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La planta de Santa Isabel, Córdoba donde se producen localmente seis modelos de dos marcas.
Negociación con terminales

El Gobierno comenzó a acordar con automotrices a cambio de liberar permisos de importación

A través de la Secretaría de Comercio se busca que distintos modelos mantengan sus valores por dos meses. A cambio se prometió permitir sacar las SIRA frenadas.

Sergio Cutuli 05 septiembre de 2023

Luego de varios días de rumores y en la tercera jornada en la que siguen sin actualizarse los montos de los impuestos internos (que vencieron el 31 de agosto), el panorama en el sector automotor -prácticamente paralizado por múltiples factores- parece haber encontrado un principio de solución.

A la falta de precios por la indefinición por parte del Gobierno de los nuevos montos que impactan de lleno en las listas de precios (sólo quedan exceptuados los utilitarios y pick-ups), se le suma la falta de unidades que llegan importadas (incluidas las que se fabrican en el Mercosur) y de autopartes (para producir localmente).

Este cóctel explosivo sólo podía desactivarse si las terminales lograban que el ministro de Economía Sergio Massa -abocado de lleno a su campaña electoral- accedía a recibirlos, algo que ocurrió la semana pasada. 

Por el lado de Adefa asistieron su presidente y titular de Ford, Martín Galdeano, y los presidentes de Mercedes-Benz, Manuel Mantilla; de Nissan, Ricardo Flammini y de Renault, Pablo Sibilla, acompañados de Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la entidad.

La exposición fue firme ya que se planteó la imposibilidad de fabricar, por ende de tener plantas detenidas, de no poder vender autos ni exportar con la consecuente pérdida de divisas. Pero no fue un planteo hipotético que podría eventualmente suceder sino como algo que ya está pasando, tal el caso de Fábrica Santa Isabel que debió suspender momentáneamente debido al faltante de piezas

Renault tuvo problemas con faltantes de autopartes durante agosto.
Renault tuvo problemas con faltantes de autopartes durante agosto.

Massa escuchó el reclamo y se comprometió a liberar las famosas SIRA (de la sigla del Sistema de Importaciones de la República Argentina) que son los permisos para poder importar, muchos de los cuales están frenados desde hace dos meses (incluso para autos que ya están en el país, con el costo que conlleva el ocupar espacio en playa fiscal). 

Sin embargo, en ese encuentro no se habló de un control de precios o de precios congelados, eso quedó para dialogar con el otro interlocutor de Economía: el cuestionado secretario de Comercio Matías Tombolini.

Tombolini, responsable de negociar con distintas cámaras e industrias los distintos acuerdos de precios que demostraron no ser eficaces para combatir la inflación, comenzó a entrevistarse con los socios de Adefa. Según supo El Economista, ya fueron y firmaron todas las terminales.

Sergio Massa y Matías Tombolini junto a representantes de las terminales agrupadas en ADEFA, en enero pasado.
Sergio Massa y Matías Tombolini junto a representantes de las terminales agrupadas en Adefa, en enero pasado.

Las definiciones de esos encuentros aún se desconocen y se espera que sean comunicadas recién cuando hayan asistido los representantes de todas las terminales; tampoco se sabe a ciencia cierta si esto servirá para que la actualización de impuestos internos aparezca de una buena vez en el Boletín Oficial, algo que podría suceder antes del fin de semana.

Se habla de un modelo de fabricación local (en la mayoría de los casos y en los que no, uno accesible) por marca con precio congelado, el cual será comunicado de manera oficial y que no se modificará por el término de 60 días.

Un interrogante que surje tras este acuerdo entre las partes es el rol que tienen los concesionarios, ya que los precios son siempre "sugeridos al público" pero una vez que las listas llegan a los puntos de venta son los dealers los que ponen el número final en función de salvaguardar sus intereses. Y en el último tiempo muchos pusieron importantes sobreprecios con la finalidad de no vender o bien de cubrirse ante los altos costos de la eventual reposición de los stocks.

Los concesionarios agrupados en Acara no fueron citados de momento por Massa o Tombolini, algo que resultaría fundamental si se busca el éxito de este acuerdo de precios. Es como si el Gobierno sólo negociara con los productores de alimentos y no lo hiciera con los supermercadistas.

Las elecciones generales son el 22 de octubre y el Gobierno precisa aire para llegar en calma mientras las automotrices necesitan dólares y materia prima para mantener en pie una industria vital para la economía.

Números de un "contexto desafiante"

En medio de esta tensa negociación, Adefa dio a conocer las cifras de agosto 2023 que muestra que la producción nacional de vehículos alcanzó las 63.455 unidades, 28,8% más que julio y 17,4% por encima del mismo mes del año pasado.

En el acumulado de los primeros ocho meses del año, el sector lleva producidas 408.486 unidades, un incremento del 19,5% respecto del volumen que se fabricó en el mismo período de 2022, que había sido de 341.788 vehículos.

En lo que es exportaciones, las automotrices enviaron al exterior 28.862 unidades, 0,7% más que en julio y un11,1% menos en la comparativa interanual.

Mientras que en ventas mayoristas, el sector comercializó a la red de concesionarios 30.294 unidades, 2% menos que el mes anterior y 3,8% más que en agosto 2022.

"El sector logró mantener el ritmo industrial en un contexto desafiante, el cual confiamos sostener a partir del trabajo conjunto con el gobierno sobre ciertos aspectos operativos que se encuentran en proceso de solución", señaló Martín Galdeano, presidente de la Adefa.

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