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5 series y películas para ver este fin de semana en Netflix, Prime Video, Apple TV y cines

Una selección con las series y películas recomendadas para este fin de semana.

Las 5 mejores películas y series para ver este fin de semana. El Economista
Las 5 mejores películas y series para ver este fin de semana. El Economista El Economista
Oscar Mainieri 06 octubre de 2023

Con tantas plataformas de streaming a nuestra disposición, puede parecer casi imposible decidirse por algo para ver durante el fin de semana

Por eso reunimos en una selección especial las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine, para convertir ese menú interminable en un problema del pasado.

Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Prime Video, Apple TV y salas de cine.

1. Película para ver en los cines: As bestas

El último thriller del español Rodrigo Sorogoyen se estrena en nuestro país, tras haber ganado la mayoría de los premios Goya. Narra un conflicto entre vecinos en una zona montañosa de Galicia que reciben la propuesta de una empresa noruega de instalar un parque eólico en el valle. Muchos lugareños están de acuerdo; no así el universitario jubilado francés Antoine (Denis Menochet), que se ha instalado con su mujer en lo que para él es el jardín del Edén.

No piensan lo mismo sus vecinos, los hermanos Anta, que la vienen yugando hace años y necesitarían del dinero de la compañía extranjera para mejorar una situación invariablemente paupérrima. El voto en contra de Antoine hace que la inversión se paralice y los Anta comiencen a agredir a la pareja en una escalada incontrolable. La porfía del francés -un hombre un tanto hedonista-, contribuye a la encerrona.

La música de Olivier Arson señala, con sus redobles atávicos de tambores, que el problema es más primitivo y rebasa el contexto modernizador; lo que está en juego aquí es la imposibilidad de aceptar lo diferente y mantener una convivencia que no involucre a la violencia. Esta cuestión está focalizada en los varones: será la esposa de Antoine -con su diferente óptica para encarar el conflicto- quien, mediante una resistencia pacífica, pueda hacer valer el derecho que la asiste. 

Sorogoyen y su compañera en el guion, Isabel Peña, logran dosificar las escenas de tensión, algunas verdaderamente insoportables y que traen a la memoria Los perros de paja, el gran film de Sam Peckinpah, protagonizado por Dustin Hoffman. El joven director ya había ganado sus laureles con los films Que Dios nos perdone y El reino y la antológica miniserie Antidisturbios, pero en As Bestas su ambición excede los límites del thriller, como lo demuestra el tramo final.

Cabe remarcar que todos los actores están estupendos; Luis Zahera, como el mayor de los hermanos Anta, se merece todos los premios del mundo. Con la voz modulada en tonos sardónicos, llega a producir escalofríos de terror en la espina dorsal del espectador. Imperdible.

2. Película para ver en cine y Prime Video: El conformista

Todo interesado en el cine como expresión artística no debería dejar pasar esta reposición de El conformista (1970), dirigida por el maestro Bernardo Bertolucci en base a una novela de Alberto Moravia. Esta tragedia de un hombre ridículo es una de la cumbres del cine moderno, un film político que no deja de lado la experiencia placentera para el espectador, a diferencia de los galimatías que realizaba el mentor del italiano por aquellas épocas, Jean-Luc Godard.

Aquí se narra la historia de Marcelo Clerici (Jean-Louis Trintignant), un hombre flan, ni siquiera capaz de jugarse por lo que lo apasiona, capaz de encerrarse en una cárcel tras otra con tal de parecerse a los demás. 

Transcurre 1938, y para ganar jerarquía en una organización paraestatal bajo los lineamientos del Duce, a Marcelo se le encomienda la misión de matar a su profesor de Filosofía que está exiliado por sus actividades políticas en París. El plan se ejecutaría durante su luna de miel con la bella Giulia (Stefania Sandrelli), seguido de cerca por su lugarteniente Manganiello (Gastone Moschin), que controla que no se bandee. 

Al conocer a la esposa del profesor Quadri, mucho más osada y menos convencional que su Giulia, se producirá una atracción irresistible; Anna (Dominique Sanda) encarna toda la libertad de la que huye Marcello por un trauma de infancia...

