Jerome Powell afirmó en su presentación en el Congreso que todavía falta bastante para que se cumpla el objetivo de la Reserva Federal en materia de inflación y empleo como pensar en una reducción de la política de estímulos monetarios.
No obstante esa definición, Powell reconoció que la tasa de inflación es más alta y más persistente de lo que se había estimado y por lo tanto seguirá elevada durante un tiempo antes de comenzar a bajar. La suba de precios se concentra en algunos sectores que se están recuperando fuertemente y en los que se observan algunos cuellos de botella en materia de insumos. En la medida en que esos factores se vayan removiendo la inflación tenderá a bajar y por eso Powell destacó que no tiene sentido modificar una política por un hecho que es transitorio.
El martes se informó que la tasa de inflación alcanzó en junio a 5,4%, el nivel más alto en muchos años y ese dato generó preocupación en algunos economistas, pero las proyecciones del mercado apuntan a una suba del índice de precios en torno al 4% cuando finalice el año. Por otra parte, el mercado laboral está lejos de normalizarse porque si bien se están registrando avances, todavía falta recuperar 7.000.000 de los 22.000.000 de empleos que se perdieron entre marzo y abril de 2020 cuando se desató la pandemia.
En este contexto, la Fed mantendrá la compra de activos por US$ 120.000 millones por mes y la tasa de interés cercana al 0%. Sin embargo, en el mercado se considera que tanto el comienzo de la reducción de compra de activos como de suba de tasas, comenzarán antes de lo que se proyectaba.
La reacción del mercado fue la previsible: subieron levemente las acciones y bajaron los rendimientos de los bonos y el dólar.
Mañana Powell se presentará en el Senado y se estima que no habrá ninguna variación con el mensaje de hoy.
