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La Sociedad de la Nieve: el éxito de Netflix y el actor argentino que sueña con que Messi vea la película

La Sociedad de la Nieve fue la película más vista en más de 40 países para la plataforma de streaming.

El presupuesto de 60 millones de euros es apenas una cuarta parte de lo que suelen costar las producciones más caras de Hollywood.
El presupuesto de 60 millones de euros es apenas una cuarta parte de lo que suelen costar las producciones más caras de Hollywood. .
Pablo Planovsky 16 enero de 2024

Frente al rigor del invierno y los terrores de la nieve, como decía Borges, no parece haber lugar para la verosímil esperanza. 

El escenario para una de las mayores historias de supervivencia de la humanidad es desolador: picos que se irguen como ataúdes inmensos en una geografía que conjuga la belleza del horror. 

Lugar que rechaza la vida como si fuera Helheim, la gélida capital mortuoria de la mitología nórdica. Sería difícil creer que muchos de los hechos que narra esta historia de verdad ocurrieron: y sin embargo ocurrieron. 

Hechos extraordinarios que cobijan este relato de valentía, desesperación, desolación, angustia, fe, inteligencia y compañerismo. "¿Qué sentido tiene?" es la pregunta que hace uno de los protagonistas de La Sociedad de la Nieve, como tratando de comprender lo que no tiene explicación: por qué ellos están en la situación que están. 

Uno de los mayores éxitos de habla no-inglesa para Netflix, La Sociedad de la Nieve fue la película más vista en más de 40 países para la plataforma de streaming. El suceso podría explicarse, en parte, porque tiene detrás a un equipo técnico notable, encabezado por Juan Antonio Bayona, director de El Orfanato, el primer capítulo de la serie Los Anillos de Poder, y otro relato de cine catástrofe: Lo Imposible, la película con Naomi Watts sobre el tsunami de Indonesia. Nada en La Sociedad de la Nieve está hecho a la ligera. 

El presupuesto de 60 millones de euros es apenas una cuarta parte de lo que suelen costar las producciones más caras de Hollywood, pero nada tiene que envidiarles en cuanto a técnica. Al contrario, es la meca del cine la que debería tomar nota sobre cómo hacer una película de esta envergadura sin despilfarrar millones de dólares que no rara vez se notan en pantalla. 

Aún no se sabe si quedará nominada al Oscar, pero no debería sorprender que esté entre las semifinalistas en varias categorías, incluyendo mejor maquillaje y peinado, mejores efectos visuales, mejor sonido y mejor película internacional, representando a España.

Historias de supervivencia increíbles

Las historias de supervivencia siempre resultan atractivas. Personajes que tienen que conquistar territorios imposibles para probar que el "hombre puede", como decía el capitán de la famosa expedición Robinson. 

En Náufrago, el clásico con Tom Hanks, era la aventura ficticia de un hombre varado en una isla. Se puede citar también Una Aventura Extraordinaria, otro relato de fantasía en el que un indio tenía la tarea de convivir en un bote con el tigre Richard Parker. O la historia de un personaje abandonado en Marte: "En algún punto de tu vida, todo va a salir mal y vas a pensar que es el final", decía Matt Damon en Misión Rescate, la película de Ridley Scott. "Podés aceptar eso o podés ponerte a trabajar. Es todo lo que hay. Hacé los cálculos. Resolvé un problema, luego resolvé otro, luego otro": el monólogo de esa película ofrece una pista sobre por qué atraen este tipo de relatos.

Cuando se trata de historias verídicas llevadas a la pantalla grande, el interés puede ser mayor. ¿Cuánto puede un cuerpo?

En 127 Horas, James Franco queda atrapado entre una roca y un lugar duro, sin espacio pero con suficiente tiempo como para cuestionarse varias decisiones de vida. La Sociedad de la Nieve, como todos esos relatos, pone de manifiesto que no basta con el ingenio del hombre para sobrevivir: es indispensable el aspecto social, aunque el compañero sea la pelota Wilson o un improbable tigre. Nadie se salva solo, aún estando solo, parecen sugerir estas películas.

A diferencia de ¡Viven!, en esta película no hay actores de Hollywood como Ethan Hawke. 

Enzo Vogrincic, Matías Recalt o Agustín Pardella no son (todavía) rostros reconocidos. Es otra de las virtudes de esta versión de la tragedia de los Andes, que representa a España pero con el sentimiento de toda Hispanoamérica presente. Con un despliegue de espectacularidad de tomas aéreas hechas con drones y helicópteros, que parecen de una producción de Hollywood, sin olvidar que todas esas vistas impresionantes sirven a un propósito mayor, que es el de contar una historia.

Entre los actores hay un argentino, Juan Caruso, que interpreta al uruguayo Álvaro Mangino. Caruso comprendió la magnitud del proyecto cuando, en preproducción, lo hicieron viajar a otro país para saber si quedaba o no entre los elegidos. 

"El casting empezó en 2021. Fue un proceso de muchas etapas, muchos de Zoom en Zoom, hasta el último casting en Uruguay, con el director Antonio Bayona. Se había armado un grupo lindo y podía ver un poquito de lo que iba a ser esta producción, porque que te lleven a otro país en un casting: no existe".

Juan Caruso, el actor argentino de La sociedad de la nieve
Juan Caruso, el actor argentino de La sociedad de la nieve

Éxito en streaming y polémica en las salas de cine

No solo los herederos de la lengua de Cervantes admiran La Sociedad de la Nieve. Estrellas como Tom Holland, Javier Bardem y Guillermo Del Toro, quedaron encantados por la película. "A través de Bayona sabemos que Steven Spielberg la vio y quedó fascinado. El Biza subió una historia. Yo estoy esperando que la vea Messi. Me parece una locura, nunca pensé que podía llegar a pasar. Lo vale, porque es una película increíble, pero nunca se sabe".

