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Deuda pública

Mercado bajo presión: Guzmán puede tener hoy un día difícil

El dólar fue la noticia en todas partes ya que subió contra todas las monedas, especialmente en Argentina. Hoy hay una licitación de deuda que puede ser clave para lo que viene.

El mercado argentino enfrentó ayer un día ciertamente difícil en una jornada ciertamente negra en los mercados internacionales.
El mercado argentino enfrentó ayer un día ciertamente difícil en una jornada ciertamente negra en los mercados internacionales.
Luis Varela 27 abril de 2022

En un momento absolutamente decisivo para el Gobierno y más específicamente para Martín Guzmán, el mercado argentino enfrentó ayer un día ciertamente difícil, desde lo institucional, desde lo financiero y también desde lo político y lo más complicado del caso es que hoy se enfrentará un duro test, ya que el titular de Hacienda necesita tomar más deuda en pesos con urgencia para poder seguir pagando los gruesos vencimientos que vienen en moneda local.

Probablemente el golpe más duro que cayó encima de la cabeza de Guzmán fue la dura advertencia que le llegó desde el FMI, después de que el ministro pasara por Washington, en la reunión de primavera del Fondo, y desde donde vino con la sonrisa de Kristalina Georgieva, reconociendo que se moverán las metas firmadas en el acuerdo de hace un mes. Pero ayer, el hombre del Fondo encargado específicamente para manejar el tema argentino, el brasileño israelí Ilan Goldfajn, un técnico muy estricto, advirtió con todas las letras que el ajuste fiscal y monetario no se tocan.

Otra suba del dólar

Desde lo financiero, el ministro tampoco tuvo buenas noticias. Ayer el precio del dólar siguió disparado: saltaron las 14 variantes de Alberto, con los financieros libres muy firmes, y con el blue volando, trepando hasta $212,50 en Ciudad de Buenos Aires, pero negociándose a $216 en las principales ciudades del interior, en lo que fue su mayor salto diario desde 2020, alcanzando sus máximos de dos meses. Y llevando a la brecha cambiaria a un nivel otra vez peligroso: desde el 65% de hace dos semanas saltó hasta el 85% entre el CCL y el mayorista, una diferencia que destruye el comercio exterior, eliminando el superávit comercial, el único canal de financiamiento genuino que le queda a Argentina.

Y desde lo político, la embestida le llegó a Guzmán desde la Cámpora, con serias declaraciones de Andrés Larroque, mano derecha de Máximo Kirchner en esa agrupación política, quien en un acto denunció que "la verdadera política social se hace en el Ministerio de Economía y a Guzmán no lo votó nadie", sin decir al mismo tiempo que fue nada menos que Cristina Kirchner la que le impuso a Guzmán, sugerido por el Premio Nobel Joseph Stiglitz, ese mismo que hace dos meses dijo que había un "milagro argentino". Y sin admitir tampoco que Guzmán quiso tomar en estos últimos 26 meses nada menos que 23 medidas centrales que fueron volteadas una a una por el kirchnerismo.

Con todo eso, con presión del FMI y con durísima embestida política, el ministro Guzmán sale hoy a intentar colocar más deuda, en un Gobierno que ya se ha convertido en un endeudador serial. Guzmán dice que esto no es tan grave porque la deuda que se toma es en pesos, pero el 80% del dinero tomado es ajustable por inflación o por tipo de cambio, y frente a cualquier crisis la deuda contraída arrastrará al Gobierno y al país a una nueva encrucijada. 

Desde hoy a las 10 (y con revancha mañana) Guzmán tiene que salir a tomar una montaña de pesos del mercado, en un momento en el que nadie quiere permanecer en moneda nacional, bajo ninguna cobertura, ni con tasa de interés, ni ajustable por inflación y tampoco atada al tipo de cambio oficial. Sin embargo, Guzmán ofrecerá Lelites, Ledes, Lepase, un bono dólar linked, un Boncer y una canasta de Lecer y Boncer a Fondos Comunes de Inversión y a creadores de mercado.

