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En 2023 el BCRA tuvo la mayor pérdida de toda su historia

El Banco Central realizó ayer el primero de dos pagos sucesivos al FMI, y con eso convirtió al 2023 en el año con mayor pérdida anual de reservas. Esto se dio en un mercado cambiario que sigue descomprimiendo, con bonos ultra selectivos y con acciones nuevamente en baja.

BCRA Banco Central
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Luis Varela 01 noviembre de 2023

El mercado financiero siguió registrando ayer los resabios del resultado electoral de la primera vuelta, y en este momento hay una selectividad extrema, con precios a los saltos, subiendo y bajando, volviendo de la ola de pánico que había frente a la dolarización y la quema del Banco Central, y reacomodándose a un Presidente que salga del balotaje sin los extremos, ni K, ni ultra liberal: los inversores piensan que Massa no será ni Alberto ni Cristina, y que Milei solo, con apoyo de los halcones de JxC, será más atenuado, alguien que si entra a la Casa Rosada se moverá con mayor control

En ese sentido, los movimientos de ayer repitieron un poco lo que vino sucediendo en los últimos días, regresando del overshooting de pánico pre-primera vuelta. Por lo que los dólares estuvieron más calmos (con blue y mep en baja, pero dólar fuga aún en alza). Con clima híper selectivo en bonos y mínima baja de  6 unidades para el riesgo país, hasta 2.577 puntos básicos. Y lo que se siguió desinflando fue la Bolsa porteña, y los ADR argentinos en Nueva York. 

En términos concretos, en el mercado local percibe ahora, a 18 días del balotaje, la necesidad de Milei de tranquilizarse y contenerse para conseguir respaldo de gente de JxC, fundamentalmente los halcones, por lo que se desactiva la posibilidad de dolarización y de quema del Banco Central. Y, al mismo tiempo, el siempre hábil y cambiante Massa se quiere mostrar ajeno a este Gobierno, insinuando que no es ni kirchnerista ni albertista, y que de ser elegido hará toda su movida entre el 20 de noviembre (que decide mantener como feriado para que los de alto poder adquisitivo viajen y no voten) y el 10 de diciembre, para recibir la banda presidencial con buena parte del trabajo sucio ya realizado.

El vaivén de los bonos

mercados inversiones
 

Con ese marco, ayer los bonos operaron enloquecidos, ultra selectivos, con bajas en los dólares atados al dólar y con los dólares atados a la inflación recuperando terreno y convirtiéndose en la mejor inversión del mes, ya que tanto con Milei como con Massa el mercado imagina un ajuste, uno más acelerado y el otro más gradual, pero sin necesidad de unificar el tipo de cambio de manera inmediata, y posiblemente sin tener que reperfilar la deuda en pesos, y tratando de respetar la deuda en dólares, para poder tener acceso a un nuevo acuerdo de cinco años con el FMI. Pero los que están con pesos encepados, que habían buscado refugio en las acciones, volvieron a marcar ayer otra baja, con un volumen operado algo más alto. Todo está en movimiento, y el clic para realizar la próxima movida aparecerá ni bien se cuenten los votos del domingo 19.

Por ahora, el que más festeja es Sergio Massa porque logró hábilmente que la oposición esté partida en mil pedazos, desorientada, sin saber a quién hay que apoyar. Es más, una parte de JxC, que durante veinte años luchó contra el kirchnerismo, dice preferir dejar que el oficialismo actual siga en el Gobierno: le teme más a Milei que al abismo actual que ha provocado 45% de pobres y 13% de indigentes, algo inédito en toda la historia argentina.

Ayer, además, se realizó el primero de dos pagos juntos que se le están realizando al Fondo Monetario. El envío de fondos fue con yuanes, que se compensan en DEG. Y por eso, a pesar de poder comprar ayer en el mercado US$ 136 millones, el BCRA perdió ayer nada menos que US$ 2.751 millones, por lo que en lo que va de este año la autoridad monetaria pierde nada menos que US$ 22.727 millones, convirtiendo a 2023 en el año que más reservas perdió el Banco Central argentino en toda su historia, un récord ciertamente lamentable. 

Quebrado, con una deuda gigantesca en Leliq que ni Massa ni Milei dicen de qué modo se va a arreglar, el gran tema del debate que se realizará el 12 de noviembre es cómo ocurrirá la búsqueda de equilibrio en los números macro. En el mercado se piensa que si ganara Massa, lo haría a partir del 20 de noviembre mismo, día que dejaron como feriado para que los que tienen dinero se vayan a pasear y no voten, ya que apoyan a otro. En ese caso los analistas estiman que el ministro candidato dejará descompensar todo entre el 20 de noviembre y el 10 de diciembre, culpando de toda esta locura a la presidencia de Alberto y a la vicepresidencia de Cristina, erigiéndose como el salvador, el único, solo, contra todos. En cambio, si ganara Milei, la movida sería realizar recién después del cambio de mando el 10 de diciembre, para que todo el costo lo plague el próximo Gobierno. Y se supone que Milei, con toda la logística de la Fundación Mediterránea detrás, haría un ajuste acelerado, pero con bisturí, sin motosierra, realizando numerosos cambios a la vez, pero de manera más rápida que Massa.

