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5 series y películas para ver este fin de semana en Netflix, Apple TV y Youtube

Una selección con las series y películas recomendadas para este fin de semana.

Las 5 mejores películas y series para ver este fin de semana.
Las 5 mejores películas y series para ver este fin de semana. El Economista
Oscar Mainieri 05 abril de 2024

Una selección especial con las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine.

Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Apple TV y Youtube.

 

1. Miniserie para ver en Netflix: Supersex

Una verdadera sorpresa constituye esta biografía de Rocco Siffredi, el famoso actor porno, ya que a lo que uno espera ver le agrega el marco de un melodrama a la italiana: la relación con su medio hermano Tommaso alcanza ribetes incestuosos que lo acompañarán hasta el último de los 7 episodios.

Rocco nació en Ortona, en el seno de una familia pobre, y se fue abriendo camino en la industria del porno primero en París, en donde trabajaba como camarero en un restaurante ligado a Tommaso. Tras unos inicios titubeantes y a fuerza de puras erecciones, logra alejarse de su hermano, una figura que gustaba transitar por el lado oscuro de la vida.

Pese a la competencia con otros actores, a estar medio enamorado de su cuñada -a la que anhelaba desde la adolescencia-, y a los encontronazos con el incontenible Tommaso, Rocco se erige en una de las figuras masculinas más importantes del porno internacional.

No hay una mirada paródica aquí sobre esa industria (como sí la había en Boogie Nights): hay numerosas escenas en donde se ve a Rocco ejerciendo su profesión, todo en un tono erótico ligero que nunca llega a chocar como lo haría un verdadero film porno.

En varias de estas escenas, la cámara enfoca la mirada obsesiva del actor que interpreta a Rocco, Alessandro Borghi, con una seriedad más digna de quien se prepara para recitar el monólogo más famoso del Hamlet shakesperiano que a hacer vibrar a una mujer. 

Es que hay algo del "ser o no ser" en el personaje de Rocco, algo relacionado con lo endeble de su identidad que siempre, aunque no esté cerca, tiene a Tommaso en la mira para construirse.

La biografía está narrada desde su punto de vista y, al igual que el príncipe danés, Rocco filosofa sobre la vida, el amor y su herramienta de trabajo, a través de una sentida voz en off.

Hay un homenaje a John Holmes, la otra star masculina de esa industria, fallecida víctima del virus del HIV en pleno auge de Rocco. Y también al Luchino Visconti de Rocco y sus hermanos, con ese subtexto homo erótico que enlazaba al personaje de Alain Delon, que transitaba la acera soleada de la vida, con el de Renato Salvatori, un boxeador devenido asesino. Hermanos en la ficción, compartían a la prostituta Nadia (inolvidable interpretación de Annie Girardot).

La miniserie está bien narrada por los directores Francesca Manieri, Matteo Rovere, Francesco Carrozzini y Francesca Mazzoleni. Hay poco de la riqueza estética del film de Visconti, pero Supersex es un buen drama sobre un hombre con un destino poco habitual, envidiado por muchos, padecido por pocos. 

Y Adriano Giannini se luce como Tommaso. El hijo de Giancarlo es dueño de una presencia formidable, y en la construcción física de su personaje de a ratos recuerda a Pappo, de a ratos a nuestro Sandro maduro, aunque con un filo siniestro que jamás le vimos a ninguno de nuestros compatriotas.

Recomendada.

2. Serie para ver en Apple TV: Palm Royale

Si uno quiere llenarse los ojos con el colorido de la "realeza" de Palm Springs, a fines de los años 60, esta serie es un verdadero calidoscopio. Destaca por su diseño de producción, el vestuario, los peinados, los actores. Los guiones no son malos, pero a la dirección le falta fuerza, algo que venimos advirtiendo en recientes envíos como Feud 2: Capote versus los cisnes, o la más torpe The New Look.

Más orientada hacia la comedia que esas series con las que comparte plataforma, Palm Royale narra los intentos de la advenediza Maxine Simmons (la dúctil Kristen Wiig) para acceder al círculo cerrado de las mujeres poderosas -en cuanto a riqueza- que rigen los designios de Palm Springs. 

El esposo de Maxine podría heredar la fortuna de su tía (la señera estrella de la televisión estadounidense Carol Burnett) cuando del coma que la mantiene en una cama de hospital con la boca abierta pase al último de los estados. Maxine, con cierto candor, va utilizando esos beneficios por anticipado para hacerse de un lugar en ese coto cerrado poblado por mujeres frustradas y manipuladoras.

Por ahí está Robert (Ricky Martin) que cumple funciones como bartender del exclusivo club al que esas mujeres pertenecen, y también ejerce como cuidador de la anciana heredera. Es un personaje diseñado para ponerle el pie a la ciega ambición de la rubia, que de tan tonta (a lo Nacida ayer) es más inteligente que los que la rodean. 

Con numerosos toques camp que la hacen tan simpática como la música ambient; Ricky Martin luciendo su cuerpazo al desnudo con esa expresión de niño bueno; las pelucas y los maquillajes y los ropajes desorbitados de las mujeres, la serie se deja ver.

El último episodio emitido (el cuarto de 10) es una verdadera fiesta de color y equívocos, y gira en torno de la millonaria cubana (anticastrista) del grupo, que da una fiesta en donde se cruzan casi todos los personajes provocando situaciones hilarantes mientras bailan la rumba. El alto nivel de la producción alcanza cotas tan deslumbrantes como en algunos episodios de La maravillosa señora Maisel.