La oferta

A los fondos comunes de inversión les ofrecerá una letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 23 de mayo de 2022 (nueva). Mientras que a los denominados creadores de mercado les ofrecerá cuatro letras, dos bonos y una canasta para canjear el bono T2X4. En detalle, les ofrecerá una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (s29l2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a tasa variable más 14% con vencimiento 16 de agosto de 2022 (sg162 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de agosto de 2022 (s31g2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de septiembre de 2022 (s30s2 - reapertura); un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,40% vencimiento 30 de abril de 2024 (tv24d - reapertura); un bono del Tesoro nacional en pesos con ajuste por CER 2,00% vencimiento 9 de noviembre de 2026 (boncer 2026 2,00%) (tx26 - reapertura); y una canasta compuesta en un 60% por la letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 19 de mayo de 2023 (x19y3 - nueva) y en un 40% por el bono del Tesoro nacional en pesos ajustado por CER 1,55% vencimiento 26 de julio de 2024 (t2x4 - reapertura).

Un desafío para Guzmán

¿Logrará Guzmán tener oferta de pesos en el mercado interno en esta difícil coyuntura? El ministro sabe que la jornada es peligrosa y que tiene muchos enemigos de su orientación de política económica. Y ayer salió a enviarle una clara señal de resistencia a toda el ala de la Secretaría de Energía, que fue la que más trabas le puso a toda su gestión, ya que le impidió subir las tarifas de electricidad y mes hace varios meses, con un disgusto que llegó a tal grado que Guzmán le manifestó a Alberto que si no se iba de su puesto un funcionario de tercer orden (el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo), él mismo estaba dispuesto a renunciar, decisión que Alberto frenó, porque sabe que su permanencia también está muy atada al resultado que consiga su ministro. Y justamente para ir contra esa ala K que maneja el gas, la electricidad e YPF, Martín Guzmán salió a empujar, convocando para hoy a una reunión, advirtiendo que “hay una oportunidad histórica para acelerar el desarrollo del sector energético”.

Todo esto que ocurrió en el mínimo mercado argentino estuvo rodeado por una jornada ciertamente negra en los mercados internacionales. 

Con gruesos problemas por Covid en China y por escasez en la distribución de productos, se sigue trabando la oferta mundial de bienes y la inflación sigue golpeando, a lo que desde la cúpula de la Reserva Federal salieron a lanzar una bomba neutrónica más potente contra el mercado que todas las reiteradas amenazas atómicas que viene anunciando Putin, en su ataque a Ucrania, y ahora también aparentemente con algunas incursiones en Moldavia, algo que llevó a Noruega a separar parte de su presupuesto para comprar armas y enviarlas a la misma Ucrania, mientras Suecia y Finlandia siguen acercándose lentamente a la OTAN.

Los pasos de Powell

La gente de Powell al mando de la Fed ya pusieron en marcha el retiro de dólares de a US$ 95.000 millones por mes y además adelantaron que en diez días anunciarán una suba de 0,5 puntos en la tasa corta, hoy ubicada en 0,25%, y que después de ese incremento, de acuerdo a como vaya evolucionando la inflación se subiría la tasa inmediata dos veces en 0,75 punto cada una, con la intención de llegar a fin de año a por lo menos 3,5% anual. ¿Sucederá? Nadie lo sabe. Algunos especulan con que vienen cuatro subas de tasas otros hablan de ocho escalones alcistas. Todo estará atado a la inflación, al empleo y a los niveles de actividad. Powell parece estar dispuesto a aceptar un estancamiento corto con tal de frenar la inflación, habrá que ver cuál es el resultado.

