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Tras la caída de la stablecoin

UST era una stablecoin con riesgo cripto: ¿qué ocurre con todas las demás?

La caída en desgracia de UST, anticipada por esta columna, puede ser la punta del ovillo que muestre el riesgo de implosión de todo el ecosistema cripto

Obviamente la caída de UST, la stablecoin de Terra, arrastró a todo el ecosistema.
Obviamente la caída de UST, la stablecoin de Terra, arrastró a todo el ecosistema.

Suele escucharse que en las épocas del Patrón Oro el dinero “fiat” era respaldado por aquel metal y que, por lo tanto, era esa su fuente de valor. El problema con esa explicación es que una vez que los países fueron saliendo de esa política monetaria, las monedas siguieron teniendo valor y no desaparecieron. La pregunta obligada que surge entonces es si el oro daba valor al dinero fiat o si era el dinero fiat el que le daba su valor al oro. Yo prefiero pensar que el dinero fiat adquiere su valor del hecho de que el gobierno exige su utilización para el pago de impuestos y que, por lo tanto, en la época de aquel patrón, el oro era usado como un “buffer stock” (stock de amortiguación) que permitía suavizar los ciclos económicos, emitiendo dinero en las recesiones deflacionarias y rescatándolo ante subidas inflacionarias.

¿Qué tiene que ver todo esto con el mundo de las criptomonedas?

UST, la stablecoin algorítmica de Terra, perdió la paridad y el mundo cripto se derrumbó. Los lectores de esta columna no pueden decir que no los alertamos. En la nota del 3 de febrero pasado dijimos: “Existe un 'pero' muy grande cuando hablamos de UST y es que la stablecoin tiene el riesgo de una cripto volátil, pero no sus beneficios. La razón es simple: el sistema funciona bárbaro cuando ese criptodólar es utilizado masivamente, pero todo entraría en riesgo en el caso de que hubiera una corrida contra la stablecoin y el token Luna, al mismo tiempo. En ese caso, tantos los tenedores de Terra como los de Luna intentarían vender generando que caiga el precio de ambos tokens”.

Por otro lado, en la nota del 6 de abril pasado redoblamos la apuesta: “Si existiera al mismo tiempo corridas contra el token estable y contra su token de respaldo/gobernanza 'Luna', todo se desmoronaría. ¿Quién querría entonces tener un token que no puede subir de precio pero que corre el riesgo de desaparecer? Por ahora, mucha gente aparentemente”.

Y agregamos: “Hay más, hay algo mucho peor a la vuelta de la esquina. Cuando le preguntan a Do Kwon qué ocurriría si cayera la demanda por Terra, Luna y Bitcoin al mismo tiempo su respuesta es: 'Eso es muy poco probable'. ¿Está seguro? ¿Y si ocurre? Mejor no pensarlo mucho. El mundo cripto es un mundo muy riesgoso todavía”.

Como dije, no pueden decir que no sabían. Obviamente la caída de UST, la stablecoin de Terra, arrastró a todo el ecosistema. Pensemos que el miedo es contagioso y que mucha de la demanda se operaba a través de ese token.

Pero algo que me hizo pensar lo sucedido con Terra/Luna fue en el resto de las stablecoins. Había dicho que Terra era una stablecoin con riesgo cripto y no me equivoqué, ¿pero el resto? ¿Acaso no tienen riesgo cripto los criptodólares emitidos por empresas que supuestamente tienen reservas para respaldar sus tokens?

Supongamos por un momento que si tienen suficientes fondos en cuentas bancarias para respaldar todo lo que han emitido (muy probable en el caso de USDC, dudoso en el caso USDT). ¿Qué ocurriría si por ejemplo Ether, la moneda nativa de Ethereum, cayera de valor como le ocurrió a Luna? Recordemos que eso de que “nadie” puede alterar lo que ocurre en una blockchain no es cierto. En realidad cualquiera que tuviese suficiente cantidad de tokens podría manejar el registro presente y pasado a piacere. Es lo que se conoce comúnmente como el “51% attack”.

Si por ejemplo Ether cayera a US$ 0.001 eso implicaría que con un poco más de US$ 120.000 alguien podría “robarse” (alterando el registro) todos los USDT y USDC que operan sobre Ethereum (que a comienzos de año eran aproximadamente unos 80.000 millones de criptodólares). Sería un negocio fenomenal pero, claro, eso atraería competencia porque todos querrían hacerlo. ¿Hasta dónde llegaría esa competencia? Hasta el punto en que el negocio dejara de ser negocio (incluyendo los riesgos) diría un microeconomista. ¿Por qué dejaría de ser negocio? Simple, porque para entrar en el juego se necesitarían muchos Ether y eso subiría su demanda y, por supuesto su precio, lo cual bloquearía los intentos por llegar al 51% attack. Estaríamos en una situación, entonces, en donde las monedas nativas protegerían a las stablecoins y las stablecoins protegerían a las monedas nativas, algo parecido a lo del dólar con el oro. ¿Se acuerdan?

Pero hay un problema, las blockchains son anónimas y por tanto no tenemos forma de saber quién es el dueño de las monedas nativas. ¿Podría ocurrir que alguien empezara a acumular Ethers con el fin de quedarse con todas las stablecoins sobre Ethereum sin que nos enteráramos? (La misma pregunta vale para el resto de las blockchains) ¿Qué harían los emisores de esos cripto dólares si pasara? ¿Entregarían los dólares reales al ladrón? Obviamente el escándalo sería enorme: US$ 80.000 millones robados de un día para el otro no es moco de pavo.

La pregunta que hay que hacerse es a qué precio de Ether sería rentable hacer ese “negocio”. Si uno divide el market cap de Ethereum actual (US$ 234.000 millones) por el precio de Ether (US$ 1.928) resulta que la cantidad de Ethers circulando es aproximadamente 121 millones. Si entendemos que para dominar la red se necesita el 50% más un token, eso da unos 61 millones de Ethers y, si estimamos que el “premio” sería de US$ 80.000 millones, eso quiere decir que el negocio empieza a valer la pena cuando Ether vale menos de US$ 1.311 o sea que para que aquellos criptodólares estén seguros Ether tiene que más que ese precio. Hoy Ether vale, como dije, US$ 1.928 y por lo tanto, si baja 30% más, entraríamos en zona de riesgo (y eso que sólo estoy contando como premio a las dos stablecoins de mayor tamaño, la realidad es que la recompensa sería mucho mayor).

Claro, a medida que alguien fuera acaparando Ethers haría que esas monedas nativas se volvieran más escasas y por lo tanto subieran de precio. ¿Pero quién asegura que regulaciones gubernamentales o escándalos como el de UST no hagan depreciar aún más el precio de las criptos? ¿Quién asegura que algún gobierno o megaempresa no estuviera dispuesta a poner unos mangos para hacer caer el sistema? Tal vez un Facebook o un Google quisieran manejar una blockchain centralizada mundial.

Creo que es para pensarlo y es este tipo de dudas las que me hacen ser muy escéptico respecto al ecosistema y  su evolución futura. ¿Pondrías tu sistema monetario, tu registro inmobiliario o tu comercio bursátil sobre una plataforma sin un responsable donde ocurren situaciones como las de Terra/Luna? Tal vez los bitcoiners tengan razón en última instancia y lo único que tiene sentido es tener una criptomoneda que haga las veces de oro digital y que sólo haga eso. Así de aburrido y así de simple.

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