Wiig se luce como comediante, y la acompañan Allison Janney, Josh Lucas, Leslie Bibb, Amber Chardae Robinson, Mindy Cohn, Julia Duffy y Kaia Gerber. Otra estrella de cine que se suma a los quilates de Burnett es Laura Dern, en el rol de una hipona feminista desbordada de buenas intenciones, y Bruce Dern (Nebraska), que interpreta brevemente a su padre (son padre e hija en la vida real y ella es una de las productoras de la serie).

Quizás valga la pena seguir explorando lo que Palm Royale tiene para ofrecer. Hasta ahora es un entretenimiento leve y colorido que no le hace daño a nadie.

3. Película para ver en Netflix: 11M

Este documental, con profundidad, claridad expositiva y verismo, narra las distintas alternativas que rodearon a los atentados terroristas cometidos el 11 de marzo de 2004, que afectaron a cuatro trenes en Atocha, en las cercanías de Madrid. Fallecieron 192 personas y más de 2000 quedaron heridas.

En una primera parte se explayan víctimas y familiares de los fallecidos, también policías y quienes socorrieron a las víctimas. Los testimonios son profundamente conmovedores.

Una segunda parte está dedicada a la crisis gubernamental que derivó de los atentados, ocurridos sólo a tres días de las elecciones generales. El gobierno de Pedro Aznar se los atribuía livianamente al grupo terrorista vasco ETA, sobre el que había tenido varias victorias. La manipulación de la información -ya había un comunicado de los yihadistas atribuyéndose la autoría- llevó a la germinación de varias teorías conspirativas y al triunfo de la oposición en las elecciones.

Una tercera parte se dedica a la investigación y caza de los asesinos que se hallaban en territorio español.

Con dirección de José Gómez y en poco más de hora y media, el documental se explaya contundentemente sobre el mayor atentado terrorista en la historia de España

Muy recomendado.

4. Película para ver en Netflix: Baby: El aprendiz del crimen

Esta maravilla dirigida por el inglés Edgar Wright (El misterio de Soho, Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños, Arma fatal) es un film sobre robos a bancos, una historia de amor y un musical. Posee un ritmo vibrante y suministra al espectador dosis de adrenalina en grado sumo.

Baby (Ansel Elgort, elegido por Spielberg para el protagónico de su Amor sin barreras), es un muchacho muy particular que vive escuchando música: los auriculares le permiten atenuar un malestar que sufre su sistema auditivo. Como pago de una deuda que tiene con Doc (el cancelado Kevin Spacey), un cerebro que diseña sofisticados robos, Baby conduce el auto en que los diversos malhechores se dan a la fuga después de cometer el crimen. Su auto vuela por las calles esquivando patrullas policiales y autos y camiones de civiles al ritmo de la música que escucha a través de los auriculares.

Entre los ladrones que Baby lleva a destino se hallan el psicópata Bats (Jamie Foxx, impecable) y el aparentemente calmo Buddy (John Hamm, rejuvenecido y endemoniado), que someten a distintas presiones al apocado muchacho.

En una aparición especial se luce el cantautor Paul Williams (El fantasma del paraíso), que aporta su estampa freak a una secuencia fundamental para el desarrollo del personaje de Baby.

Baby se enamora de Deborah (la simpática Lily James), una camarera muy hábil para retener letras de canciones.

En un film como éste el montaje tiene un papel fundamental, no sólo en las persecuciones automovilísticas, también en el sonido: hasta las balas danzan al son de los temas musicales que Baby escucha. 

El encanto proteiforme de Elgort, la belleza de James, y la solidez del elenco hacen el resto. 

Imperdible.

5. Película para ver en YouTube: La hora del lobo

En 1968 Ingmar Bergman estrenó este film de horror en donde un pintor (Max von Sydow) sufre un bloqueo creativo mientras su esposa (Liv Ullmann) desarrolla un embarazo. Ya viven aislados en una isla (Färo, la elegida para el director para recluirse) en la que conviven con los fantasmas de un castillo cercano.

Lo cierto es que el pintor se va encerrando en sí mismo mientras su mente supura pesadillas y recuerdos que le narra a su atónita mujer. Las fronteras entre lo real y lo imaginario no son nítidas; Bergman quiere que nos involucremos y decidamos.

¿Hay un hombre que se parece a Bela Lugosi en el castillo? ¿Hay muertos vivos? ¿Hay fantasmas? ¿O todos son desvaríos de un hombre que va enloqueciendo mientras su mujer va creando una vida?

El film tiene una secuencia muy perturbadora que involucra al pintor con un niño que lo acecha al borde de un acantilado. Está registrada con una fotografía de alto contraste que la hace más irreal que el resto del metraje. Es una de las secuencias más aterradoras que este escriba haya presenciado en una pantalla.

En otra secuencia, el pintor habla con una ex amante muerta que juega con él a estar viva. La magnífica fotografía de Sven Nykvist permite ver cómo respira cada poro de la piel de Ingrid Thulin, una muerta en la cúspide de su sensualidad. 

Es un film que permite una amplia gama de interpretaciones. Y no resulta fatigoso si uno se permite el asombro. 

Imperdible.

(La copia que se exhibe es de una calidad excepcional)

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