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De la culpa a la utopía

La culpa paraliza. El enojo ciega. Culpa más enojo impiden pensar. No hay desarrollo, crecimiento y progreso, sin pensar y sin hacer pedagogía. Política. Los políticos no están haciendo política: pensar, ofrecer soluciones y hacer pedagogía.

De la culpa a la utopía
Carlos Leyba 22 marzo de 2024

"La política" paralizada por la culpa de haber participado, de una u otra manera, en la destrucción del tejido social, del aparato productivo y de sus partidos políticos. La CN (art. 38) establece que deben ser financiados por el Estado. J. Milei quiere terminar con la financiación de la política: está en el Pacto de Mayo. Muerte anunciada. 

Es lógico si "el Estado es una organización criminal" y los impuestos, el robo. 

Milei dijo en la TV italiana que "dinamitará al sistema". Sin Estado sólo hay mercado. Sin "partidos" no hay política. La decadencia del Estado es la de los partidos. 

No asombra entonces que, más allá de la insensatez de A. Kicillof, el Presidente apoye la "rebelión fiscal" incitada por J. L. Espert, con lenguaje de barrabrava para calentar la Pantalla. Dado el éxito de la vulgaridad panelista, sabemos que hablar mal y decir poco, acumula fama y voluntades. Veinte años de kirchnerismo en la educación lo explican. 

El éxito de los panelistas demuestra que pensar y hacer pedagogía, no rinde. Simplificar y mostrar violencia cae bien. 

Quienes tienen auténtica vocación política, en este marco, están paralizados por "la culpa" y optan por el silencio de ideas. 

Un ejemplo: el aislamiento con que, los senadores radicales, ahogaron el discurso, del Presidente de la UCR, sobre la inconstitucionalidad del DNU. Todo argumento "ad hominem" es inmoral. La razón de silenciar "la verdad" es la parálisis de "la culpa". El mejor gobierno del radicalismo terminó en hiperinflación; liquidó su segunda oportunidad con F. de la Rúa y fue parte, secundaria, del estrepitoso fracaso de Macri y dejó una patrulla perdida en el desastre de A. Fernández. Los fracasos radicales los hacen silenciar los riesgos de la "anti política" en el Poder: el combo de la recesión inolvidable más "los Lijo" a la Corte Suprema (Carlos Pagni, LN). ¿Cuál será la razón de las lágrimas de R. de Loredo ante el primer fracaso de la ley ómnibus?

El PRO: un ejército de arrepentidos del peronismo (Grosso, Menem, Duhalde y Montoneros). Lejanas "culpas" de la marchita los llevaron al fracaso macrista. Los políticos, la mayoría de las espadas del PRO son la foto de los '90 y se atropellan para ingresar a la LLA. Argumentan su aporte al "triunfo de Milei". No asimilaron que Milei es "el rechazo visceral" al kirchnerismo y a todos los que, antes y después, contribuyeron a este desastre. 

Arrastran, como la mayor parte de los radicales, décadas de responsabilidad en medio siglo de decadencia. 

Finalmente, el Frente de Todos -20 años de kirchnerismo en el poder- está amordazado por la indignación creciente que han generado en la imponente mayoría de la población. Néstor, Cristina y Alberto, lograron la condena abrumadora a "la política". Protagonizaron la explosión de la corrupción después del menemismo. Este "frente" es un variopinto amontonamiento presidido, en su mayor cuerpo colegiado lo dijo H. Verbistky -, por un converso del "comunismo revolucionario": el incombustible Gildo Insfrán. De todo, pícaros, oportunistas, travestis políticos y sí, también algunos peronistas de Perón... el General del Golpe del '43, conservador cultural, industrialista, nacionalista; y el del 73, el del consenso y la amistad política; y el que echó a la "juventud maravillosa" de la Plaza. Son los menos. Pero ponen la marca. 

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Los últimos 50 años incluyen la Dictadura Genocida, causante de daños irreparables (el terror de Estado, la Guerra suicida, la deuda externa, la cuenta de regulación monetaria y el comienzo de la pobreza) y 40 años de instituciones democráticas en las que no levantamos vuelo. 

El desprestigio de "la política" no empezó ahora. Antes de ésta parálisis, "la política" se autoinfligió un shock cerebral que, bien leído, vendría a ser una suerte de germen de la "anti política" cultivado en el laboratorio electoral de los dirigentes sin capacidad de verdadera "construcción colectiva" (Gracias J.R.). 

Menem incorporó "famosos" para transfusión electoral de fama: primero el motonauta D. Scioli. Nadie más vacío de contenido para fundar el origen de "la anti política". Menem, Duhalde, los Kirchner (candidato a Presidente), Fernández y ahora Milei. Cinco enemigos, irreconciliables entre sí, unidos por el vacío Scioli. La "antipolítica" parida por "políticos" enemigos de la "construcción colectiva". 

"El Turco" convocó a Palito Ortega y figuras de la TV. Con la fama alcanza: deporte y televisión hicieron candidatos. El contenido se tornó irrelevante. El desplazamiento de la política por la "anti política" había comenzado. 

Luego las encuestas "como programa". Duhalde promotor. "La gente" dice y el político repite. El carro delante de los caballos. No hace falta un programa. Encuestas. Macri fue sólo Durán Barba. 

