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Deuda pública

El largo plazo ya llegó y el "vamos viendo" no funciona

El dólar volvió a afirmarse; el riesgo país volvió a subir y hay inquietud por otra colocación de Guzmán

Martín Guzmán.
Martín Guzmán. Archivo.
Luis Varela 17 mayo de 2022

Se están por cumplir exactamente dos años de las escaramuzas finales que tuvo el ministro de Economía Martín Guzmán con los bonistas privados, que derivó en la reestructuración de deuda de agosto de 2020, por la que todo el gabinete económico en pleno recibió con un aplauso de pié al funcionario que había logrado patear la deuda, pagando cupones con tasas mínimas, y que los papeles recién volvieran a ser una carga pesada para el Gobierno que sucedería a Alberto Fernández, después de diciembre de 2023.

El sendero que había imaginado Guzmán a lo largo de todo este tiempo era conseguir un programa de repago con el FMI, que ciertamente logró, y que a esta altura de su gestión ya tendría una economía en funcionamiento, con cuentas fiscales creíbles, que finalmente volvieran a poner a Argentina en el club de países que logran crédito voluntario en dólares en los mercados financieros internacionales.

Sin embargo, sin bajar el gasto, con cada vez más presión impositiva a los privados, la inversión local desapareció, la fuga de divisas se tornó cada vez más acelerada, y a Guzmán no le quedó más alternativa que empezar a financiar el gasto tomando deuda en pesos, prometiendo pagos ajustados por inflación o por evolución del tipo de cambio oficial, algo que el FMI le rechazó de plano: "No es recomendable colocar deuda CER o dollar linked porque con la suba de precios que sufren o con el camino de devaluación, esa enorme deuda en pesos que están tomando se va a convertir, igual, en deuda en moneda dura".

Y finalmente, luego de hablar permanentemente de "senderos" y de continuar con la política del "vamos viendo", están empezando a llegar fechas en los que aparecen papeles del canje que ya pagan cupones algo más altos, con intereses del 2,5% en dólares, y como en el semestre de gran liquidación del campo el BCRA no logra juntar reservas, está puesto en duda todo el programa, y nadie sabe de qué modo hará Guzmán para pagar los bonos en dólares que ya reestructuró, y comienza a haber cierta resistencia a tomar deuda en pesos (de hecho en abril no logró captar todo el dinero que necesitaba para cubrir los vencimientos, y le tuvo que pedir al Banco Central que emita pesos para cubrir el faltante).

Arrinconado, ya no por Cristina Kirchner, La Cámpora y todo el kirchnerismo, sino ahora también por Sergio Massa, Guzmán saldrá a tomar deuda este jueves, sin cumplir con la recomendación precisa que le dio el FMI: le ofrecerá a los fondos comunes de inversión y a los denominados creadores de mercado una gran variedad de títulos en un menú integrado por Lelites, Ledes, dos canastas de Lecer, un bono atado al dólar, un Boncer y hasta un Bote, cruzando la raya de los técnicos del FMI, que aparentemente ya le habrían aprobado la auditoría con los números a marzo (con mucha contabilidad creativa), pero hay dudas por lo que pasará con los números de junio, que se evaluarán en agosto, en un examen que ya descuenta un pedido de waiver, perdón o dispensa.

La oferta de Guzmán

En detalle, Guzmán ofrecerá este jueves, con revancha el viernes, a los fondos comunes de inversión una letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 16 de junio de 2022 (nueva). Mientras que a los denominados creadores de mercado les presentará varias opciones: una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de septiembre de 2022 (s30s2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de octubre de 2022 (s31o2 - nueva); una canasta 1: compuesta vno $ 200 de la letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 21 de octubre de 2022 (x21o2 - reapertura) y vno $ 800 de la letra del tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 21 de abril de 2023 (x21a3 - reapertura), por cada vno $ 1.000 ofertado de la canasta 1; unas canasta 2: compuesta por vno $ 300 de la letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 16 de diciembre de 2022 (x16d2 - reapertura) y por vno $ 700 por la letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 19 de mayo de 2023 (x19y3 - reapertura), por cada vno $ 1.000 ofertado de la canasta 2; un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,40% vencimiento 30 de abril de 2024 (tv24d - reapertura); un bono del tesoro nacional en pesos con ajuste por CER 1,80% vencimiento 9 de noviembre de 2025 (boncer 2025) (tx25 - nuevo); un bono del Tesoro nacional en pesos con ajuste por CER 2,00% vencimiento 9 de noviembre de 2026 (Boncer 2026 2,00%) (tx26 - reapertura) y un bono del Tesoro nacional en pesos vencimiento 23 de mayo de 2027 (bote 27) (ty27p - nuevo).

Al recibir semejante oferta, en el mercado empezaron a magullar, ya que en el último llamado los intereses de colocación de pesos estuvieron muy bien definidos: sólo se aceptaban sin rechinar bonos CER o dollar linked que vencieran antes de las PASO de 2023, supuestamente en agosto del año entrante. Esa fecha bien determinada obedece a algo bien preciso: nadie sabe ni quiénes serán los candidatos en las PASO de uno o de otro partido.

