Con un equilibrio muy inestable, ya que está en marcha la guerra gremial que busca el helicóptero, con el paro de la CGT en el medio, mientras se discute la ratificación de la Ley Bases y demás reformas en el Senado, el mercado argentino repitió otro día de pax cambiaria absoluta, buena compra de dólares del BCRA, suba de reservas, mejora en los bonos, baja en el riesgo país y una esperable toma de ganancias en acciones.
Las resistencias que enfrenta la transformación que está intentando el Gobierno de Javier Milei son muchas, pero pareciera que los focos se van apagando de a poco: hubo masivos cortes de movimientos piqueteros fuera de la ciudad, que fueron desactivados bajo los nuevos protocolos.
- Se espera un numeroso paro de la CGT porque sumó a maestros, trenes y colectivos a la protesta, pero muchísima gente se está organizando para ir a trabajar igual, para que los gremios no sigan siendo los dueños de todo, tal como sucede desde hace décadas.
Mientras tanto, al minuto, con chicanas y trabas de todo tipo, el ministro del Interior Guillermo Francos volvió a ponerse la reforma en los hombros, enfrentó todo tipo de trabas en las comisiones del Senado. Hubo reparos irrisorios de parte de UxP, ciertos reparos de la UCR contra el blanqueo irrestricto por temor a que lleguen capitales ilegales, pero por ahora la posibilidad de que se consiga saltar la valla no está descartada.
Con ese marco, el Banco Central logró en el mercado la mayor compra diaria de dólares de las últimas dos semanas, la autoridad pudo sumar reservas, casi nada, después de varios días con pagos de deuda y liquidaciones menores. Y lo más destacable de la jornada es que mientras los inversores dejan plazos fijos y fondos money market para comprar bonos que prometen rendir más, se dieron dos situaciones que iluminaron la esperanza de muchas caras.
Mientras el Gobierno está empecinado en no mover sus tres anclas principales (dólar oficial lento, tasa de interés descendente e inflación a la baja), la Bolsa de Rosario registró los mejores precios para los granos en lo que va de 2024.
Y, al mismo tiempo, de manera inesperadamente veloz, tras una caída vertical anual del 33,2%, gracias a la desaparición de la perniciosa ley de alquileres kirchnerista se concretó en abril una mejora del 6,4% en el sector, con sonrisas a tal punto que en el sector dijeron "el gato rebotó, y está vivo". Esto se dice, además, con economistas de todo el espectro estimando que vamos a una inflación mensual del 5%, con chance de que en todo 2025 tenga una variación anual del 50%.
Mientras este día esperanzador se desarrolló en la Argentina, en Estados Unidos están empezando a verse resultados en las empresas que comienzan a asustar. Eso plantea a los inversores que la posibilidad de que terminen estas tasas tan altas de la Fed no es un imposible y, de ese modo, las tasas largas norteamericanas se siguieron aplanando: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,5% a 5 años, 4,5% a 10 años y 4,6% a 30 años. Y, como resultado de eso, en el exterior el dólar subió 1,2% en Japón, 0,3% contra la libra, 0,2% en Chile, 0,1% contra el euro y 0,1% en China, pero bajó 0,1% en Brasil y cedió 0,4% en México.
A nivel local la pax cambiaria fue absoluta. Con el dólar exportador a $ 958,47, el BCRA compró US$ 219 M en el mercado (el mayor monto diario en dos semanas) y al final del día la autoridad monetaria logró sumar reservas por US$ 101 M.
Y con eso los dólares libres se durmieron (a pesar de tasas de hambre): el dólar blue bajó $5 hasta $1.040, el Senebi cayó $18,75 hasta $1.098,13, el MEP cayó $15,45 hasta $1.049,19 y el contado con liquidación se hundió $18,76 hasta $1.098,12. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue es del 13% y la brecha entre el ccl y el mayorista es del 25%.
Muchos inversores de alto rango empezaron a hacer movimientos a través del bono Bopreal, con lo que los bancos se adelantaron y empezaron a distribuir dividendos que tienen encepados (se calcula que hay un equivalente a unos US$ 6.600 M en utilidades sin remitir a casas centrales de todo tipo de empresas a lo largo de los últimos cuatro años).
Y en parte con esto hubo un generalizado empuja para los títulos públicos, que lograron el mejor nivel de los últimos seis años: con menos negocios, los bonos argentinos subieron 1,1% y el riesgo país bajó 10 puntos hasta 1.219 puntos básicos (con la Ley Bases sin aprobar y a horas de un paro general).
Mientras tanto, el mundo de los papeles privados empieza a mostrar la verdad de la milanesa. Aparecieron en Wall Street balances sorpresivos, de empresas de Inteligencia Artificial y de las otras, y los números no gustaron. Por ejemplo, Las acciones de Walt Disney cayeron nada menos que 10% después de que el crecimiento de suscriptores de Disney+, propiedad del gigante del entretenimiento, no cumplió con las estimaciones, al tiempo que se confirmó una desaceleración en su división de parques temáticos, uno de sus motores clave de crecimiento.
- Y, además, los papeles de una firma como Palantir Technologies cayeron 14% después de que la previsión de ingresos anuales de la empresa de análisis de datos no cumpliera con las estimaciones.
De ese modo, finalmente hubo cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, con suba del 0,1% para los índices S&P y Dow, con baja del 0,1% para el Nasdaq. En tanto que se anotó un alza del 0,6% en la Bolsa de San Pablo y una baja del 0,3% en la bolsa de México.
Mientras tanto, después de que la Bolsa de Buenos Aires hubiera acumulado en los últimos 43 meses una bestial suba del 520% en dólares (algo así como pasaría con "un buen cuba libre"), se anotó una prudente toma de ganancias en el mercado bursátil local.
- Con $9.026 millones de operados en acciones y $10.481 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 2,2%.
En tanto que las ADR argentinas que se operan en Nueva York tuvieron subas del 2 al 5,6% para Telecom, Bioceres y Mercado Libre, pero con mayoría de bajas del 1 al 3,8% para Supervielle, Despegar, Francés, Galicia, Central Puerto, Loma Negra, Macro y Cresud.
En tanto, mientras Israel tomó el control del cruce de Rafah, entre Gaza y Egipto, pareciera que la decisión de ir al diálogo continúa y con eso hubo una baja insignificante del 0,1% para el petróleo. Con tasas norteamericanas que siguen elevadas, los metales preciosos actuaron débiles.
Los metales básicos estuvieron mixtos, pero el cobre logró su mejor precio en más de dos años.
En Chicago hubo ligeras bajas para los granos, pero en Rosario (con los productores sin entregar por caminos barrosos y tipo de cambio no convincente) los exportadores tuvieron que pagar los valores más altos de lo que va de este año, con buen día sobre todo para la soja y el girasol.
Y donde hubo un compás de espera fue en el mundo cripto: el Bitcoin casi no se movió y el resto de los valores de ese panel tocó el freno por diversas regulaciones en grandes mercados asiáticos.
