Con tantas plataformas de streaming a nuestra disposición, puede parecer casi imposible decidirse por algo para ver durante el fin de semana.
Por eso reunimos en una selección especial las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine, para convertir ese menú interminable en un problema del pasado.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Star Plus, HBO Max, Paramount Plus y Mubi.
1. Miniserie para ver en Netflix: El caso Bettencourt: El escándalo de la mujer más rica del mundo
Sólo tres episodios les lleva a los directores Baptiste Etchegaray y Maxime Bonnet narrar las numerosas vicisitudes que llevaron a una hija a iniciar un proceso que determine la capacidad de su madre para administrar su fortuna. Se trataba de la mujer más rica del mundo, la dueña del emporio francés L´Oreal.
Liliane Bettencourt durante 20 años gozó de la amistad del fotógrafo Jean-François Banier, un hombre abiertamente gay que le devolvió la sonrisa y las ganas de vivir. Ella fue muy generosa con él, regalándole 970 millones de euros en obras de arte, objetos suntuosos y dinero en efectivo. Pero parece ser que este hombre era sumamente ambicioso y eso no bastaba...
Como el juicio no prospera, la hija de Liliane, Françoise, decide hacer públicas unas grabaciones en donde quedan expuestos diálogos de su madre con otros ventajeros. El alcance de esas escuchas salpica a miembros del gobierno, que se llevaban abultados sobres después de cenar con la atribulada mujer, que se hallaba en un estado de vulnerabilidad, ya exhibía las señales de un Alzheimer avanzado, hasta el punto que podía no recordar que era dueña de una isla en la que vacacionaba y que no estaba declarada al fisco.
El documental, con un ritmo trepidante, expone el lado B de muchas grandes empresas que se han sostenido en el tiempo dando sobres a políticos tanto de derechas como de izquierdas, beneficiándose de no ser auditadas. Uno de ellos podría haber sido el presidente en ejercicio por aquella época, Nicolas Sarkozy.
Escuchamos las recomendaciones del asesor financiero que le indicaba a Liliana qué era conveniente declarar o no, el traslado de cuentas fantasmas en Suiza a otros paraísos fiscales como el Uruguay y, a cambio, pedía dinero para comprarse el yate que siempre había anhelado.
Con un padre -fundador del emporio- colaborador de los nazis y, ella misma, una antisemita velada -le pregunta a un conocido si su propio nieto da "demasiado judío"-, las grabaciones y un abundante material de archivo revelan el perfil de una mujer fuera de lo común, y permiten el atisbo de un estilo de vida singular. Imperdible.
2. Serie para ver en Paramount Plus: Accused
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Esta serie honra el arte de narrar historias de manera sucinta y efectiva. Cada episodio plantea un caso que se dirimirá en la justicia. No hay estrellas famosas, pero sí directores que conocen su oficio y saben cómo mantener al espectador ansioso.
Un cirujano establecido teme que su hijo adolescente sea un psicópata en potencia. Trata de establecer un mayor contacto con él, pero termina en el banquillo de los acusados.
Una madre de alquiler sordomuda da a luz a una beba hermosa y... sorda. El padre de la nueva familia -un músico- no está muy contento, o al menos, eso le parece a ella. La mujer terminará en el banquillo de los acusados.
Un joven más que dolorido por la pérdida de su madre señala a la encargada de cuidados paliativos de haber acelerado el proceso. El chico parece sufrir un serio desequilibrio. Terminará en el banquillo de los acusados.
Cada episodio no excede los 45 minutos; hay una docena más, de similar calidad. Entre los directores se hallan Michael Cuesta (que dirigiera varios episodios de Dexter, Blue Bloods, Homeland) y Marlee Matlin, la primera actriz sordomuda ganadora de un Oscar por Te amaré en silencio en 1986.
Filmada en Canadá, sin grandes costos de producción, es un entretenimiento que va directo al grano y que permite reflexionar y emocionarse. Recomendada.
3. Serie para ver en Star Plus: Asesinato en el fin del mundo
Darby (Emma Corrin) es una hacker y detective aficionada. Acaba de publicar un libro en el que cuenta una investigación que realizara junto a Bill (Harry Dickinson, el modelo de El triángulo de la tristeza) sobre un grupo de mujeres asesinadas en zonas marginales.
La muchacha recibe una invitación de Andy (Clive Owen, canalizando a Elon Musk), uno de los popes de la tecnología, para que se sume a una reunión de programadores en un suntuoso retiro en Islandia.
Una vez allí, Darby se encontrará con algún conocido, varios personajes excéntricos y su admirada Lee (Brit Marling), una hacker legendaria que ha dejado todo de lado para casarse con Andy y darle un hijo.
Ya la primera noche se registra una muerte. Algunos creen que fue un suicidio, no así Darby, que pondrá toda su sapiencia para resolver el misterio.
Con sólo 3 episodios (de 7, de una hora de duración) emitidos, podemos decir que Zal Batmanglij y Brit Marling han creado un relato generoso en suspenso, con ampulosas escenografías y una fotografía de tintes azulinos para las extensas superficies islandesas y ambarinos para los interiores del moderno refugio creado por el mega multimillonario.