La gran cuestión es que esa amenaza de suba de tasas, más todas las complicaciones que se ven en todas partes, agigantó el movimiento de los inversores que siguen comprando bonos de EE.UU., por lo que el dólar volvió a subir contra casi todas las monedas y las tasas largas de los bonos norteamericanos mejoraron en sus valores contado y vieron bajar sus rendimientos a vencimiento: desde 3%, bajó a 2,7% anual a 5 años, 2,7% a 10 años y 2,8% a 30 años. Y con ese movimiento en el exterior el dólar saltó 2,5% en Brasil, 1,3% contra la libra, 1,1% en México, 0,7% contra el euro, 0,2% en chile y bajó 0,7% contra el yen.

Y atención que la fuerte suba del dólar en Brasil es una estocada grande para el comercio argentino. Porque el ajuste cambiario oficial que hace Pesce es muy inferior a la inflación. De ahí que Goldfajn le haya reclamado ya con urgencia que vuelva a subir la tasa de interés en pesos, y que pongan en línea las grandes variables. Ayer el BCRA logró sumar US$ 8 millones a las reservas (con varios sectores de la economía diciéndole a Miguel A. Pesce que ya no cuentan con insumos para seguir produciendo y que si no libera dólares habrá un estancamiento industrial). Por lo pronto, para frenar esta ola de aumento de precios internos, y del dólar, Pesce se limitó ayer a seguir chupando depósitos de los bancos: absorbió $ 373.570 millones en Leliq cortas y $24.240 millones en Notaliq a seis meses.

Las bolsas en caída

El bombazo de la Fed, que sí parece decidida a enfrentar la inflación, causó estragos ayer en los mercados bursátiles e impactó duramente en todos los mercados emergentes. Los títulos públicos argentinos no sufrieron tanto, porque tienen precios mínimos y los que se mantienen colocados en esos valores están ya resignados a esperar la reestructuración que venga, por lo que finalmente ayer los valores en pesos de los bonos no variaron tanto y el riesgo país en consecuencia bajó 24 unidades, hasta 1756 puntos básicos.

Pero a la hora de mirar hacia las bolsas, alguien le preguntó a un operador de Wall Street, ¿estamos en un martes negro? Y el hombre de finanzas le respondió "¿existe un color más oscuro que el negro?”. Literalmente hubo un derrumbe en la Bolsa de Nueva York: el Nasdaq cayó 4%, el S&P cedió 2,8% y el Dow bajó 2,4%, con una caída de más del 12% para Tesla, después de la travesura de Elon Musk de comprar Twitter de un manotazo, sin que nadie logre entender todavía para qué lo hizo. Y detrás del desplome de Wall Street, la bolsa de San Pablo cayó 2,2% y la de México cedió 0,4%.

En medio del pico inflacionario, el resultado en pesos de la Bolsa de Buenos Aires no pareció tan grave. Con $1.048 millones operados en acciones y $2.893 millones en Cedears, el índice S&P Merval bajó 1,7%. Pero si se miran los ADR argentinos que operan en Nueva York se vio una caída en bloque de hasta el 7,4%, con papeles como YPF, Macro, Supervielle, Loma Negra, Galicia, Francés, Pampa E e IRSA I entre las peores del día. Y con muchas voces que advierten que alguna de esas empresas está quebrada, y que los bancos están tan llenos de papeles del Estado que los convierten en una especie de caja vacía.

La situación global es absolutamente incierta. Entre la invasión rusa, el Covid en China y la Fed presionando, las materias primas tuvieron ayer día complejo. El petróleo rebotó y subió 3,5%, los metales preciosos y también los básicos estuvieron mixtos. Los precios de los granos actuaron hacia arriba más en Chicago que en Rosario, con serias advertencias de que se están destinando 200.000 hectáreas menos a siembra de trigo por las condiciones absurdas que propone el Gobierno. Y lo peor del día le tocó a las criptomonedas, con una caída del 4,7% para el Bitcoin, pero con derrumbes de hasta el 8% para el resto de los valores de ese panel.

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