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Si es urgente, es tarde

Una ley de promoción de la inversión es bienvenida. Pero tal como fue aprobada puede "fomentar la competencia desleal para las pymes" (UIA) y pone a los fabricantes locales en desventaja con la importación sin aranceles para los "nuevos", mientras que los "viejos" deben pagarlos.

El diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodrigo de Loredo.
El diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodrigo de Loredo.
Carlos Leyba 03 mayo de 2024

El discurso de R. de Loredo (UCR) sobre la Ley Bases y normas fiscales es un ejemplo del principio de revelación. 

Quince minutos de pasión oratoria, gestos, crítica a la gestión del ajuste y al proyecto de ley en cuestión. Pero, al terminar, afirmó que aprobaría el proyecto. "Le damos las herramientas y le quitamos el argumento de no tenerlas para gobernar". 

Revelación de un opositor que acepta, incómodo, compartir el destino y el trayecto. 

"El destino", en general, no es el eje de las diferencias; el desencuentro está en el trayecto, en el cómo. 

"El equilibrio fiscal" es un objetivo imposible de no compartir. No es lo mismo lograrlo liberando de carga tributaria a los ricos mientras descargamos ese peso en los menos favorecidos. 

"Discutir los objetivos" es raro. Pero aceptar cualquier trayecto para alcanzarlos, y después de criticarlo, es convertir a la representación parlamentaria en un empleo que "no representa" al que me votó. 

Esa es una de las aristas de la crisis de representación poco analizada por politólogos, frecuentada por "representantes". 

La oposición dialoguista, por ejemplo, dice que lo de "Bienes personales o el blanqueo imprudente", son "cosas" malas. Saben que, para bajar el gasto, R. L. Murphy presentó un proyecto que termina con el subsidio irracional a la "industria" de Tierra del Fuego. 

Revelación: "Lo ayudamos a Milei a cruzar el Rubicón, aunque 'así' no quisiéramos cruzarlo". Pero no lo ayudamos con propuestas para hacer lo que creemos que hay que hacer. ¿No hay ideas?

En el cierre, de Loredo pronunció la frase de Julio Cesar: "La suerte está echada". En criollo: "Nada puedo hacer para cambiar el camino que no comparto". 

La "suerte está echada" es una obra de J.P. Sartre que transita las contradicciones de la existencia. El "intelectual comprometido" indagaba los territorios de aquellos que, "conociéndolo todo", no poseen la voluntad para realizar lo que dicen conocer. 

En "la suerte está echada", Sartre, desnuda el dilema de la impotencia o el cinismo. Sartre lo continuó en "El Engranaje" donde dramatiza las cuestiones del poder y la "revolución" y su contexto. En el discurso R. de Loredo, curiosamente, se refirió a "reforma y revolución". Recuerde: política es conversar ideas para construir Nación.

El debate, ganado abrumadoramente por la LLA, habló menos de la fortaleza argumental de los ganadores que de la debilidad de convicciones de los que votaron "a pesar de". 

Revelación de la impotencia de un grupo que dice no estar de acuerdo pero que, en realidad, ha revelado que no tienen nada que ofrecer. 

De Loredo, jefe de la UCR, integra el grupo parlamentario que inclina el fiel de la balanza: ese voto define. 

De un lado está el oficialismo y el PRO, oficialismo "nuevo", sobreactúa: observe la tierna representación de "el problema de la Isla", que ofrece María Eugenia al apoyar al Juez Lijo.

Del otro lado, los K. Nadie debe esperar una iniciativa del kirchnerismo. Es una estación maltrecha de la historia del peronismo; una playa de maniobras electorales, que no lleva a ningún destino. Un ejército derrotado y en estado de descomposición. Es difícil que permanezcan unidos y con sentido, cuando lo único que debe existir allí es un sistema de reproches y rencores. 

Las almohadas de los más honestos, que los hay, escuchan cada noche preguntas sin respuestas: ¿Cómo pudimos no reaccionar frente a la lastimosa gestión de Alberto? ¿Cómo pudimos avalar, para ganar una elección, ir contra el sentido común de la política económica, esperando "ganar" para, luego, deshacer lo hecho? ¿Cómo pudimos permitir que Cristina dilapide, en dos períodos, las reservas y los stocks para sostener un "reparto transitorio", sin impulsar nada productivo, generando más pobres? ¿Cómo pudimos admitir, en silencio, el desaprovechar la mayor oportunidad de la Argentina en 60 años - términos del intercambio, mercado financiero mundial-, porque a Néstor "no le gustaban los planes" sino el "vamos viendo"? ¿Cómo pudimos sustituir política de empleo productivo por avalancha de conchabo público? ¿Cómo hicimos silencio, experiencia menemista a cuestas, ante la corrupción y el enriquecimiento ilícito, a la luz del día? ¿Era posible que, después de la privatización de YPF -voto de Néstor y Cristina y el discurso airado de O. Parrilli- también aplaudiésemos la "argentinización" de "la gestión de YPF", "recibiendo gratis" el 15% de las acciones de YPF a nombre de Eskenazi y a pedido de Néstor y que luego, votáramos estatizar, no todo YPF, sino sólo las acciones de Repsol, de modo que fuera posible que Eskenazi (el protegido de Néstor) habilitara un juicio que puede condenar a la Argentina por US$ 15.000 millones, juicio en el que -la defensa de la Argentina, derrotada- fue monitoreado por C. Zannini, director del banco que conducía Eskenazi y mano derecha de Cristina? ¿A quién beneficia el crimen? Malas noches que anulan la lucidez del día. Nadie los obligó.

