El pasado 3 de diciembre, el premio Nobel de economía Paul Krugman escribió un gran artículo en el New York Times, en donde explica que la correlación entre cantidad de dinero y la inflación, que se verificaba con bastante acierto hasta hace unos 40 años, dejó de hacerlo en tiempos más recientes. La nota apareció en respuesta a la sugerencia que le hiciera el congresista Van Taylor al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de que leyera a Milton Friedman para que, de ese modo, la autoridad monetaria frenara la emisión monetaria que, según aquel, es la causa de la reciente suba en la inflación en dólares.
Quien también le pidió a los Estados Unidos que dejara de imprimir dólares fue Nayib Bukele, presidente de El Salvador, que se hizo muy famoso cuando declaró a Bitcoin como moneda de curso legal en aquel país en una movida que despertó tanto críticas como halagos. “¿Puede dejar de imprimir dinero, muchachos? Sólo están empeorando las cosas. En serio. Es una obviedad” escribió en un tweet de la semana pasada dirigido a las autoridades monetarias de aquel país.
Pero no sólo para los americanos estuvo destinado el mensaje de Bukele, también los ingleses recibieron su dosis. Andrew Bailey, el director del Banco Central de Inglaterra, había expresado su preocupación por el “experimento” de la adopción de Bitcoin en el país centroamericano. La respuesta del Nayib fue inmediata. Posteó: “¿Así que el Banco de Inglaterra está preocupado por la adopción de Bitcoin en El Salvador? ¿En serio? Supongo que el interés del Banco de Inglaterra en el bienestar de su gente es genuino. ¿No es cierto? Me refiero a que siempre se preocuparon por el cuidado de su gente. Siempre. Tienes que amar al Banco de Inglaterra”.
Si uno mira la cotización de la libra esterlina y la inflación en la isla británica en las últimas décadas se dará cuenta que las respuestas al tweet deberían ser todas afirmativas, pero algo me dice que el mensaje fue irónico. Habría que preguntarle a qué se refirió exactamente cuando lo escribió. Como si fuera poco agregó otro tweet donde le mandaba el mismo mensaje que a Powell: “Estoy muy preocupado por la emisión de dinero sin respaldo que hace el Banco de Inglaterra”.
Lo cierto e innegable es que Bukele se tiene fé y que no va a abandonar el proyecto de convertir a su país en un paraíso de las criptos. Tanto es así que luego de la tremenda baja que tuvieron todas las monedas en la última semana, con el Bitcoin pasando de valer US$ 57.000 a US$ 47.000, el país compró lo que llamó el “dip” (el precio más bajo al que iba a caer según su percepción). Adquirió 150 monedas a un precio de US$ 48.670 y al momento de escribir estas líneas la cotización ya se encuentra encima de los US$ 51.000.
Menos conocido que su relación con Bitcoin es la asociación que El Salvador hizo con Koibanx, una empresa de origen argentino, para “deployar” parte de su infraestructura de gobierno sobre la red Algorand.
Muy contento por haber conocido a @silviomicali, fundador de @Algorand y uno de los grandes pensadores de los próximos cambios tecnológicos. Es fundamental escuchar las ideas más innovadoras para pensar la Ciudad que viene.#blockchain pic.twitter.com/uVGgVs7brB
Quien también pareciera estar enamorándose de esta red es el Alcalde de Miami, Francis Suarez, quien anunció en un evento reciente que recibirá su sueldo en Bitcoin y en $Algos, esta última la moneda nativa de Algorand. “Quiero decirles a todos los desarrolladores, fundadores e inversionistas que están creando en el ecosistema Algorand: ¡Miami los quiere! Los necesitamos aquí para construir y estamos comprometidos con su éxito”, agregó. No es para menos, la ciudad que él administra está recibiendo grandes inversiones relacionadas con esa blockchain.
Borderless Capital, fondo de inversión con foco en desarrollos sobre aquella plataforma y cofundada por el argentino David García y que recientemente se mudó a aquella ciudad, anunció el lanzamiento de un fondo de US$ 500 millones que serán destinados a proyectos DeFi (Finanzas Descentralizadas, por sus siglas en inglés) y NFT (Tokens no Fungibles).
Otro de los proyectos relevantes en aquella ciudad impulsados en la red Algorand es Planet Watch que permite unir las tecnologías blockchain y IoT (Internet de las Cosas) para vigilar la polución en la ciudad de Miami.
Por su parte Hivemind Capital Partners, fondo creado por Matt Zhang, que se fue del Citibank luego de 14 años, anunció el lanzamiento de otro fondo por nada menos que US$ 1.500 millones también destinado a fomentar desarrollos que se hagan sobre Algorand.
Pareciera haber bastante movimiento en esa red que no sólo enamoró a Miami y El Salvador sino que también pareciera estar haciéndolo en nuestro país. Quien haya concurrido al torneo de Polo en Palermo habrá notado un cartel publicitario que anunciaba la red de Algorand. No es casualidad. Eduardo Novillo Astrada es uno de los fundadores y CEO de AgroToken uno de los proyectos cryptos más relevantes y con mayor potencial, que permite invertir en soja y otros productos agrícolas adquiriendo la stablecoin colateralizada en aquellos y que está desarrollada sobre Ethereum, Matic y...Algorand.
Otro que funciona sobre Algorand y sobre muchas otras redes es Tether, el ya hiper conocido cripto ólar que tiene la mayor capitalización de mercado, así como también la mayor cantidad de detractores. Sus críticas se deben a lo poco transparente que es el respaldo que tendrían sus fondos. En una clara intención de corregir esa imagen, los emisores de esa stablecoin fueron emitiendo últimamente atestaciones.
En su última emisión, que refleja las tenencias a fin de septiembre, no hubieron mayores cambios contra la que había mostrado para junio pero sí las suficientes para que Dan Awrey, profesor de Derecho en la Universidad de Cornell, señalara que el capital representa sólo 0,21% de los Tethers emitidos, o lo que es lo mismo, si algo falla, quienes sufrirán serán los tenedores de ese token.
Gary Gensler, que dirige la SEC (Securities and Exchange Commission), no dudó en comparar ese criptodólar con las fichas de un casino. Me pregunto si esa era una crítica para Tether o para las criptos que se pueden comprar con esa moneda: después de todo en un casino el azar está en los juegos, no en las fichas.
Quien no quiso andarse con vueltas y arriesgar fue MercadoPago en Brasil. La semana pasada anunció que a través de su plataforma se podrán comprar Bitcoin, Ethereum y USDP. Digo que no quiere arriesgar justamente porque cuando eligió un partner para el lanzamiento, se definió por Paxos, que como saben los lectores de esta columna es una empresa regulada que emite su propio criptodólar: “USDP” con una licencia del NYDFS, el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York. Es la misma empresa que le hace la custodia y le provee de liquidez a PayPal para sus servicios cripto en Estados Unidos. ¿Se animará MercadoPago a lanzar un criptopeso? Veremos.
Por lo pronto el ecosistema cripto sigue creciendo y en un juego de dos caras, mientras muchos economistas deberán aprender de aquel, también muchos técnicos deberán aprender de economía. Eso les ayudará a evitar que Krugman los deje en ridículo, como hizo con el congresista Van Taylor.