Asesinato en el fin del mundo es básicamente un policial con elementos de ciencia ficción; los personajes interactúan con fascinantes creaciones en las que se utiliza la inteligencia artificial y robots. Al mismo tiempo, el relato de lo que sucede en Islandia se alterna con un pasado en el que veremos qué pasos siguieron los dos jóvenes protagonistas para resolver las muertes de tantas mujeres que nadie se tomó la molestia de investigar.
Owen le otorga un encanto sombrío a su magnate, y la belleza otoñal de la maravillosa Joan Chen (El último emperador, Twin Peaks) baña de exotismo cada una de sus apariciones. En definitiva, un misterio que fascina.
4. Miniserie para ver en HBO Max: It´s a Sin
En Es un pecado, bajo la responsabilidad de la pluma experta de Russell T. Davies (Queer as Folk, Years and Years), se narra la epidemia de SIDA (enfermedad causada por el virus HIV) en los años 80 a través de las vivencias de un grupo de amigos gays.
Muchachos que huyen de hogares poco comprensivos de las provincias se juntan con otros residentes londinenses para alquilar un departamento e iniciar su vida como adultos en el mundo del trabajo, del estudio y de las relaciones sexuales sin compromiso.
En los 5 episodios de la miniserie hay escenas de abundante disfrute, ya sea en cuartos privados, pubs o en discotecas, donde la cerveza corre rauda junto con otros fluidos, cercada por las acechanzas de un virus desconocido que va cobrando su cuota, a la vez que se vislumbra la acción todopoderosa de una prensa homofóbica y la inacción del gobierno neoliberal de Margaret Thatcher.
También hay espacio para representar abusos en lugares de trabajo, los efectos de la desinformación y de las teorías conspirativas -algo que vivimos cotidianamente durante la reciente pandemia-, la negación de lo evidente tanto por parte de los familiares como de algunos de los protagonistas, y la penalización de las víctimas, muchas veces condenadas por el estado y sus familiares a morir solos y aislados en un pabellón de hospital, tan demudado como una prisión.
Junto a los personajes uno puede revivir la angustia que provocaba en aquella época un test Eliza -que, extracción mediante, comprobaba si ya el virus estaba en la sangre- y la detención de las agujas del reloj hasta recibir el resultado que, de ser positivo, en la mayoría de los casos, equivalía a una segura sentencia de muerte, por no haberse descubierto aún un tratamiento para la enfermedad. Y también, recordar el estrechar la mano y el abrazo a un amigo en su lecho agónico.
Pero como ya dijimos, Davis borra el estigma vergonzante sobre el colectivo gay con un "quien nos quita lo bailado" y vuelca la mirada condenatoria sobre aquellos que no se sienten cómodos habitando su propio pellejo o los que -con estrechez de miras- condenan al ostracismo a sus seres más queridos o, en el caso de entidades gubernamentales o instituciones, a los ciudadanos.
Y más allá de la vitalidad que desparraman los actores -todos gays fuera de la ficción- que interpretan al cuarteto protagonista, la candidez de la amiga que los acompaña como un ángel de la guarda, el latido de los maravillosos temas que jalonan la banda sonora —a cargo de Bronski Beat, Pet Shop Boys, Cyndi Lauper, Belinda Carslile, para sólo mencionar unos pocos-, el realismo en los detalles de la vida cotidiana, Es un pecado resulta ejemplar a la hora de contar y visibilizar la tragedia que se llevó a muchos, hundidos en la más cruel de las ignominias.
5. Película para ver en Mubi: Un asunto de mujeres
En la Francia ocupada por los nazis, Marie (Isabelle Huppert) descubre que es fácil hacerse de dinero realizando abortos junto a la habitación en que su marido baldado y sus hijos desayunan. Siempre hay una prostituta en apuros o una señorita de escasos medios que dio el mal paso a mano.
Las ganancias le permiten vivir por encima del promedio de sus vecinos, comprarles ropitas coquetas a los chicos, burlarse de un marido que debido a una pierna dañada en la guerra no puede proveerla. Para Marie no existen los cupones de racionamiento.
Tampoco las inhibiciones: no duda en trabar relación con un soldado alemán con el que disfruta sexualmente no tan a escondidas. La cosa se complica cuando advertimos que el film se narra desde el punto de vista del hijo, ya adulto.
Un papel semejante, una historia semejante, necesitan de una gran actriz, y de un gran director que sepa conducirla. Claude Chabrol, en su segunda colaboración con Huppert, desnuda hipocresías de la Francia colaboracionista de la mano de uno de los personajes más amorales de su extensa filmografía. Y eso que tiene muchos.
Huppert se llevó a casa la Copa Volpi a la mejor actriz del Festival de Venecia; bien merecida se la tiene. Por ahí también puede verse a la malhadada Marie Trintignant como la prostituta que traba amistad con Marie, hija de Jean-Louis y asesinada por su marido en un triste episodio de la vida real.
