De cara a un posible regreso a la Casa Blanca, Donald Trump no descarta construir campos de detención en suelo estadounidense para inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país.
Cuando se le preguntó al magnate sobre este tema en relación con su promesa de campaña de llevar a cabo la mayor deportación de inmigrantes ilegales en el país, el líder republicano dijo que "no descartaría nada".
Sin embargo, aclaró que "no habría tanta necesidad de ellos" porque el plan es deportar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen lo más rápido posible. "No los dejaremos en el país. Los vamos a sacar", agregó.
Además, Trump dijo que utilizaría tropas de la Guardia Nacional para ayudar en sus planes de deportación, pero tampoco descartó desplegar fuerzas militares activas: "No creo que tenga que hacer eso. Creo que la Guardia Nacional podría hacerlo. Si no pudieran, entonces usaría al Ejército".
Además, al ser consultado sobre la Ley Posse Comitatus, de 1878, una ley posterior a la Guerra Civil que prohíbe el despliegue del ejército contra civiles, consideró que "estos no son civiles. Son personas que no están legalmente en nuestro país. Esto es una invasión".
