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Dólar en alza, bonos en baja, más riesgo y menos reservas

Sin ser convencidos por ninguna de las dos coaliciones políticas principales, los inversores locales siguen de salida

El desalentador dato del dólar y de los títulos públicos vino acompañado por un día en el que el Banco Central volvió a perder reservas.
El desalentador dato del dólar y de los títulos públicos vino acompañado por un día en el que el Banco Central volvió a perder reservas.
Luis Varela 11 mayo de 2022

Sin que absolutamente nadie entienda nada, ayer volvió a repetirse en la sucesión de discursos que surgen de los políticos argentinos una serie expresiones insólitas que siguen descolocando a ahorristas e inversores, que se ven cada vez más persuadidos a seguir yéndose de Argentina, en vez de volver o traer capitales, como el país tanto lo necesita.

Y las expresiones que generaron muecas no vinieron únicamente del oficialismo, sino también desde la oposición. En el Frente de Todos, que está hoy al frente del Gobierno, lo probablemente más destacado fue algo que dijo el presidente Alberto Fernández desde España, al declarar con pelos y señales que está "dispuesto a pelear contra Cristina Kirchner en las PASO de 2023".

Y a eso siguió la instrucción que le dejó Alberto a Guzmán, quien continuó respondiéndole de manera cada vez más dura a los dichos del viernes pasado de Cristina Kirchner. Guzmán dijo "tenemos diferencias con cosas que ya se hicieron y no funcionaron, y guarda con salirnos de un espacio de sentido común, ya sea de un lado como del otro".

Mientras esa línea tirante se estiraba en la coalición oficialista, hubo posiciones más distantes entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. El jefe de Gobierno de la Ciudad dijo que hay que buscar cosas en común y no distanciarse de ninguna manera dentro de los grupos de Juntos por el Cambio, mientras que la Presidenta del PRO fue más extrema, habló de ser más contundentes, marcar bien la cancha, ir a un bimonetarismo, después de que Macri reclamó "que el PRO no se desperfile para evitar fuga de votos hacia Milei".

Por supuesto, de alguna manera todos están tratando de instalarse para la difusión de las candidaturas que competirán en las PASO, en un movimiento que según Federico Pinedo se conocerán recién en marzo próximo (dentro de diez meses) para competir en las primarias dentro de un año y medio. Todo en momentos en los que el país está sumergido en un proceso de alta inflación con miles de familias sumergidas en problemas ciertamente graves.

Datos preocupantes

Los catorce dólares de Alberto volvieron a subir, los bonos perdieron precio otra vez, el riesgo país escaló un poco más y las acciones pudieron recuperar algo, pero con un volumen operado bastante pobre.

Y lo que más preocupación generó en los actores económicos es que este desalentador dato del dólar y de los títulos públicos vino acompañado por un día en el que el Banco Central volvió a perder reservas pero, lo que es peor, sigue agigantando la deuda con los bancos, ya que ayer entre Leliq y Notaliq sacó de los depósitos otros $ 650.000 millones, agigantando una deuda es ya lleva la estatización de los depósitos argentinos un nivel del 74%.

Esto significa que por cada $100 depositados en plazos fijos argentinos, $74  no son prestados a privados para que tengan crédito y multipliquen su producción y generen empleo, sino que terminan en las arcas de Reconquista 266, que los saca del sistema para que en medio del actual incendio inflacionario haya menos demanda y sobre todo menor compra de dólares, para que no se acentúe la crisis cambiaria.

Toda esta Argentina que parece un país que vive en una especie de dimensión desconocida se dio en un mundo que continuó con la misma tendencia de los últimos días, aunque un poco más atenuada. Los inversores conservadores siguen comprando bonos del Tesoro de EE.UU. ya que esperan que se venga un estancamiento o una recesión, y que los activos de riesgo sigan débiles. Por eso, los precios contado de los bonos subieron y sus tasas a vencimiento cedieron apenas: hasta 2,9% anual a 5 años, 3% a 10 años y 3,1% a 30 años.

