Aunque lo de este 22 de agosto fue tan solo una formalidad, Kamala Harris se ha convertido oficialmente en la candidata presidencial del Partido Demócrata.
Harris lidera desde hace semanas la campaña presidencial, aunque este jueves aceptó la nominación del partido en la convención realizada esta semana en Chicago.
Sin dudas, su figura ha revitalizado las opciones demócratas de continuar en el poder, principalmente gracias a que Joe Biden, criticado por su elevada edad, ya no forma parte de la misma.
Sin embargo, aunque los sondeos muestran una clara mejoría del oficialismo, Harris aún tiene un largo camino que recorrer hasta el 5 de noviembre, día en el que se elegirá al próximo presidente de Estados Unidos.
¿Un impulso suficiente?
Desde el 21 de julio, cuando Biden anunció oficialmente que no iría en busca de su reelección, la imagen de Harris no ha parado de crecer.
Tanto es así que, pese a que Donald Trump lideró las encuestas a nivel nacional durante casi todo el 2024, la última compilación de sondeos de FiveThirtyEight reveló que la actual vicepresidenta alcanzaría el 46,6% de los votos, contra el 43,8% del magnate republicano.
Esto no sería tan llamativo si se tiene en cuenta que fue en 2004 la última vez que los republicanos se impusieron en el voto popular en una elección presidencial.
No obstante, a la hora de desglosar los datos, algo necesario si se considera que son los electores quienes deciden quién será el próximo presidente norteamericano, la situación es mucho más disputada.
Específicamente, Trump aún lidera en Georgia, Arizona, Nevada, Carolina del Norte y Pensilvania, 5 de los 7 estados que definirán los próximos comicios. Por su parte, Harris está por delante en Wisconsin y Michigan.
Cabe recordar que, para obtener el triunfo, un candidato necesita alcanzar los 270 electores, cifra que Trump superaría ampliamente si se impone en los estados mencionados.
Justamente, fue el expresidente Barack Obama quien esta semana recordó que los demócratas se enfrentaban a una "carrera reñida".
Hablando en la convención demócrata en Chicago, Obama expresó: "No se equivoquen: será una pelea. A pesar de toda la increíble energía que hemos sido capaces de generar en las últimas semanas, a pesar de todos los mítines y los memes, esta seguirá siendo una carrera reñida en un país muy dividido".
¿A qué problemas se enfrenta Harris?
Con la nominación de Harris, sin dudas, los demócratas han logrado alejar los fantasmas sobre la edad de Biden, quien actualmente es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos.
Incluso, gracias a que Harris "apenas" tiene 59 años, muchos ahora dicen que Trump es demasiado viejo para gobernar (tiene 78 años).
De todas formas, aunque este no es un tema menor, la realidad es que a los estadounidenses les preocupa algo mucho más importante: el estado de la economía.
Tras sufrir la inflación más alta en los últimos cuarenta años, a lo que se suman las elevadas tasas de interés que han hecho muy difícil, por no decir imposible, acceder a una propiedad en el país, la mayoría de los estadounidenses desaprueba la gestión económica de Biden y Harris.
Actualmente, menos de una cuarta parte de los estadounidenses (23%) califican las condiciones económicas del país como excelentes o buenas, mientras que el 36% dice que son malas y más del 40%, "regulares".
Justamente, no es casualidad que, en promedio, el ingreso per cápita en los siete estados claves ya mencionados creció 4,2% en el período 2019/2023, mientras que en el resto del país lo hizo al 6,3%.
En este sentido, una de las cartas de Trump es que, durante su primer mandato, el crecimiento de los salarios superó a la inflación, algo que con Biden no sucedió de manera constante hasta 2023.
Es cierto que tanto Trump como Biden se enfrentaron a una histórica pandemia, a lo que se agregan actuales conflictos geopolíticos, como la guerra en Ucrania.
Muchos creen que los proyectos de ley de gastos de Biden son grandes responsables de los aumentos de precios. Pero el problema es que, lejos de intentar revertir esta imagen, Harris seguiría apostando por una política económica similar.
A este respecto, el equipo de Harris confirmó que la candidata planea alcanzar casi US$ 5 billones en aumentos de impuestos durante los próximos diez años.
Entre sus medidas se destaca aumentar el impuesto de sociedades al 28%, lo que revertirá la legislación firmada por Trump en 2017, cuando redujo el gravamen del 35 al 21%.
Además, la actual vicepresidenta respaldaría la actual propuesta de Biden de imponer un impuesto a las ganancias de capital del 44,6%, el más alto de la historia.
Trump sigue jugando sus cartas
Por cierto, el magnate tiene serias chances de regresar a la Casa Blanca en enero de 2025, aunque la nominación de Harris le ha puesto un importante signo de interrogación a lo que hace un par de semanas era dado por hecho.
Para Trump, su momento de mayor popularidad fue a partir del 13 de julio, momento en el que sobrevivió a un atentado en Pensilvania. Aunque la baja de Biden un par de semanas después redujo el impacto del histórico suceso.
De cara al próximo 10 de septiembre, fecha en la que Trump y Harris celebrarán su primer debate en ABC, el líder republicano planea atacar a su par demócrata por su floja gestión migratoria, otra de las mayores preocupaciones de los estadounidenses en la actualidad.
Sin embargo, este mismo viernes Trump ha ganado el apoyo de un importante aliado: el candidato independiente Robert F. Kennedy Jr. abandonó la carrera presidencial para apoyar al republicano.
Kennedy, de 70 años, hijo del fallecido político demócrata Robert F. Kennedy y sobrino del difunto presidente John F. Kennedy, respaldará a Trump a cambio de un trabajo en un posible gobierno del magnate.
Kennedy dijo que se reunió con Trump y sus asesores, y confirmó que están de acuerdo en temas como la seguridad fronteriza, la libertad de expresión y el fin de las guerras.
"Todavía hay muchos temas y enfoques en los que seguimos teniendo diferencias muy serias. Pero estamos alineados en otros temas clave", expresó Kennedy, quien este mismo año llegó a tener una intención de voto del 15%.