La política, sin programa, no pudo ser pedagogía. ¿Para qué ofrecer una plataforma? Fama y encuestas y vamos viendo. El gobierno del gerundio. 

Pero la realidad es obstinada: requiere realizaciones sólidas. Los "milagros" resultaron sólo "chapa y pintura" y a todos les sucedió la debacle. 

En 50 años sin haber derrotado a la inflación, logramos multiplicar por 20 el número de personas en la pobreza, mientras la población sólo se multiplicaba por 2; logramos dejar de ser el PIB ph más alto de América Latina y de tener la industria automotriz más poderosa de América del Sur; o los niveles más alto de educación de la región. 

No obstante mucho resiste -es tal el patrimonio previamente acumulado-: Invap, por ejemplo. La resistencia no es infinita.

Ayer lo vimos, en el gobierno de la antipolítica, no tenemos ni la moral, ni la capacidad, de impedir que un barco pesquero chino proceda a saquear nuestra riqueza ictícola. Sostenemos, con distintos partidos y con la "anti política", un régimen inmoral, inútil, como el de Tierra del Fuego...¡por derechos adquiridos! 

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Una buena. Los cañonazos empresarios de la Isla no pudieron doblegar el voto del Senador por Tierra del Fuego, Pablo López que denunció la presión y no cambió su decisión.

Definir que entendemos por "la política" es necesario para señalar que es "la anti política". 

Política es conversar acerca de ideas, previamente domadas, para contribuir a construir, desde el Estado, una Nación incluyente. La Nación como proyecto compartido de desarrollo, crecimiento y progreso. 

La "anti política" es, en definitiva, dejar todo en manos del mercado. El anarco capitalismo o el minarquismo, derivan de la convicción que "el Estado es una organización criminal". El avisó. 

La culpa paraliza. El enojo ciega. Culpa más enojo impiden pensar. No hay desarrollo, crecimiento y progreso, sin pensar y sin hacer pedagogía. Política. 

Los políticos no están haciendo política: pensar, ofrecer soluciones y hacer pedagogía. 

La culpa por el pasado, sin confesión, arrepentimiento y propósito de enmienda, los y nos, devora por dentro. 

La sequía de ideas ha hecho proliferar la maleza. La política así se extingue. 

El espacio fue ocupado por quienes no querían o no podían, pensar política y pedagogía. Inevitables las consecuencias. No hay viento favorable para un velero sin rumbo. 

Esa nave, sin rumbo, fue asaltada por piratas de la política. Martín Insaurralde. Lo pescaron en un barco. Vaya casualidad. No es el único, fueron legiones. Que dolor.

El odio al fracaso acumuló esta bronca: el triunfo de "la anti política". Es la consecuencia que "la política" haya dejado de ser política. 

Todos sabemos lo que muchos hicieron con el poder; y lo poco que desde el poder hicieron por todos: los resultados están a la vista. 

Es cierto, algunos progresaron. Nuevas e inmensas fortunas "concesionadas": patrimonios inimaginables surgidos de las "privatizaciones", Patria Contratista, absorción de bancos provinciales, en manos de quienes hace 50 años estaban lejos de imaginar esas fortunas. Plata tan nueva, como codiciosa y con "barreras naturales" que la protegen.

En esa nueva "oligarquía de los concesionarios" hay que buscar el origen del desbarranco de "la política". 

El gobierno de la anti política está integrado por el viejo staff de un concesionario. La "delantera" gubernamental la forman 5 miembros de aquel staff. El error formal más notorio del elenco fue comentado por Vilma Ibarra, funcionaria de Fernández y compañera de trabajo en la Corporación. Todo en casa. 

La política hasta "privatizó" la política social. Retiró al Estado. Un escándalo. La persistencia de la política de Tierra del Fuego: el ejemplo de lo que no debe ser una política industrial. Y además la corrupción y el rateo. 

La ausencia de una estrategia consensuada para el desarrollo del potencial del país, que no son sólo los recursos naturales, sino los hombres y mujeres sin trabajo condenados a pobreza; la ausencia de la política de crecimiento que es el incentivo a la inversión reproductiva y especialmente en la región urbana; la ausencia de una estrategia de progreso, que es la satisfacción de las necesidades sociales, en un país que avanza a tener 70% de los niños en la pobreza, es la sequía que multiplicó la maleza.

La consecuencia de la gran ausencia de la política. No conversar acerca de ideas domadas para, desde el Estado, contribuir a la construcción de la Nación incluyente. 

No hay un solo ejemplo en el planeta en que "el mercado", por sí sólo, haya avanzado un tranco de pollo en desarrollo, crecimiento y progreso. No habría internet sin agencias públicas. 

La ignorancia de la historia del capitalismo es la fuente de la utopía de la anti política.

El fundado temor a la locura de la guerrilla socialista, generó la locura salvaje del Genocidio y la política del industricidio, destinada a destruir el bienestar, creyendo salvar así al capitalismo. 

El "malestar" fue la única política de Estado en medio siglo. 

La utopía libertaria es destruir al Estado y reemplazar la razón de la Nación, por la razón del mercado y de los concesionarios. 

La culpa de la política, sin la confesión que redime, nos está condenado a vivir esta perversa utopía que ciertamente no existió ni existe en ninguna parte del planeta. 

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