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Los pesos queman y compran lo que sea para huir del efectivo

Tras el plan platita, Massa logró lo esperable. Los inversores siguen huyendo del peso. Los depósitos en moneda local se congelaron nominalmente. Los dólares libres saltaron. La brecha llegó al 125%. Pero el trade electoral se mantiene: hubo bonos sostenidos y acciones con fuerte aumento.

Los pesos queman y compran lo que sea para huir del efectivo
Luis Varela 29 agosto de 2023

El plan platita 2.0 anunciado por el ministro candidato Sergio Massa el domingo determinó que ayer se produjera en el mercado argentino una huida a más velocidad del peso: nadie se quiere quedar con billetes argentinos ni en los bolsillos ni en las cuentas bancarias, tanto que el stock total de plazos fijos en moneda local está nominalmente en baja desde el viernes 18 de este mes. 

Específicamente, saliendo del peso, luego de asegurarse el dinero transaccional para realizar pagos bancarios, hubo ayer una mayor presión de compra de dólares, que hizo saltar al blue y sobre todo al dólar fuga, con una brecha cambiaria insostenible, del 125% entre el CCL y el anclado dólar mayorista. Al tiempo que los bonos estuvieron sostenidos, con una mínima baja del riesgo país. Pero lo más sorprendente del día fue un nuevo salto en las acciones argentinas, tanto a nivel local como los ADR en Nueva York, con altísimo volumen fundamentalmente en Cedears, es decir empresas extranjeras.

Los mercados externos

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Este cuadro vertiginoso del merado local encontró a los mercados internacionales entrando en ligera sintonía. Después del más de lo mismo de Jackson Hole tanto de parte de Jerome Powell de la Fed como de Christine Lagarde del BCE, las tasas largas de EE.UU. volvieron invertirse ayer: se pagó 5,5% anual a 1 año de plazo, 4,4% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,3% a 30 años. Por lo que, en el exterior, el dólar subió 1% en Chile, 0,4% en México y 0,1% en Japón y China, no cambió en Brasil y bajó 0,2% contra el euro y la libra.

A nivel local, sin lugar a ninguna duda, lo que movió todas las operaciones fue el Plan Platita 2.0 de Massa en su "plan llegar a ser Presidente" como sea. Frente a eso, la decisión de ahorristas e inversores fue una sola: huir de los pesos, comprando bienes durables, dólares o lo que encontraran a la vista. Así, en un día en el que el BCRA terminó sumando US$ 65 millones a las reservas, los dólares libres treparon más: el dólar blue saltó $8 hasta $738, el Senebi saltó $9,42 hasta $778,90, el MEP subió $2,98 hasta $667,95 y el contado con liquidación brincó $14,14 hasta $787,36. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 101% y la del CCL con el mayorista brincó hasta el 125%, lo cual hace completamente inviable a la economía, beneficiando importaciones y desalentando exportaciones.

La marcha de los precios

Debajo de esa inestabilidad cambiaria, con analistas de todo el espectro advirtiendo que este nuevo Plan Platita llevará a la inflación a una escalera aún más alcista, se imaginan variaciones que dan miedo: afirman que los IPC que vienen pueden ser del 12% en agosto, del 15% en septiembre, del 20% en octubre, del 25% en noviembre y un diciembre impredecible.

Frente a esto, muchos inversores altamente arriesgados especulan, y se siguen colgando de un "rally electoral", porque esperan a pleno que haya un nuevo Gobierno en la Casa Rosada desde diciembre, mucho más capitalista, más amigable con el mercado. Así, ayer los bonos argentinos, que danzan en paridades del 32% (que es un precio muy cercano a valor de default), siguen teniendo atractivo. Por eso, este tipo de apostadores especulativos piensan que los bonos locales pueden caer de corto, con el nuevo Presidente, sea quien sea. Pero entienden que luego llegará alguna estabilización, como pasó en 1991 después de la híper de 1989, o como sucedió en 2003 después de la crisis de 2001.

Con esos antecedentes y esos cálculos en el aire, como lo importante es no tener pesos, la decisión de comprar bonos en estos niveles no aparece como mala idea. De ahí que, con alto volumen, los bonos argentinos subieron ayer casi 2%, por lo que el riesgo país cedió 9 unidades hasta 2.041 puntos básicos.

