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A 80 años de su muerte Edvard Munch sigue vigente en muestras y películas

Marina 21 enero de 2024

Bajo el título "Goya y Munch: Profecías modernas", hasta mediados de febrero el Museo Munch de Oslo ubicado en la capital del país nórdico le dedica una muestra al diálogo atemporal entre dos artistas que retrataron los horrores de la guerra, mientras que en abril presentará una colectiva ttulada "Edvard Munch Horizons" sobre tendencias artísticas entre 1880 y 1950.

Luego, el espacio consagrado a uno de los máximos artistas noruegos presentará una exposición dedicada a las infancias bajo el nombre "La habitación de Sophie", entre marzo y agosto. Se trata de una instalación inmersiva, una experiencia sensorial que transformará uno de los pisos del museo "en un enigmático paisaje monocromo con grandes elementos arquitectónicos y escenográficos" con los cuales se podrá interactuar y modificar las formas tomadas de los cuadros de Munch para ser reorganizadas "en nuevas imágenes, historias y patrones".

Luego, la programación del Museo continuará con "Edvard Munch: Trembling Earth", que de abril a agosto explorará la relación del pintor con la naturaleza y el cosmos: es una muestra que viene de batir récord de visitantes en su paso por Estados Unidos.

En sí, el museo invita a disfrutar "un encuentro cercano con las delicadas, temblorosas y, sobre todo, poderosas imágenes de la naturaleza de Edvard Munch", además de explorar "lo que significa ser humano hoy en día". Y en el amplio programa que perfora lo museable, afirman que Munch "conecta con la actualidad y aborda las cuestiones que más nos importan ahora".

Desde una mirada más convencional, en Amberes, Bélgica, el Museo De Reede de la Fundación homónima e inaugurado en 2017, se dedica por estos días al arte gráfico de Francisco Goya, Félicien Rops y Munch.

"Su obra muestra a un individuo moderno luchando con su existencia", apuntan sobre el artista noruego que "abrió el camino a la modernidad y al siglo XX con sus distorsiones expresivas", y del cual poseen una treintena de grabados compuestos principalmente por litografías.

Conocido por pinturas como "El beso", "Vampiro", "El día después", "Madonna" y "Pubertad", entre otras, Munch es también muy convocante en las subastas: más allá de ese gran récord de 2012 para de "El grito" realizado en pasteles, en 2016 -y también en Nueva York- se subastó la pintura "Las chicas del puente" (1902) alcanzando los 54,4 millones de dólares, cuando previamente había sido vendida por 7,7 millones de dólares en 1996 y por 30,8 millones en 2008 .

Ahora, una nueva subasta tendrá lugar en Sotheby's de Londres el 1 de marzo cuando se ponga a la venta la pintura "Dance on the Beach" ("Danza en la playa") realizada entre 1906 y 1907, por la que estiman alcanzar entre 15 y 25 millones de dólares.

El lienzo es un colorido cuadro de más de cuatro metros de ancho que presenta varios personajes bailando en el corazón de un espacio verde. La obra es parte de la serie de doce paneles diseñados para el teatro berlinés del célebre empresario teatral Max Reinhardt.

Pero también el cine lo recuerda como en la noruega "Munch" (2022) dirigida por Henrik M. Dahlsbakken, que retrata cuatro períodos de la vida del genial artista y se detiene en los conflictos y deseos que lo impulsan.

Se muestra a un Munch joven y anciano, los encuentros bohemios e intelectuales, los pensamientos, el paso por una clínica de salud mental en Copenhague tras una crisis nerviosa, e incluso un Munch pintando al aire libre como vino al mundo.

Introspectivo, el filme muestra a un Munch sintiendo la naturaleza o en sus sesiones terapéuticas, así como los complicados vínculos familiares y amorosos, deteniéndose crítica en ese capítulo que cierra la vida del artista: la mala relación con el nazismo que consideró su obra como "degenerada" -tal como con Gustav Klimt, entre otros- y lo suprimió de los museos alemanes, y luego noruegos durante la ocupación.

En el libro "Friso de la vida" que recopila algunos de sus escritos, que superan las 13.000 páginas, puede observarse una fotografía que lo muestra pintando en la playa de Warnemünde (Alemania) en 1907, junto a la vibrante y clara pintura "Hombres bañándose".

"No quiero decir con esto que mi arte esté enfermo .... Esa gente no comprende la esencia del arte y tampoco conoce la historia del arte. Al contrario, cuando pinto la enfermedad y el vicio supone un sano desahogo Es una reacción saludable de la que se puede aprender y según la cual se puede vivir", escribía también Munch.

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