Este miércoles, luego de que el Senado de Estados Unidos aprobara un proyecto para prohibir TikTok, el presidente Joe Biden lo promulgó oficialmente.
En pocas palabras, la ley obliga al propietario de TikTok, la empresa tecnológica china ByteDance, a deshacerse de los activos estadounidenses de la aplicación en los próximos nueve meses o, de lo contrario, se enfrentará a una prohibición.
Por ello, luego de recibir el visto bueno de Biden, ahora el tiempo comenzó a correr para ByteDance, que tendrá 270 días para vender esta plataforma. Cabe aclarar que, si parece que ByteDance está cerca de desinvertir cerca del final del período de nueve meses, el presidente puede autorizar 90 días adicionales para que se finalice cualquier acuerdo.
Sin embargo, se espera que TikTok presente una demanda para detener el proyecto y que sus abogados soliciten al tribunal una orden judicial preliminar.
El año pasado, TikTok tomó acciones legales similares para detener la prohibición de la aplicación en el estado de Montana, donde se otorgó una orden judicial preliminar.
El proyecto de ley establece que la Corte de Apelaciones del Circuito de DC de EE.UU. es el foro exclusivo para cualquier impugnación legal.
Por lo tanto, si TikTok obtiene con éxito una orden judicial preliminar, el proceso de venta forzosa se detendrá, lo que podría darle a la empresa más tiempo para operar libremente en los EE.UU.
En este sentido, el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, manifestó que la compañía espera ganar un desafío legal para bloquear la legislación promulgada por el presidente Biden.
"Tengan la seguridad de que no iremos a ninguna parte", dijo en un vídeo publicado momentos después de que Biden firmara el proyecto de ley. "Los hechos y la Constitución están de nuestro lado y esperamos prevalecer nuevamente.
Además, enfatizó que TikTok, que tiene 170 millones de usuarios estadounidenses, continuaría operando mientras la compañía desafía las restricciones.
Para la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, prohibir o exigir la venta de TikTok "sentaría un precedente global alarmante de control gubernamental excesivo sobre las plataformas de redes sociales".