A nivel internacional, mientras tanto, hay un escenario con algunas similitudes. Los inversores especulativos no le temen a la amenaza de suba de tasas de la Fed y del BCE, y a pesar de estar avisados de que en septiembre la tasa base de Powell puede subir de 5,5% a 5,75% anual, las bolsas de casi todas partes volvieron a subir. 

Bolsas para arriba

Puntualmente, hubo un aumento en la bolsa de Nueva york: con alza del 0,6% para el Dow y el S&P y avance del 0,8% para el Nasdaq. Mientras que se anotó una suba del 1,1% en la Bolsa de San Pablo y del 0,5% en la de México.

Pero en un ambiente cada vez más cercano a una híper, donde más se destacaron las acciones fue en el mercado local. Con $13.908 millones operados en acciones y $31.102 millones en Cedears (récord histórico absoluto para un solo día), hubo un salto del 5,4% en la Bolsa de Buenos Aires, con algunos papeles que llegaron a subir nada menos que hasta 12%, sin ninguna baja para destacar. Al tiempo que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York anotaron un salto en bloque del 1% al 9% con Supervielle, Telecom, Macro, Galicia, Francés, Central Puerto, Pampa E, IRSA, Cresud, Edenor, Bioceres, TGS y Loma Negra en el tope de los rendimientos.

¿Qué pasó con los commodities? 

La posible suba de tasas en la Fed y en el BCE en septiembre los tuvo bastante aplastados. Hubo una suba del 0,1% para el petróleo, los metales preciosos actuaron sostenidos, los metales básicos estuvieron casi sin operaciones, más subas para el maíz y la soja en Chicago, con baja para el trigo, en tanto que en Rosario todos los precios estuvieron en descenso, sobre todo el sorgo. Y los que volvieron a perder otro round fueron las criptomonedas, con una baja del 0,1% para el Bitcoin, y con descensos de hasta el 4% para el resto de los valores de ese panel.

Elecciones Massa Milei Bullrich
 

Mientras esto sucede, los tres candidatos en carrera desarrollan estrategias diferentes. Milei está preparando un viaje a EE.UU. para tranquilizar los ánimos. Massa se fue a Brasil para que Lula lo deje pagar importaciones con yuanes (de hecho anunció un nuevo instrumento para financiar exportaciones brasileñas por US$ 600 millones). Y siguió pasando la gorra para ver si consigue dólares para enfrentar el mercado cambiario. Al tiempo que Bullrich estuvo reunida con Melconián, para contar con un candidato a Economía que tenga la cintura que tiene Milei, para que con su "calle" lo acueste.

En el mercado creen que Massa la tiene muy complicada, ya que para el momento de la elección ya tendrá encima la difusión de los IPC de agosto y setiembre, lo cual en ese momento la inflación anual estaría en torno al 140% anual. Y analistas de mercado explicaron que este plan platita que anunció Massa para septiembre es un "toco y me voy". Ya que los asalariados y los jubilados recibirán a fin de setiembre el aumento, luego de dos meses con una inflación acumulada del 27,5%. Por lo que cuando llegue el dinero a los bolsillos se habrá esfumado entre los dedos una buena parte de posibilidad de compra. O sea, es un claro anuncio de campaña, con música de canción de cuna de fondo, que en realidad dejará a los que menos cobran sin recibir absolutamente nada.

Siempre el Fondo

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Y no hay que olvidar que después de la elección del 22 de octubre Massa tendrá que cumplir con lo que acordó con el FMI, algo que ya rompió este fin de semana. Por lo que será compleja la próxima liberación de DEG. Seguramente habrá un waiver hasta superar el balotaje, si es que se debe realizar ese paso electoral. Y después, el interlocutor con el Fondo para que el país no caiga en default será el que termine como presidente, a partir desde el 10 de diciembre.

Para entender lo que están firmando los que juegan plata en serio se pueden dar los precios que tuvo ayer el dólar futuro en el Rofex. Para agosto no hay sorpresa, se esperan los $350 actuales. Pero para septiembre se firman contratos con un aumento del 8,5%, hasta $379,8. En octubre, el aumento esperado para el oficial es del 14,5%, hasta $435. Para noviembre, se sellan acuerdos con subas del 25,5%, hasta $545,8. Y para diciembre corre un frío por la espalda, con una suba del 27,7%, con un precio de $697 para el dólar oficial de fin de año.

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