El rumbo de las bolsas

Pero tras las fuerte caída que tuvo la Bolsa de Nueva York el lunes, ayer el pulso hacia el dólar no fue tan generalizado. De hecho, en el exterior ayer el dólar subió 0,2% contra el euro y 0,1% contra el yen y la libra, pero bajó 0,2% en México y Chile y cedió 0,4% en Brasil. Mientras que en Argentina estuvo todo en alza: el blue subió 50 centavos hasta $202 y los financieros libres (MEP y CCL) avanzaron algo más de un peso cada uno, hasta colocarse entre $208 y $209.

La firme posición de las tasas norteamericanas le sigue poniendo una especie de techo a las materias primas. Tanto que ayer hubo una baja del 2,7% para el petróleo, los metales preciosos achicaron de manera consistente, con la onza de plata en mínimos de 21 meses. Estuvieron mixtos los metales básicos (el níquel ruso se sostuvo). Y las criptomonedas también achicaron un poco más. Los únicos que siguieron sostenidos fueron los granos, con suba promedio del 0,4% en Chicago, aunque en Rosario la soja funcionó en alza, pero el maíz retrocedió de manera consistente.

Esta generalizada debilidad de las materias primas, a pesar de granos que están defendiendo su valor por la sequía de la Niña tanto en el Hemisferio Norte como en el Hemisferio Sur, genera desconcierto en el mercado local, porque este es supuestamente el mes y el semestre en el que el BCRA debería juntar reservas a dos manos, pero sin embargo las sigue perdiendo. Ayer se fueron US$ 12 millones, en mayo se pierden US$ 386 millones, desde que el FMI nos aprobó el acuerdo se esfumaron US$ 1.702 millones y en lo que va de este año Reconquista 266 perdió la enormidad de US$ 4.190 millones, justo cuando acaba de iniciarse vía zoom la primera de las seis auditorías que hará el FMI antes de que se celebre la elección presidencial de octubre de 2023.

Los bonos para abajo

Estos números volvieron a generar pesimismo con los bonos, que siguieron perdiendo precio (achicaron 0,4%), por lo que el riesgo país volvió a apuntar hacia arriba: subió 11 unidades, hasta 1.858 puntos básicos, por lo que está otra vez nueve veces por encima del riesgo promedio de los países vecinos de nuestra región. Y la tasa a vencimiento del bono más corto del canje de Guzmán acaba de llegar a una hipotética tasa a vencimiento récord del 34,4% anual, un valor ciertamente impagable.

Ciertamente, en un momento tan difícil como atraviesa el mundo, con la invasión rusa a Ucrania, con Japón en recesión, con China frenando y con posible recesión en EE.UU., son pocos los que se animan a estar colocados en activos de riesgo. Y con esa prospectiva ayer hubo cierre mixto en la bolsa de Nueva York: con baja del 0,3% para el Dow, alza del 0,2% para el S&P y mejora del 1% para el Nasdaq. Mientras que las principales bolsas latinoamericanas estuvieron neutras: hubo una baja del 0,1% en la Bolsa de San Pablo y un alza del 0,1% en la de México.

En el mercado bursátil local, tras destacarse el lunes como el que más bajó de todo el mundo, hubo una recuperación. Con $954 millones en acciones y $2.692 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires recuperó 1,7%. Al tiempo que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York mostraron subas del 1% al 5% para Central Puerto, Pampa E, IRSA I, TGS, Galicia, Cresud, IRSA P, Macro e YPF; con baja del 1 al 3,9% para Telecom, Bioceres, Loma Negra y Francés.

La visión de los gurúes

¿Qué dicen los consejeros de inversión frente a esta situación? Esperan que la Bolsa de Nueva York continúe con el presente descreme. Mientras que aparecen algunos analistas que ven con agrado a las acciones argentinas, ya que sus precios cayeron 85% desde la cumbre de la primera parte de la Presidencia de Macri, y con un nuevo Gobierno en 2023 todo parece prometer un rebote, no tan grande como el que hubo en 2015, porque la oposición tampoco ilusiona demasiado, pero por lo menos se terminará con una administración que repitió dos años que no se puede bajar el gasto, y que ahora habla de ir hacia un equilibrio fiscal, pero siempre pagado por otros, que ya no está dispuesto a seguir pagando la fiesta.

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