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Tras a ignorar a Maquiavelo, Putin aprendió la lección

Durante años, el líder ruso solicitó los servicios del grupo mercenario Wagner. Sin embargo, tras el intento de golpe que sufrió el pasado fin de semana, les dio la posibilidad de firmar un contrato con el Ministerio de Defensa o que se vayan a Bielorrusia con su jefe Yevgeny Prigozhin.

Tras a ignorar a Maquiavelo, Putin aprendió la lección
Damián Cichero 26 junio de 2023

Este lunes, tras lo que fue un supuesto intento de golpe de Estado, el presidente ruso Vladimir Putin reapareció a través de un discurso nacional.

El fin de semana, los mercenarios del grupo Wagner, liderados por Yevgeny Prigozhin, habían tomado una ciudad al sur de Rusia y comenzaron a marchar hacia Moscú.

Prigozhin acusó durante meses al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, de incompetencia y de retener municiones a sus combatientes mientras luchaban para tomar Bakhmut, en Ucrania.

Sin embargo, el grupo Wagner detuvo su avance hacia Moscú luego de un acuerdo anunciado el sábado por la noche en el que se decidió que Prigozhin podía exiliarse a Bielorrusia.

Justamente, este lunes Putin le agradeció al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, por mediar entre las partes, así como a los soldados y comandantes del grupo Wagner, que "tomaron la única decisión correcta, no entraron en el derramamiento de sangre fratricida".  

Además, destacó que "desde el principio de los acontecimientos se tomaron inmediatamente todas las medidas necesarias para neutralizar la amenaza generada, para defender el orden constitucional, la vida y la seguridad de los ciudadanos".

Putin explicó que "la gran mayoría del grupo Wagner también son patriotas rusos, demostraron su valentía liberando Donbass y Novorossia, pero se les intentó utilizar contra sus hermanos".

Por ello, a quienes sí apoyaron a Prigozhin, el líder ruso les ofreció que se unan al Ejército regular del país o se marchen a Bielorrusia: "Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia al firmar un contrato con el Ministerio de Defensa (...), regresar con su familia y amigos. O los que quieran pueden ir a Bielorrusia".

"Cualquier chantaje e intento de crear malestar están condenados al fracaso", sentenció.

Un par de horas antes, el propio Prigozhin dijo que nunca tuvo la intención de derrocar al gobierno: "Fuimos como una manifestación de protesta, no para derrocar al gobierno del país. Nuestra marcha mostró muchas cosas que discutimos antes: los graves problemas de seguridad en el país".

En este sentido, manifestó que su objetivo había sido evitar la destrucción de su milicia Wagner y obligar a rendir cuentas a los comandantes que habían estropeado la campaña militar de Rusia en Ucrania. 

Tras lamentar tener que derribar aviones rusos que les habían disparado a sus fuerzas, el jefe de Wagner agregó que "nos detuvimos en el momento en que la primera unidad de asalto desplegó su artillería, realizó un reconocimiento y se dio cuenta de que se derramaría mucha sangre".

El peso de la historia

A Napoleón Bonaparte, el legendario emperador francés, se la atribuye esta famosa frase: "Quien no conoce su historia está condenado a repetirla".

Es probable que Putin sea un experto en historia rusa, lo que él mismo demuestra cuando habla sobre diferentes sucesos históricos. Sin embargo, tal vez no haya tenido en cuenta las historias de otros personajes que le hubiesen ayudado a evitar este intento de golpe de Estado en su contra. 

Y aquí cobra gran relevancia el famoso tratado político "El Príncipe", de Nicolás Maquiavelo, texto que el propio Napoleón leyó a lo largo de su vida en varias oportunidades y que en uno de sus capítulos advierte sobre el peligro de contratar mercenarios.

Los mercenarios han sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad, incluso siendo reconocidos en la Antigua Grecia, varias décadas antes del nacimiento de Jesucristo. Sin embargo, adquirieron gran importancia durante el Renacimiento, cuando varios reyes contrataron a los mercenarios suizos para que les brindaran apoyo a sus ejércitos. 

Pero, para Maquiavelo, contratarlos era un grave error, ya que "si un príncipe funda su estado sobre milicias mercenarias nunca se sentirá ni firme ni seguro, porque están desunidas, son ambiciosas, indisciplinadas y desleales; son valientes frente a los amigos y cobardes frente al enemigo, no tienen temor ante Dios ni lealtad ante los hombres (...) en la paz sufres su rapacidad, y en la guerra la del enemigo".

"La razón de todo esto es que el único deseo y la única razón que los mantiene en el campo de batalla es recibir una pequeña paga, lo que no es suficiente para que quieran morir por ti", sentencia el filósofo italiano, al cual Putin parece no haber escuchado. 

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