La agencia de estadística Eurostat confirmó que la inflación en la zona euro fue de 8,6% en junio, superando el registro de 8,1% de mayo mientras que en el mismo mes del año pasado había sido de 1,9%.
- Una vez más, la mayor contribución a la suba del índice fue el incremento de 4,2 puntos porcentuales de la energía y cumula 42% en los últimos doce meses.
- En términos intermensuales, el aumento fue de 0,8%.
Las tres economías más grandes tuvieron tasas de inflación inferiores al promedio: Francia 6,5%, Italia 8,5% y Alemania 8,2%, que además registró una deflación de 0,1% en la comparación intermensual.
Si bien el dato ratificó la estimación preliminar, le dio más fuerza a las versiones sobre un posible aumento de la tasa de interés de 50 puntos básicos por parte del Banco Central Europeo que se reunirá este jueves.
Hasta ahora se descontaba que la suba sería de un cuarto de punto tal cual lo había anticipado la propia entidad y que recién en septiembre el incremento sería mayor.
Pero la persistencia de una inflación elevada y la agresiva política monetaria de la Reserva Federal que la semana que viene subiría la tasa en 75 puntos básicos, podrían llevar a que el BCE ajuste su estrategia.
Si el diferencial de tasas se sigue ensanchando a favor del dólar, el euro se puede seguir debilitando generando más presiones inflacionarias porque encarece el precio de los productos importados para el consumidor europeo.
El mercado parece creer en la posibilidad de una suba mayor de la tasa y por eso el euro subió 1% frente al dólar cotizándose a 1,03.
De todas maneras, el BCE tiene que hacer un delicado equilibrio para no afectar el alicaído nivel de actividad y teniendo en cuenta la diferente situación que atraviesan los países que tienen una moneda común.