El conformista es una de las películas en que los italianos revisitaron el pasado fascista ligándolo a la que por entonces se consideraban anomalías y perversiones sexuales; otros ejemplos son La caída de los dioses (Luchino Visconti, 1969) y Portero de noche (Liliana Cavani, 1973). El nexo venía de Roma, ciudad abierta (1945), donde los jefes de la ocupación nazi eran caricaturizados como un gay y una lesbiana, el sumun de la maldad. 

Aquí si hay caricaturas que les están dedicadas a los padres de Marcelo: la madre adicta a las drogas y codependiente de un chofer exótico; el padre, en el manicomio, con un chaleco de fuerza... negro. Y a algunos empleados estatales: comedores de nueces compulsivos, jorobados, ancianas farfullantes. 

Lo que sigue fascinando en este film es la belleza inusual de algunas escenas -dignas de ser vista en la pantalla grande. Las dos mujeres enlazadas bailando un último tango en París, la escenificación de la alegoría de la caverna platónica, Marcelo recorriendo como una rata las magnificencias impersonales de los edificios fascistas, la danza de los ciegos en Roma, la brutal cacería final. 

La fotografía de Vittorio Storaro que hace de la casa de Giulia una jaula en que Marcelo se encerró, o de Paris un bouquet de violetas melancólicas. La sensualidad de la escritura de la cámara -con sus movimientos amplios y a veces inmotivados-, como sólo Bertolucci, un poeta de la imagen y de la palabra podía componer. La magia del montaje de Franco Arcalli, que transforma una historia concebida originalmente en una forma lineal en un rompecabezas aparentemente complejo pero pleno de ecos y resonancias.

Trintignant abrocha el papel de su vida en la composición de este hombre frío y glauco como un pescado, Sandrelli le da volumen y belleza a la vulgaridad, y Sanda -a los 19 años- compone un personaje inolvidable. 

El film puede ser visto en horarios muy limitados en un par de cines o en Prime Video, en una copia de buena calidad de imagen pero -¡horror!- doblada al español.

3. Película para ver en Apple TV: Flora y su hijo

Una guitarra rescatada de la basura callejera puede restablecer sanamente un vínculo entre madre e hijo en el nuevo film de John Carney, responsable de la cordial Once

Flora (la subyugante Eve Hewson), una mujer joven, ligada a los desbordes, descubre que está perdiendo terreno con su hijo adolescente, que se esconde tras sus auriculares. Ella no terminó el secundario, tiene empleos un tanto precarios y vive perdida entre soluciones mágicas, borracheras y levantes al paso.

Un día lleva la guitarra a casa, ya arreglada, y se la ofrece al chico, que la desdeña: el ya tiene su propia manera de hacer música. Sin amilanarse, Flora decide tomar lecciones por Internet para aprender a tocarla y contrata a un músico devenido profesor que encarna con mucha simpatía Joseph Gordon-Levitt. A partir de allí, su vida y su contexto familiar comienzan a transformarse para bien.

Flora se conecta mediante su notebook con el profesor que vive en Los Ángeles. Compartirán la música que les gusta, algunas composiciones propias. A veces, gracias a la magia del género musical, el profesor escapará de la pantalla y tocará junto a ella, en la terraza de su departamento en Dublín.

Con encanto y simpleza, veremos cómo la relación entre madre e hijo florece.

Es una película ideal para ver junto a los hijos adolescentes, ya que enaltece los vínculos familiares y brinda un mensaje de amor y esperanza.

4. Miniserie para ver en Netflix: El jurado

Frida Palmer, una directora de escuela, está sospechada de haber cometido dos homicidios: el de su amiga íntima y el de su propia hijita de 4 años. Para obtener una sentencia se convoca a doce jurados y a dos suplentes. La vida de todos los implicados se irá transformando durante el proceso.

Esta producción belga exhibe la virtud de hacernos interesar por sus personajes. Siendo un drama tribunalicio, excede las convenciones del género al seguir de cerca a varios de los jurados en su vida personal. De esa forma, podemos ver cómo reaccionan en su vida privada a las derivaciones del caso que se les presenta en el juzgado, y cómo todo ello afectará a su veredicto.

