en un día absolutamente volátil, operadores, analistas e inversores iniciaron las primeras horas casi con ruegos, como haciéndose la señal de la cruz, ya que la Bolsas de Oriente (Tokio, Taiwán y Seúl), que marcan el inicio de la jornada abrían con derrumbes peligrosos, superiores al 4%, influenciadas por dos temores principales: la chance de recesión inminente en EE.UU. y la posibilidad de un colapso con el yen, debido a complejos movimientos del Banco de Japón.
Con el correr de las horas el hundimiento fue atenuando, mientras el sol atravesaba los meridianos, dejando bajas sensibles del orden del 1% en las Bolsas europeas. Y se finalizó el día con un cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, con el Dow apenas arriba y con el S&P y el Nasdaq apenas abajo, después de conocerse la revisión preliminar de informe de empleo y vacantes (JOLTS, por sus siglas en inglés) Y, al mismo tiempo, se difundieron datos del Libro Beige de la Fed, donde se indicó que la actividad económica norteamericana se ha mantenido estable o ha disminuido en las últimas semanas.
Estos movimientos, que para la Argentina pueden parecer oscilaciones pequeñas, están jugando fuerte presión política sobre la Fed, ya que el martes próximo se produce el primer debate oficial entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, con vistas a la elección presidencial norteamericana que se realizará el próximo 5 de noviembre dentro de menos de 9 semanas. Y, además, el miércoles 18 de este mes la Fed se reúne para definir qué hará con su tasa de interés, con su titular Jerome Powell en una posición difícil, ya que si baja la tasa demasiado se lo acusará de querer favorecer a los demócratas, y además está en capilla, ya que Trump anunció varias veces que quiere sacarlo del máximo cargo del Banco Central norteamericano.
Pero lejos de todo el inquietante temblor que tuvieron las inversiones en un miércoles difícil, para Argentina se desarrolló una jornada si se quiere nuevamente tranquila y con sonrisas. Hubo pax cambiaria absoluta, ya que los dólares libres, tanto el blue como los financieros, estuvieron a la baja. El único punto oscuro es que el BCRA sigue con goteo de reservas, nada importante, pero goteo al fin. Los bonos arrancaron mal pero terminaron con leve alza, y pequeña baja para el riesgo país. Y lo más distinguido de todo fue el mundo bursátil, ya que el índice S&P Merval de la Bolsa porteña logro un nuevo récord histórico en pesos, con tremendas alzas en bloque de hasta el 10% para las ADR argentinos que cotizan en Nueva York.
Ahora, antes de que Harris y Trump se enfrenten, con las encuestas marcando una ventaja leve para la sonriente líder demócrata, se conocerá en EE.UU. el dato de la inflación. Pero por lo ya conocido en empleo, aparecen ahora más operadores que apuestan a una baja más segura en la tasa base de la Fed, posiblemente superior a 25 puntos básicos. De ahí que a lo largo del día se hundieron aún más las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,2% anual a 1 año de plazo, 3,5% anual a 5 años, 3,7% anual a 10 años y 4,1% anual a 30 años (en promedio, en todos los plazos, casi un punto anual menos de lo que se pagaba hace cinco o seis meses).
Pero lo más sorprendente del caso es que a pesar de esta baja en los intereses, los inversores mundiales no se están recostando en posiciones de reserva habituales como metales preciosos o criptomonedas, sino que siguen acomodándose en el dólar, suponiendo que es el único valor con capacidad de repago, ya que si hay problemas los grandes Bancos Centrales pueden llegar a vender sus grandes posiciones de oro, a pesar de que los pronósticos ubican al metal amarillo como recomendación favorita para lo que viene. Sin embargo, con el oro quieto, en este miércoles en el exterior el dólar subió 1,6% en Chile, 0,5% en México y 0,1% en Brasil, pero bajó 0,1% en China, 0,3% contra la libra, 0,4% contra el euro y se hundió 1,3% en Japón.