Más presión sobre los precios

Hoy, además, arranca noviembre, con subas verticales en muchísimos costos estructurales. Todavía hay problemas de combustibles, que se van arreglando temporalmente de a poco, sin reparación estructural, con otra especie de parche, y con riesgos de cortes de electricidad para el verano. Por lo que es altamente probable que la tasa de inflación esté reprimida en octubre, que será anunciada por el Indec el lunes anterior al balotaje. Pero la mayoría de los operadores cree que hay que prepararse para los índices mensuales de noviembre, diciembre y enero, que pueden llegar a tener variaciones cercanas al 20%.

Mientras todo este vértigo se vive en Argentina, comenzó la reunión de dos días de la Fed, y todo pareciera indicar que no habrá modificación de tasa base, pero los expertos descuentan que habrá tasas altas para rato, posiblemente para por lo menos otros ocho o diez meses. Con esa idea, las tasas largas de EE.UU. siguieron afirmándose ayer: se pagó 5,5% anual a 1 año de plazo, 4,8% a 5 años, 4,9% a 10 años y 5% a 30 años. Y con esa estructura, en el exterior el dólar saltó 1,7% en Japón (cuyo Banco Central BoJ aplicó una reforma en las operaciones con sus bonos), avanzó 0,4% contra el euro, 0,2% contra la libra y 0,1% en México y China, no cambió en Brasil y bajó 1,4% en Chile.

Dólares más tranquilos

dolar
 

A nivel local, en sin embargo, el mercado cambiario estuvo bastante tranquilo. De hecho, con razias, perros y patrulleros, e incluso más revisiones de cajas de seguridad, el dólar blue cayó $50 hasta $920, el Senebi bajó $38,33 hasta $859,27 y el MEP bajó $6,90  hasta $852,85. Pero el contado con liquidación subió $11,70 hasta $864,84, y esto debe verse con atención porque es el que más manejan las empresas y los inversores más expertos. Así, la brecha entre el oficial y el blue bajó al 150% y la del CCL con el mayorista subió al 147%.

En tanto, con ultra selectividad y pocos negocios, los bonos argentinos tuvieron una rueda con mejoras para los papeles ajustables por CER y con descompresión en los títulos que ajustan por tipo de cambio, algo que puede cambiar abruptamente en las próximas ruedas, según vayan apareciendo los resultados de las dos o tres consultoras que más cerca estuvieron del resultado de la primera vuelta.

Mientras tanto, como no se espera que Jerome Powell suba su tasa por ahora, la bolsa de Nueva York subió de nuevo: el Dow mejoró 0,4%, el Nasdaq subió 0,5% y el S&P tuvo un alza del 0,6%. En tanto que la Bolsa de San Pablo subió 0,5% y la Bolsa México bajó 0,4%. Y a nivel local, con $16.606 millones de pesos operados en acciones y $13.704 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó otro 1,6%. Al tiempo que los ADR argentinos en Nueva York mostraron subas del 1% al 3,5% para Despegar, Macro y Mercado Libre; pero nuevas bajas del 1% al 8% para Edenor, YPF, Telecom, Central Puerto, TGS, IRSA, Loma Negra, Pampa E y Supervielle.

Expectantes por lo que haga la Fed, y atentos a los movimientos del BoJ, que sigue devaluando el yen a su nivel más bajo en décadas, las materias primas descomprimieron precios, sin importar esta vez la peligrosidad del conflicto en Medio Oriente. El petróleo bajó 1,7%. Hubo una estocada para los metales preciosos. Los metales básicos también estuvieron en descenso. En Chicago soja y maíz aguantaron, pero el trigo bajó fuerte. En Rosario siguen los negocios a cuentagotas, esperando la devaluación post balotaje. Y el único que se salvó de la ola bajista fue el bitcoin, que subió 0,3% con posiciones con leves bajas en el resto de los valores del panel de criptomonedas.

De fondo, el mercado en su conjunto está centrado en dos cosas. Por un lado busca adivinar qué hará la Fed. Y a nivel local se busca saber qué inversiones estarán con chance de mejorar si gana Massa o si gana Milei, o sea donde quedarse y de donde irse. Las acciones se ven con precios altos, porque la dolarización esperada las llevó muy arriba. Y ahora, como creen que la reestructuración de la deuda en pesos es menos probable, con un Milei más apaciguado o con Massa con chance de ganar, los papeles en pesos provocan menos susto, los depósitos en los bancos recuperan algo. Y los bonos en dólares quizás tengan oportunidad si el nuevo Gobierno arma un acuerdo largo con el FMI, si es que el Fondo acepta apoyar a quien sea. Más allá de todo, los analistas les repiten a sus clientes: no se dejan llevar por las emociones, hay que esperar el resultado del balotaje y recién ahí tomar la decisión sobre los nuevos pasos a seguir.

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