El índice de precios al consumidor en Estados Unidos subió 0,2% en agosto con relación a julio y se aceleró de 0,2% a 0,3% en el caso de la inflación básica que excluye a los rubros más volátiles.
En términos interanuales, la suba fue de 2,5% mostrando una desaceleración frente al 2,9% registrado en julio. Pero el índice núcleo se mantuvo en 3,2%, y con ese dato, no quedan dudas de, que la Reserva Federal en su reunión de los días 17 y 18 de septiembre subirá la tasa de interés en 25 puntos básicos y no en 50 que para el mercado quedó descartada
Allí comenzaría un ciclo descendente que llevaría la tasa en diciembre a un rango de 4%/4,25%. La posición de la Fed no es sencilla porque muchos analistas entienden que se demoró demasiado en bajar la tasa y que eso impacto negativamente en el mercado de trabajo que se viene enfriando. Por eso, la posibilidad de una contracción de la actividad en el primer tramo de 2025 no está completamente descartada.
En las próximas semanas puede jugar a favor de una baja de la inflación la caída en el precio del petróleo que se viene registrando en los últimos días.
A menos de 60 días de las elecciones presidenciales, una baja de la tasa interés será una buena noticia para Harris porque demostraría que la autoridad monetaria considera que el proceso de desinflación continuará.
