acercándose al 22% que promete pagar Argentina. 

La inflación preocupa 

Todo este encarecimiento progresivo del crédito sucede en un momento de gran incertidumbre mundial por dos factores esenciales. Por un lado casi todos los jefes de los bancos centrales discuten si la alta inflación mundial actual es permanente o transitoria (provocando colapsos importantes, como por ejemplo la renuncia del titular del Bundesbank, que dejará su cargo en diciembre, de manera anticipada). Por otra parte, este encarecimiento del crédito complica a todos los países endeudados y sube los costos que fijan los desarrollos de las materias primas, por lo que pueden provocarles un freno. Y, por si fuera poco, hay varios países que están sufriendo una nueva variante del Covid-19 (como Rusia, Italia, Israel y Gran Bretaña), con los ingleses anunciando ayer que su sistema sanitario está otra vez cerca de un colapso. 

Este enorme combo de elementos de difícil pronóstico está generando esencialmente un progresivo movimiento de los inversores, haciendo que los más conservadores huyan directamente a posiciones seguras y que los más audaces dejen de montarse tan encima de potros encabritados, por lo que la prudencia se expande como una mancha de aceite. Y, con ese escenario, los que más sufren son los mercados emergentes, con menos solidez para cumplir, por lo que ayer se anotó un sufrimiento en todas las monedas de los países menos sólidos. 

Hubo una fuerte suba del dólar en Turquía, hasta un máximo de nunca jamás de 9,54 liras por dólar (estaba a 8,26 hace un mes y medio). El dólar brincó a 5,66 reales en Brasil, cuando estaba a 4,90 reales hace cuatro meses. En seis meses el dólar sube de 6,94 a 817 pesos en Chile. E incluso pasó de 19,73 a 20,29 en México, un país que está amparado por el paraguas comercial que significa el acuerdo con EE.UU. y Canadá.  

Y por supuesto, como no podía ser de otra manera, en un país tan caótico y controvertido como Argentina, el dólar también se convirtió ayer en noticia, ya que el dólar blue brincó tres pesos y quedó en el máximo del año, al tiempo que el dólar MEP alcanzó el valor histórico más alto de nunca jamás, con los dólares libres alternativos, que se operan a través de ADR, criptomonedas o Cedears afianzándose en los $200 o incluso llegando a superar esa barrera. 

El dólar se mueve 

En números concretos, ayer en el exterior el dólar subió 1,5% en Brasil, 0,6% en México, 0,5% en Chile, 0,3% contra el euro y 0,2% contra la libra, pero bajó 0,3% contra el yen, que en los mercados asiáticos fue tomado como moneda refugio, así como es el dólar en Occidente.  

A nivel local, mientras tanto, el dólar turista subió 2 centavos hasta $173,07, el oficial subió un centavo hasta $104,89 y el blue saltó $3 hasta $191, el récord de 2021. El dólar mayorista subió 2 centavos hasta $99,37, con el BCRA sumando US$ 16 millones a las reservas. Mientras que el dólar Senebi cerró en $195 de piso, pero hubo operaciones de $202 con otros valores. El dólar MEP  subió 50 centavos hasta $179,10, récord histórico y el contado con liquidación subió 55 centavos hasta su récord anual.  

Y la brecha entre el dólar oficial y el blue saltó al 82% y la del CCL con el mayorista fue del 80,4%, en ambos casos máximos del año. Y, medidos en pesos, el euro bajó 31 centavos hasta $115,45, el real bajó 34 centavos hasta $17,53 y la libra bajó 44 centavos hasta $136,95. 

Con todo este corrimiento de inversores a posiciones más seguras, anticipando que pude haber a nivel mundial pagos de bonos de todas las especies, los bonos argentinos perdieron otra vez precio, en promedio 0,4%, por lo que el riesgo país volvió a subir en 14 unidades, hasta alcanzar otra vez los 1.652 puntos básicos, en el nivel máximo desde que Martín Guzmán hizo el canje de deuda hace 14 meses, pero atención: por primera vez en su recorrido el principal bono utilizado en la Argentina, el AL30, perdió tanto precio contado que su tasa a vencimiento alcanzó a superar el nivel del 22% anual (con el AL29 rozando el 23%).

Los vaivenes globales  

El combo de impagos de Evergrande más otros riesgos, más la amenaza de tapering que parece iniciará la Fed en noviembre, más la incertidumbre sobre la nueva cepa del Covid-19 puso a las commodities en una coctelera, aplicándoles una volatilidad pocas veces vista.  

El petróleo, que venía como un tren, perdió casi 1%. Los metales preciosos estuvieron débiles. Hubo un muy duro golpe para los metales básicos, con caídas promedio del 5% en un solo día, sólo porque China dijo "por ahora no manden". En Chicago los granos bajaron en bloque, con un achique del 1,4% promedio, situación que no se vio en Rosario, donde el maíz y el trigo zafaron, pero la soja bajó 2,8%. Y donde hubo un pulso inquietante fue en las criptomonedas: tras el ETF de esta semana, que provocó subas históricas en varios valores del panel, ahora habrá un ETF nuevo este viernes y muchos salieron a tomar ganancias, por lo que el Bitcoin perdió ayer 4,4% y muchos de los que con algarabía compraron a US$ 67.000 vieron ayer un cierre a US$ 63.000, que aceptaron con la lengua seca. 

Las bolsas de la región 

En suma, todo es volatilidad, subas y bajas constantes, desconcierto. La Bolsa de Nueva York abrió bien, luego amenazó con bajar y terminó mixta, con suba del 0,6% para el Nasdaq y del 0,3% para el S&P, aunque con baja del 0,1% para el Dow. Y donde hubo temores y temblores mayores fue en las bolsas latinoamericanas: hubo una baja del 0,5% en la Bolsa de México, pero una caída del 2,7% en la de San Pablo, que lleva al índice Bovespa a perder casi 10% en lo que va de este año, medido en reales, porque medido en dólares es bastante más. 

En el mercado bursátil local las cosas no estuvieron tan mal. Aparecen noticias tan malas para el Gobierno que los inversores dan por descontado que el oficialismo perderá las elecciones el 14 de noviembre, con chance de olvidarse del control del Congreso. Y, con eso, las acciones argentinas soportan más que el resto, ya que además tienen todavía precios históricos de liquidación. Así, con $2.005 millones operados en acciones y $4.207 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 0,3%. Mientras que los ADR argentinos en Nueva York mostraron alguna suba en por ejemplo Central Puerto, pero luego bajas de hasta el 4%, sobre todo en papeles como Despegar, Loma Negra, Francés, YPF y Galicia. 

¿Hacia dónde va el mercado? La incertidumbre es total. Ayer mismo se dieron a conocer los números que tuvo Argentina en comercio exterior en septiembre. Por la caída de los granos, el mes pasado hubo 6,7% menos ventas en dólares al exterior que en agosto, mientras que las importaciones crecieron 2,3%. Se logró un superávit de US$ 1.667 millones, pero se muestra un retroceso que seguramente se mantendrá hasta marzo o abril, cuando empiece a cobrarse la nueva cosecha. Es la única vía de financiamiento genuino que le queda al Gobierno. En el medio habrá que arreglar con el FMI y enfrentar un cúmulo de vencimientos de bonos que ya no son de Macri, sino que Alberto lo heredará a Alberto, y ahí se verá si habrá una reestructuración anticipada, o algún tipo de alternativa diferente. 

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