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Análisis

La insoportable levedad de Ser PyME

La osadía, el ímpetu, el arrojo, la persistencia y la audacia, características propias de los empresarios Pyme, no alcanzan cuando falta el gas o la energía eléctrica, hay caminos y puertos inadecuados, o acuerdos gremiales de la época del ábaco chino.

Bienvenida la desregulación y la baja de impuestos, pero no esperemos buenos resultados de nuestras pymes antes de ver esas acciones que se pregonan.
Bienvenida la desregulación y la baja de impuestos, pero no esperemos buenos resultados de nuestras pymes antes de ver esas acciones que se pregonan. .
Leonardo Wagner 31 mayo de 2024

La dirección del Gobierno actual refiere las virtudes de la libertad como ordenadora de la actividad económica del mercado y tanto oferta y demanda concurren y depuran de manera darwinana a los actores. Las empresas que hacen un "buen producto" prosperan, pero las que no...deben reformular o desaparecer. 

Este himno altisonante también reza que el privado proveerá el financiamiento para hacer las obras de infraestructura y que el Estado en su mínima expresión solo marcará las reglas de juego.

Lamento decirles que los libros saben poco de realidades en este plano. La osadía, el ímpetu, el arrojo, la persistencia y la audacia, características propias de los empresarios Pyme, no alcanzan cuando falta el gas o la energía eléctrica, hay caminos y puertos inadecuados, o acuerdos gremiales de la época del ábaco chino.

Mucho se dice de empresarios que no quieren competir, pero que quede claro que las pymes competimos todos los días con la carga tributaria que se lleva el 50% del precio de nuestros productos en forma anticipada mediante retenciones y percepciones, que no hacen más que empobrecernos como industria. Estos gravámenes, en cambio, deberían estar aplicados a la mejora de la competitividad de nuestros procesos. Entonces, nos vemos obligados a buscar canales "alternativos" de producción y comercialización para asegurar una mínima rentabilidad.

Competimos con el Estado en su triple nivel: municipio, provincia y nación, que de manera anárquica pugnan por llevarse su tajada tal como corsario su botín (la última norma que pretendía armonizar la concurrencia sobre los tributos multi estado se encuentra próxima a cumplir 40 años)

Bienvenida la desregulación y la baja de impuestos, pero no esperemos buenos resultados de nuestras pymes antes de ver los resultados de las acciones que se pregonan, las cuales están aún lejos de ser realidad. Hoy en día nada ha cambiado, solo se ha profundizado el desasosiego por el incremento de costos, la recesión y falta de dólares; léase menos venta y menos producción.

En estos meses de baja venta, estimada a nivel general entre 35% y 50% según el ramo de la industria en cuestión, las pérdidas se cubren con crédito propio o de terceros. El paso que sigue son las suspensiones.

El emprendedor solo sabe de emprender, de estar en acción. Es cierto que la agroindustria, la minería y el sector de la energía están activos, pero solo con ellos no alcanza. La reconversión debe llevarse a cabo de manera programada y acompañada por políticas de Estado. La gremial empresaria, en nuestro caso UIPBA y UIA, mucho han dicho al respecto sobre el plan estratégico industrial, pero aún no despertó interés en el gobierno. 

Debemos conocer cuál es el plan del gobierno para la industria nacional, ¿se trata únicamente del Régimen de Inversiones de la denominada Ley Bases?, ¿cuál es la letra chica de su implementación? ¿Y cuál es el empalme de las pymes en el proceso? En síntesis, nada bueno puede suceder en una economía sin industria. 

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