Y mientras el dólar global estuvo firme en el mundo, en Argentina estuvo completamente muerto, a pesar de la baja del impuesto país, que debería haber incentivado la demanda de dólares de parte de los importadores. Así, con el dólar exportador a $1052,94, el BCRA tuvo que vender US$ 6 millones en el mercado y al final del día la autoridad monetaria perdió US$ 25 millones en las reservas. Y con ese marco, el dólar blue bajó $5 hasta $1.305, el Senebi cayó $8,97 hasta $1.306,53, el MEP perdió $9,17 hasta $1.280,54 y el contado con liquidación se hundió $11,10 hasta $1.299,48. Por lo que la brecha entre el blue y el oficial fue del 32% y la brecha entre el CCL y el mayorista fue del 36%.
Así, con la cinchada entre economistas para ver cuándo se debe levantar el cepo, con Ricardo Arriazu recomendando no hacerlo y Domingo Cavallo diciendo que hay que hacerlo lo antes posible, el día se inició con los títulos públicos orientados a la baja. Pero mientras el jefe de Gabinete Guillermo Francos enfrentó de manera eficiente un duro examen de preguntas en el Congreso, donde hubo tensión con reclamos contra el veto jubilatorio, con el correr de las horas el hubo del mercado rotó y, con pocos negocios, los bonos argentinos subieron 0,4% y el riesgo país pudo bajar 2 unidades hasta 1.465 puntos básicos.
Mientras tanto, con todo ultra volátil, hubo finalmente cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, ya que el Dow subió 0,1%, pero el S&P bajó 0,2% y el Nasdaq cedió 0,3%. En tanto que la Bolsa de San Pablo subió 1,3% y la Bolsa de México mejoró 0,5%.
Pero lo más distinguido del día fue que las acciones argentinas fueron las que más subieron de todas partes. Con $72.365 millones operados en acciones y $48.363 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,9%. En tanto que de manera notable, los ADR terminaron con una suba en bloque del 2% al 10% para IRSA, Francés, Telecom, TGS, Macro, Supervielle, Central Puerto, Edenor, Cresud, Galicia, Despegar, Pampa E, Loma Negra e YPF.
La inseguridad del día marcó grandes movimientos en las materias primas. El petróleo cayó otro 1,8%, poniendo cada vez más en peligro el éxito de Vaca Muerta, porque el barril internacional ya roza los US$ 70 y el yacimiento neuquino necesita que valga más de US$ 65 dólares para que los pozos realizados con extracción vía fracking sean financieramente aptos. En tanto, los metales preciosos actuaron apenas sostenidos. Los metales básicos estuvieron otra vez en descenso. Y la gran ayuda que recibió Argentina vino otra vez desde Chicago, ya que hubo importantes subas del 1% a más del 2% en todos los granos, sobre todo en el trigo (que Argentina venderá en noviembre/diciembre), mientras que en Rosario la soja levantó cabeza con un fuerte repunte de casi 6%, pero con el trigo bastante flojo. Y lo que pocos entienden es que las cripto no levantan: el Bitcoin bajó otro 0,3%, con respuesta similar en el resto de los valores del panel, salvo en la variante Solana que estuvo más firme (los analistas explican que esto pasa porque vivimos un "fly to quality", y las criptomonedas son una posición de muchísimo riesgo).
Todo esto fue coronado por claroscuros argentinos. Según la UCA, la pobreza alcanzó al 52% de la población en el primer semestre. Los trenes del AMBA aumentarán un 40% desde el 16 de septiembre. Francos confirmó ante Diputados que "el Gobierno no está pensando en ninguna devaluación por encima del crawling peg". Y hubo dos noticias para la sonrisa. Salió el informe de Adefa, que confirmó que la fabricación de autos de agosto fue 16,2% más alta que en julio y que la exportación del mes pasado fue 15,6% superior al mes anterior. Y como otra buena señal, en plena visita de Milei, Marcos Galperín confirmó que Mercado Libre invertirá US$ 75 millones en un nuevo centro de distribución y prevé contratar 2.300 trabajadores (algo completamente opuesto a lo que había pasado con Alberto Fernández, ya que la vez que lo entrevistó en Olivos determinó que huyera raudamente hacia Uruguay).
