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De cómo en la última década los cabezones se convirtieron en oro para coleccionistas hasta la saturación del mercado.
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Los Funko Pop!: del juguete deseado a una saturación del consumidor

Funko, la empresa norteamericana dueña de la línea Pop! atraviesa una crisis financiera lo que provoca que sea más barato tirar a la basura el excedente de muñecos que venderlos.

Sebastián Tabany 08 marzo de 2023

Muñecos de plástico sin articulaciones y cabezones representando personajes no solo de la televisión y el cine sino también de la vida real como deportistas, cantantes y hasta jugadores de fútbol, el Pop! ha sido una constante de la cultura audiovisual de los últimos años.

Desde su introducción en 2004, el Pop!, el muñeco más conocido y vendido de la marca Funko, ha ido ganando terreno no solo en jugueterías sino también en comiquerías y eventos tales como las Comic-Con de los diversos países de la cual Argentina tiene dos, en mayo y en diciembre.

Hasta Funko se ganó un documental, Making Fun: The Story of Funko de 2018, actualmente disponible en Netflix donde cuenta el origen de la empresa y de cómo a partir de que el inversor Brian Marotti la compró se transformó en un monstruo con ganancias millonarias en todo el mundo. Si bien el documental está producido por la misma empresa y es lógicamente benévola con la marca, hay momentos donde se presentan diversos coleccionistas con sus habitaciones llenas de muñecos que indagan, aunque sea superficialmente, en la obsesión y el consumismo y cómo la empresa alegremente los alimenta.

La semana pasada Funko presentó el reporte del último trimestre de 2022 y las noticias no son buenas para la empresa norteamericana originaria del estado de Washington. "Era claro en nuestro último earning call que el negocio y las operaciones llegaron a un punto de inflexión", dijo Mariotti a los inversores.

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Los Funko Pop!: del juguete deseado a una saturación del consumidor.

Mariotti volvió como CEO después de una pausa y anunció al ex CEO de Walmart, Steve Nave, como CFO y COO, siendo éste último un nuevo cargo antes inexistente en la empresa. "Una combinación de factores macro y problemas específicos de Funko han afectado nuestras performances operativas y financieras a un grado inaceptable".

Las ventas en Estados Unidos en el último trimestre bajaron a US$ 241 millones de los US$ 253 del mismo período del año anterior. La empresa, en total, perdió US$ 46,7 millones en comparación con la ganancia de US$ 17,4 millones de doce meses atrás.

En el mismo comunicado de prensa, Funko declara: "El inventario anual es de US$ 246,4 millones, un aumento del 48% comparado con el año anterior. Esto incluye inventario que la empresa pretende eliminar en el primer semestre de 2023 para reducir los costos de manutención al manejar niveles de inventario para que se alineen con la capacidad operativa de nuestro centro de distribución. Esto se espera que resulte en una pérdida en el primer trimestre de 2023 de aproximadamente US$ 30 a US$ 36 millones".

¿Qué quiere decir esto? Los almacenes de Funko están saturados de muñecos sin vender lo que resulta más barato tirarlos que venderlos. El nuevo centro de distribución en Arizona, inaugurado en 2002, se destaca en el reporte. Los gastos de alquiler de containers para manejar el exceso de inventario figura como uno de los principales déficits en el reporte. La solución: la basura.

Funko, además del Pop!, también fabrica remeras, tazas, y otras líneas similares como llaveros o mini muñecos; pero es la estética homogénea del Pop! la que ha estado llevando la economía de la empresa. El promedio de cada Pop! es de US$ 12 en Estados Unidos y en Argentina alrededor de $10.000.

Es tal la afición a los muñecos de algunos coleccionistas que se ha creado un mercado secundario de venta y reventa ajena a Funko, aunque la empresa lo haya fomentado al lanzar ediciones exclusivas inconseguibles como las de San Diego Comic-Con que solo se venden ahí y para comprar hay que anotarse en un sorteo en un página web que aún siendo ganador el comprador tiene que sufrir una cola de horas de todas formas. Claro que tal hazaña no está circunscripta a los coleccionistas. Muchos revendedores se alistan en el sorteo, compran y a las horas está disponible en la misma convención u online a casi el 300 % del valor original. 

Sin embargo el mundo coleccionista se calcula que solo comprende el 1% del catálogo de los Pop! mientras que el 99 % no tiene valor significativo de reventa.

Durante la pandemia, Funko vio como crecía la demanda - lo que sucedió en varias industrias como la editorial, por ejemplo - pero al pasar el tiempo su stock no se liquidó y se quedó con el inventario excedente antes mencionado. Otra razón por el declive de los Pop! es que los consumidores que quieren un muñeco de, digamos, Mandalorian, la serie que estrenó su temporada 3 hace pocos días en Disney+, ya lo compró. ¿Cuántas versiones un consumidor va a querer? Mandalarian con Grogu, Mandalarion solo, Mandalorian sin el casco, ¿Mandalorian haciendo yoga?

Por último en los últimos dos años a Funko le ha aparecido una férrea competencia: la piratería. Si bien los Pop! son diseñados en Estados Unidos, son en China donde se fabrican. Y son de ahí también las versiones truchas de muchos personajes que ni siquiera Funko tiene la licencia. ¿Lio Messi? El Pop! original es del PSG. ¿Lio Messi con la camiseta argentina? Trucho.

Pero a la gente no le importa porque la matriz de los Pop! es sencilla, para nada complicada. No es una pieza de ingeniería de diseño industrial elevado. Copiar un Pop! es tan sencillo que ya se están vendiendo impresiones 3D de lo que se quiera, hasta de uno mismo en versión Pop! si así se desea.

En 1983 la empresa Atari tiró en un vertedero sanitario miles de copias de su juego de la película E.T., al ser un fracaso comercial y de crítica. 30 años después, en 2013, se procedió a exhumar el contenido para un documental lo que provocó que varios fans se acercaran y buscaran una copia prístina del juego que gracias al tiempo, la obsesión por el coleccionismo y la moda retro, se vendieran a US$ 1.500 cada uno. Quizás dentro de 30 años pase lo mismo con los más de US$ 30 millones de Pop! que Funko piensa enterrar. O no. Nos vemos en tres décadas.

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