Por las políticas de distribución de Netflix, La Sociedad de la Nieve tuvo un estreno muy limitado en algunas salas de todo el mundo antes de pasar al streaming. En España hubo polémica porque, en su paso por salas, la película vendió menos entradas que Ocho Apellidos Marroquíes, una comedia romántica. Algunos empresarios españoles de salas de cine opinaron que, si no fuera por las decisiones de distribución, La Sociedad de la Nieve podría haber sido una de las grandes taquilleras de 2023. Con algunas películas, Netflix prohíbe a los cines reportar datos de cantidad de tickets vendidos. Como en España es necesario publicarlas por ley, allí la historia fue otra.

Si La Sociedad de la Nieve queda nominada para competir por el Oscar, posiblemente tenga que enfrentar a una producción del Reino Unido: Zona de Interés, un sobrio drama sobre una familia alemana que vive al lado de Auschwitz. Anatomía de una Caída, uno de los títulos más fuertes del año, queda afuera de competencia porque Francia no la eligió para competir en la categoría de película internacional.

No todas las películas de cine catástrofe logran nominaciones o éxito entre los espectadores. Corea del sur seleccionó Concrete Utopia, drama ficticio sobre un terremoto de proporciones bíblicas, pero no llegó a estar entre las semifinalistas. 

Tampoco todas las que tienen buenas valoraciones en redes cinéfilas, como IMDb o Letterboxd, consiguen el reconocimiento de la industria. 13 Vidas, la producción con Colin Farrell y Viggo Mortensen como los rescatistas de los niños atrapados en las cuevas subterráneas de Tailandia, tuvo éxito en Netflix en 2022, pero no consiguió ninguna nominación al Oscar. 

Un rodaje monumental para trasladar la épica a la pantalla

Si La Sociedad de la Nieve queda nominada y gana, el Oscar no va para el director, sino para el país que la produjo. Se filmó en locaciones reales de Uruguay, España, Chile y Argentina. No fueron actores encerrados en un galpón rodeados de pantallas verdes: la nieve y las montañas fueron reales. "Jota (el director) tenía que dirigir varias cosas al mismo tiempo. El helicóptero que servía para el rescate final a veces lo usaba para ir de set a set. Grabamos una escena en la montaña, se subía al helicóptero y se iba Sierranevada o al set de Granada, todo el día yendo y viniendo, trayendo actores y dobles. Era una locura". 

Es difícil adaptar un libro bestseller al cine. Más aún, una historia que ya se vio en pantalla grande. Más difícil todavía: una historia tan conocida donde los sobrevivientes todavía viven. "Nosotros ensayamos dos meses previo al rodaje en Barcelona. Eso no existe. Pudimos conocer a los sobrevivientes, pudimos aportar nuestra perspectiva. Establecimos una conexión. Con la información que nos dieron aportamos al guión, que era abierto. Todos los días el director nos decía que podíamos improvisar. El rodaje por eso duró meses".

El rodaje en la Cordillera de los Andes.
El rodaje en la Cordillera de los Andes.

La película no ignora la crudeza de los hechos en los que se basa. Desde las lesiones hasta la inclemencia del clima que obligó a los vivos a convertirse en necrófagos. No explota esos sucesos como algo sensacionalista, sino como parte de una necesidad que a los propios sobrevivientes les costó comprender. Negar que gran parte del público puede estar interesado en los aspectos más morbosos sería ingenuo. Tal vez, sabiendo de antemano que el interés puede estar, la película aprovecha para poner el foco en otras cuestiones.

¿Fue liberador o una condición pensar en no faltarle el respeto a la historia? "Fue una super ayuda tener información de los sobrevivientes. Álvaro se arrastraba por la montaña porque tenía la pierna rota. Así que lo tuve que llamar para decirle: che, escúchame, ¿qué hacías vos para moverte? Porque cada vez que yo me arrastro por la nieve las manos no las siento a los dos segundos, se me congelan. Me explicó y me hice unas vendas con lo que había en el avión, sino era imposible".

La tragedia en la Cordillera de los Andes funciona también como un cuento sobre la probable esperanza y fe en la humanidad. "Primero la vimos entre nosotros, con los chicos y el director. Yo la vi siete veces ya. Pude verla con personas que salían del cine emocionadas, que aplaudían la película. Uno quiere vivir, en situaciones extremas uno tira para adelante como sea. Es el espíritu de la amistad y la unión. En esta película hasta se respeta a las personas fallecidas, porque los héroes no son solo los que volvieron".

Quizás uno de los mayores aciertos de La Sociedad de la Nieve sea plantear la preguntar ("¿qué sentido tiene?"), pero no dar la respuesta de una manera explícita. "Está en cada uno de ustedes", dice uno de los personajes. 

¿Cuál es el sentido para Juan Caruso, el joven actor que recién ahora está surfeando esta ola de éxito mundial? 

"Yo recién ahora lo estoy encontrando, porque durante muchos años le pedí a Dios, a la vida, poder trabajar de esto. En este país es muy difícil trabajar como actor. Le encuentro sentido a cómo le está yendo a la película por todo lo que hicimos. Más allá de los premios, creo que es una película que va a quedar en la cabeza de cada persona que la ve. Por eso se hace el cine".

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