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Psicología del azar: ¿cómo tomamos decisiones en el día a día?

Qué patrones y sesgos inconscientes de la vida diaria se reproducen cuando jugamos en juegos de azar
Qué patrones y sesgos inconscientes de la vida diaria se reproducen cuando jugamos en juegos de azar .
19 junio de 2024

Uno de los juegos de azar más antiguos y populares es la ruleta, un entretenimiento que, además, ofrece una interesante ventana a la psicología humana. Las decisiones que los jugadores toman durante una partida reflejan patrones y comportamientos que se repiten en la vida diaria, proporcionando una oportunidad única para entender mejor nuestros propios procesos de toma de decisiones.

En las páginas de ruleta online estos patrones se observan con frecuencia, permitiendo a los expertos analizar cómo el azar y la percepción del riesgo influyen en nuestras elecciones cotidianas. Lo que puede parecer meramente un juego de ruleta esconde una trama de conductas propias de la vida diaria del jugador que no hacen más que repetirse en la mesa de juego.

Una dosis justa de confianza

Cuántas veces escuchamos decir que la confianza es la clave para perseverar en los desafíos que se nos presentan en la vida. Un eje fundamental de las psicologías de coaching y autoayuda; métodos que envuelven su packaging con el lema de "trust yourself" o confiá en vos mismo. En el ajetreado presenta que nos convoca, sin dudas la confianza es un ingrediente fundamental para concretar acciones y tener éxito.

Pero algo sucede cuando la dosis de auto confianza supera la recomendación de los especialistas. La autora y psicóloga María Konnikova explica en su libro El gran farol cómo el exceso de confianza puede desembocar en pérdidas en juegos de azar, como el póker, su afición. La tendencia a pensar que no existe un punto de quiebre suele ser la causa de evitables derrotas. Lo mismo, explica Konnikova, sucede en la vida diaria.

La autora refiere a los casos de accidentes de autos. La mayoría sucede cuando las personas están llegando a su casa. La mente se relaja considerando que las probabilidades de chocar en un lugar donde se suele conducir con frecuencia son menores. Al sentirse más confiados, los conductores se distraen. Los accidentes por el uso del celular o la quita del cinturón de seguridad antes de tiempo son hábitos muy frecuentes.

El desenlace no siempre es fatal, pero definitivamente no es el esperado. Los accidentes llegan por un exceso de confianza que causan imprevistos. En algunos juegos de azar sucede algo muy similar. Los jugadores que inflan su presencia con la certeza de que no serán derrotados, tienden a bajar la guardia más rápido llevando a que sus chances de pérdida en las jugadas aumenten.

Teoría del control

Konnikova también hace alusión a la ávida búsqueda de control que tiende a darse tanto en juegos de casino como en los manejos de la vida cotidiana. Refiere a este fenómeno como una de las causas que puede desembocar en importantes sesgos que nublen la toma de decisiones. Si hay algo que se escapa de la posibilidad de control es la suerte.

Aunque muchos jugadores disfrutan de los juegos de casino por su componente azaroso, otros se empecinan en obtener premios más allá de la aleatoriedad de los resultados. Puede que, aunque juegues una y otra y otra vez, el premio nunca llegue. "Si te obsesionás con tu mala suerte, no serás capaz de ver las cosas que podrías hacer para superarla", escribe Konnikova.

Esta obsesión se traduce a ocasiones de la vida diaria cuando, por ejemplo, esperamos a que nos llamen para un puesto de trabajo. El foco bien podría desplazarse hacia algo útil que nutra la espera; estudiar un curso o practicar para una entrevista. Centrar la atención en aquello que se escapa de nuestro control es un bucle que puede traicionarnos a la hora de tener que superar fracasos.

Qué es la falacia del jugador

La sed por controlar lo incontrolable va de la mano con la falacia del jugador: la creencia de que, porque un evento ocurrió en el pasado, tiene menos probabilidades de darse en el futuro. Este sesgo, también conocido en el mundo del juego como la falacia de Montercarlo, fue muy estudiado por los expertos en el rubro de casinos y juegos de azar.

Creer que eventos futuros no sucederán porque ya sucedieron en el pasado puede ser un argumento válido para ciertas ocasiones de la vida cotidiana. Tal vez haya menos chances de que te vuelvas a separar de tu pareja si ya ha sucedido una vez y ha habido conversaciones de por medio. Pero trasladar este esquema al campo del azar es un error argumentativo que puede desatar catástrofes.

Se da con frecuencia en los juegos de ruleta; si la bola cae en el 18 se tiende a pensar que las chances de que vuelva a salir el 18 son más bajas. Pero la realidad es que en los juegos de azar las probabilidades son siempre 50/50. Reconocer la independencia de los resultados es clave para tener una visión nítida del campo de juego y las probabilidades reales de ganancia.

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