Está la suplente que debe dejar de lado su trabajo y no puede cumplir con la tarea de recoger a sus hijos del colegio y que cuenta con un marido controlador que no la apoya. El viudo hosco e hiper racional, que no se repone de su perdida y observa a sus vecinos y compañeros de tarea desde una óptica muy inflexible. El obseso sexual que debe resistir a sus anhelos acudiendo a la masturbación. El dueño de una constructora que debe lidiar con un hermano desbordado por el uso de drogas que pudo haber contratado a un inmigrante brasilero ilegal. Una joven millonaria que fue víctima de una tragedia familiar.

También están los deudos de la amiga asesinada, con su propia trama de traiciones, intereses y ocultamientos. Policías investigadores conscientes de no haber realizado muy bien su trabajo. Y el ex marido de la acusada, que también había sido novio de la occisa.

El guion sigue a estos personajes a lo largo de 10 episodios, suministrándole al espectador pistas sobre la posible resolución del caso a partir del episodio 6. La fotografía contribuye a dotar de un aspecto documental a esta ficción. El elenco es invariablemente bueno en su desempeño. El suspenso se da de la mano con la fina indagación psicológica y conduce a desenlace con el que se puede discrepar; uno también cuenta ya con suficiente data como para haberse convertido en miembro del jurado. Imperdible.

5. Miniserie para ver en Prime Video: Pan Am

Hay un encanto particular que emana de esta miniserie de 14 episodios: su artificialidad nos remonta a aquella época de la televisión en que los protagonistas paraban en París o San Petersburgo sin haber pisado jamás esas tierras. Nos referimos a infinidad de películas y series estadounidenses donde el territorio extranjero se ambientaba en un set en Los Ángeles, muy típicas de la década de los años 60.

Los personajes exudan un glamour un tanto anticuado que los beneficia. Pocas veces se las ha visto tan bellas a Cristina Ricci y a Margot Robbie como en esta ocasión. La primera encarna a una muchacha de orígenes humildes que ha encontrado su lugar en el mundo tras haber conseguido empleo como azafata con recursos poco éticos. Robbie consigue ese puesto tras haber dejado a su novio esperando en el altar y posar para una tapa de revista. Además, tiene una hermana mayor -interpretada con amplia variedad de recursos- por Kelly Garner. Esta pelirroja también ejerce el mismo oficio en la compañía pero oculta al mundo que es una agente de la CIA utilizada en tareas de espionaje. 

Otra de las azafatas es la amable y eficiente francesa interpretada por Karine Vanasse, con un pasado traumático por haber perdido a sus padres en la Segunda Guerra y un corazón por demás comprensivo para tratar con un enamorado de 13 años.

Y no nos olvidamos de los pilotos: el joven y apolíneo capitán que compone Mike Vogel, que sufre de mal de amores, y su copiloto, encarnado por Michael Mosley, que lo envidia porque él -que hizo toda una carrera en la Fuerza Aérea- merecía aquel puesto.

La serie transcurre en 1963, y si bien las azafatas deben ceñirse a códigos de conducta muy estrictos -deben mantener un peso estipulado y una conducta intachable y hablar varios idiomas- los guionistas les permiten licencias que no estarían bien vistas en una película de esa época. Algunos de los personajes se ufanan de haber leído La mística femenina de Betty Friedan y pueden tener relaciones sexuales con un hombre en cada puerto sin hacerse demasiado problema (como sí se lo hacían los personajes que encaraba Doris Day por aquellos años).

La que es virgen (Robbie) pierde felizmente el trofeo con el hombre menos pensado. Hay otra muchacha que busca seguridad junto a uno de los pilotos, buscándolo para un matrimonio que encubriría que es lesbiana. 

Las tramas que involucran a la agente de la CIA rozan lo inverosímil (como lo hacían los films Bond de la época) pero contienen suficiente suspenso. Y la incursión de emergencia de un Boeing 707, en el Haití revolucionado por Papa Doc, con francotiradores escondidos en la jungla, es seguida con la misma credibilidad que se le otorgaba a un episodio de El agente de CIPOL

Lo que ha se ha perfeccionado es la calidad del diseño de producción, las escenografías y ambientes recreados digitalmente, que brindan el marco de veracidad a una producción fastuosa realizada en estudios, con imaginación desbordante y buen gusto. Muy entretenida.

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