Este martes, el presidente ruso, Vladimir Putin, inició un nuevo mandato de seis años con un claro mensaje: depende de Occidente elegir entre la confrontación y la cooperación.
Putin, que fue reelecto en marzo con más del 88 %, dijo en su discurso de investidura que su aplastante reelección era una prueba de que el país estaba unido y en el camino correcto.
"Ustedes, ciudadanos de Rusia, han confirmado la corrección del curso del país. Esto es de gran importancia en este momento, cuando nos enfrentamos a serios desafíos", expresó.
Además, dijo que veía "en esto una profunda comprensión de nuestros objetivos históricos comunes, una determinación de defender firmemente nuestra elección, nuestros valores, la libertad y los intereses nacionales de Rusia".
Considerado uno de los grandes líderes del siglo XXI, desde hace meses, Putin se encuentra en un enfrentamiento retórico con los países de Occidente, principalmente por el apoyo económico que estos le dan a Ucrania.
Sin embargo, en las últimas semanas la retórica ha subido de nivel, principalmente por las sugerencias de países como Francia, que no descartaron enviar tropas a Ucrania.
En respuesta, Rusia ha advertido que cualquier país que intervenga en el conflicto será un blanco ruso e incluso no ha descartado el uso de armas nucleares de ser necesario.
Al respecto, Putin consideró que "la elección es suya: ¿tienen la intención de seguir tratando de frenar el desarrollo de Rusia, continuar con la política de agresión, la presión incesante sobre nuestro país durante años, o buscar un camino hacia la cooperación y la paz?".
Con su nuevo mandato, Putin, en el poder como presidente o primer ministro desde 1999, superará al líder soviético Josef Stalin y se convertirá en el gobernante más longevo de Rusia desde la emperatriz Catalina la Grande, del siglo XVIII.