Todo eso carcome la mollera de los ciudadanos que componen la primera minoría de diputados (UP). 

El primer remezón mileísta alcanzó para sacudir la endeblez de "sus convicciones" y la debilidad fiscal de sus Tesoros provinciales. El impresentable kirchnerismo se va desgranando de a poco (Catamarca, Tucumán) y los que se desgranan se pasan, con armas y vituallas, y sin vergüenza, a La Libertad Avanza. 

El núcleo duro de UP, cerca del quiebre de las alas, es incapaz de asumir un papel propositivo. Sólo pueden, en el mejor caso, acompañar si otros toman una iniciativa. No existe posibilidad que surja una propuesta lógica y audible de ese elenco, numéricamente poderoso: sufre de descalificación moral para poder hacerlo. 

Sólo podrían acompañar. Aún con confesión y autocrítica, les queda un largo tiempo de penitencia a cielo abierto. 

Las fuerzas, las tradiciones políticas, que alguna vez representaron, han quedado huérfanas hace medio siglo. ¿Los huérfanos a los que aludía J.C. Torre?

En este debate parlamentario sobre el pomposo proyecto llamado de Ley Bases, para ponerse a la altura de J.B. Alberdi, lo que ha estado ausente (y era una gran oportunidad) fue la conversación política sobre el desarrollo (en todas las dimensiones) que es el nombre de la paz social (un bien público que es imprescindible preservar) que hoy -todos los cálculos señalan- es un tesoro que se está desgranando de manera, por ahora, imperceptible pero conmovedora: 60% de pobreza Milei dixit. 

Acompañar iniciativas: es una oportunidad. Dijo "La Nación": "Fue el momento más incómodo para los libertarios de toda la sesión". Inspirados por R. López Murphy, 22 diputados radicales, 21 K, 15 de Pichetto, y 6 de Carrió, hasta sumar 82, lograron torcer el rumbo que el Poder Ejecutivo adoptaba amparando la continuidad del lobby de Tabacalera Sarandí. 

Una más entre las protecciones del verdadero "Estado Criminal" que los libertarios, por ahora, se han negado derogar, como Tierra del Fuego y muchas otras regulaciones, registros automotores, fundaciones o centros ganaderos obligatorios para vacunación anti aftosa, siempre cacareadas liquidaciones, pero "el poncho no aparece". 

No las trajo Milei, se arrastran por décadas, pero siguen.

En ese Parlamento, tan pobre de ideas, hubo una luz de esperanza: una mayoría, leve pero suficiente, surgida en los pasillos, construyó una causa noble pluri partidaria: hubo votos de todos. Una demostración de que es posible un "tiro para el lado de la Justicia" si se corren las barreras del prejuicio: un torrente contra la corrupción y por la recaudación. El tabaco como convergencia feliz.

Pero "la suerte está echada" brindó una mayoría aplastante a cuestiones estructurales perversas, sólo posibles por la revelación de la "impotencia". Bienes personales, las personas que debían pagar 2,5% por la liquidación 2023, con el mismo dinero pagarán el tributo hasta 2028. Un regalo fiscal que será compensado con la reducción real de las jubilaciones: injusticia social legislada. 

Tal vez, "noble propósito", esta norma habilite que algún empresario exilado en Uruguay, por lo gravoso de ese tributo, vuelva al país. Para la Argentina sería más barato hacer una norma con nombre y apellido. 

Para Milei la idea de "justicia" es sinónimo de "robar". Con este regalo impositivo, la oposición dialoguista fue Hood Robin. ¿Es racional transferir tributariamente de los pobres a los ricos? 

Pero lo mejor, y también lo más grave, está en la ley de promoción de inversiones. Desde la Dictadura Genocida perdimos progresivamente los tres instrumentos propios de política de desarrollo de los países occidentales, visión de largo plazo, proyecto estratégico consensuado y provisto por el Estado, más allá de quien gobierne; promoción de las inversiones privadas y financiamiento a largo plazo de la inversión, con tasas de interés compatibles con la estructura productiva. Esos instrumentos existieron en las etapas de crecimiento de la Argentina. Por eso una ley de promoción de la inversión es bienvenida. 

Pero tal como fue aprobada puede "fomentar la competencia desleal para las pymes" (UIA) y pone a los fabricantes locales en desventaja con la importación sin aranceles para los "nuevos", mientras que los "viejos" deben pagarlos. Genera una competencia despareja con los que están. El "nuevo", haciendo lo mismo, puede competir con ventajas gigantescas sobre el que ya está instalado. Nada de eso fue discutido. 

Es que en la cabeza de todos está "promover" la explotación de recursos naturales para la exportación. Y eso, que está bien, es mucho menos de lo que necesitamos y de lo que podemos. El drama del desempleo y del mal empleo, es urbano. Condenaron al kirchnerismo porque los hizo pobres. La continuación no los puede entusiasmar. 

La ausencia de debate, la "revelación" de la impotencia, puso a marchar un esfuerzo que no apunta al desarrollo y al progreso, correctamente definidos, imprescindibles para la paz social que, en tiempos de ajuste, a todos nos debería ocupar. Es urgente y es tarde. Cuando anochezca... 

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