Un mundo complicado

De ese modo, con un mundo también muy complicado (la semana pasada Deutsche Bank advirtió que EE.UU. va a una recesión, luego JP Morgan dijo lo mismo, y ayer Goldman Sachs y nada menos que el expresidente de la Fed Ben Bernanke también lanzó esa estimación) Wall Street sufrió otro día negativo, y no solo bajaron las acciones norteamericanas, sino que también se anotó en todo el mundo una evolución con el dólar orientado a la baja. De hecho, en el exterior el dólar subió 0,1% en Brasil, pero bajó 0,1% contra el yen, 0,2% contra el euro y el chileno, 0,3% contra el mexicano y retrocedió 0,5% contra la libra.

En Argentina el mercado cambiario siguió orientado en el lento canal alcista que viene mostrando desde hace rato. Van empujando lentamente los dólares oficiales, ayer se tomaron una leve pausa los dólares financieros libres, pero el dólar blue anotó una suba de $1,50, hasta $205, por lo que se acerca al MEP que araña los $211 y se aproxima al dólar fuga o contado con liquidación, que terminó algo arriba de los $213, por lo que en medio mes acumula un incremento bastante parecido al que ofrecen los nuevos plazos fijos con la tasa de interés recién aumentada por el BCRA, en un día positivo para las reservas, ya que pudo sumar US$ 69 millones.

Esta suba de reservas fue posible porque Reconquista 266 tiene un cepo bloqueado con siete llaves, que limita por completo las importaciones de las empresas, pero insólitamente empieza a verse algo que casi nadie hubiera creído hace algunos meses: como hay faltante de medicamentos y de muchos insumos importados, como por ejemplo neumáticos, hay argentinos que están viajando a Uruguay, para comprar los repuestos que necesitan para hacer las reparaciones que requieren sus unidades, ya que de otro modo se quedarían sin poder utilizarlas. Y el gran tema es que hacen esos pagos con tarjetas de crédito, que en definitiva, con menudeo, también se termina convirtiendo en una salida de dólares pero hormiga.

Diferencias en los títulos locales

Esta razón sigue generando una gran división en la tendencia de los titulos argentinos: los bonos del Estado siguen bajando sin parar, pero los papeles privados continúan sostenidos, resucitando de las cenizas en las que habían hecho piso en abril de 2020. Así, ayer los bonos argentinos volvieron a perder casi 0,5% promedio, por lo que el riesgo país anotó una nueva suba de 42 unidades, hasta colocarse en 1.936 puntos básicos, con un incremento de casi 300 puntos en las últimas tres semanas y media.

Las chances globales de recesión hicieron que las bolsas del mundo tuvieran un mal día, pero los commodities no demostraron esa posibilidad. Por lo que con el dólar global débil, hubo una suba del 1,7% para el petróleo, se anotó un repunte promedio del 1,5% para los metales preciosos, los metales básicos estuvieron mixtos, pero los granos brillaron, con un gran salto para el trigo (sobre todo en Chicago) ya que la India avisó que dejará de exportar el cereal para proveer a su mercado interno. La mala noticia del día volvió a estar en las criptomonedas: otra stablecoin colapsó y puso a todo el sector en duda, apagando nuevamente al Bitcoin, que perdió 0,8%, con bajas de hasta el 7% en el resto de las variantes de ese panel.

Por supuesto, chance de recesión apagó a Wall Street, que terminó con el Dow quieto, pero con baja del 0,4% para el S&P y con caída de 1,2% para el Nasdaq, con un día muy malo para Coinbase y para las compañías vinculadas con el travieso Elon Musk, ya que se anotaron fuertes descensos tanto para Twitter como para Tesla. En cambio, como el petróleo y los granos siguen enarbolados, las bolsas latinoamericanas sonrieron: San Pablo subió 1,2% y México avanzó 2%. Y la Bolsa argentina acompañó bastante bien: con 1.464 millones de pesos operados en acciones y 2.969 millones en cedears, el índice S&P Merval subió 1,3%. Al tiempo que las ADRs argentinas que cotizan en NY también festejaron: hubo mayoría de subas, de hasta el 6,4%, con buen día para Bioceres, Loma Negra, Francés y Supervielle.

Las incógnitas

¿Qué puede pasar a lo largo del resto de la semana? Todos miran hacia China, para ver qué medidas toma para volver a mover su economía. Todos esperan a Jerome Powell con señales por parte de la Fed después de que tantos expertos le adviertan una recesión. Y en Argentina, los colocadores de fondos todos miran a Guzmán: el jueves y el viernes tendrá un examen complicado. De acá a fin de año el ministro tiene que renovar deuda por $ 3,7 billones. Y, por la última suba de tasas, el Banco Central pagará a los bancos $3,4 billones en un año por los intereses de su deuda. Son muchas incógnitas, la política sigue siendo la misma, los vencimientos de deuda se le vienen encima, el largo plazo que parecía lejano ya está aquí, por lo que se ve no pudo ser postergado para después de diciembre de 2023.

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