Ayer fue un jueves de furia, en el que hubo de todo, desde una jocosa citación fallida al expresidente Mauricio Macri, un ataque vandálico al Ministerio de Desarrollo Social, una multiplicación de cortes y piquetes y desconcertantes decisiones de un Banco Central que se está quedando sin reservas, y no sabe cómo rascar el fondo de la lata.
Por supuesto, como no podía ser de otro modo, todo ese combo derivó en un goteo mayor de depósitos de los bancos, con más presión en el dólar blue y una fuga de divisas que se profundiza, por lo que el dólar de los arbolitos llegó a un máximo histórico de $198, pero los dólares alternativos (negociados a través de ADR, Cedears o criptomonedas) alcanzaron un nuevo escalón de $203.
Toda esta situación se da con un Gobierno que se sigue desangrando, ya que hubo entrega de bonos con tasas a vencimiento de hasta el 23% anual y regalo de reservas, ya que pese al súper cepo recargado desarrollado hace dos semanas, la autoridad monetaria volvió a perder dólares, por lo que en las últimas siete semanas la acumulación de reservas fue cero.
Obviamente, toda esa movida para evitar que los dólares libres no vayan a precios todavía más altos derivó en la octava caída de las últimas nueve ruedas para los títulos públicos argentinos, que ayer perdieron 0,6%, por lo que el riesgo país de Argentina llegó ayer a un récord histórico poscanje de 1.679 puntos básicos, al subir en 15 unidades en un solo día.
Por supuesto, la ceguera es absoluta, porque nadie tiene la menor idea de qué país habrá el 15 de noviembre, un día después de la elección. Y mucho menos se sabe qué es lo que puede llegar a pasar el 7 de enero, si es que el congelamiento de 1.400 alimentos y otros bienes planteado por el secretario de Comercio, Roberto Feletti, llega a esa fecha.
Estamos a ciegas pero, intentando adivinar cuál puede ser el rumbo a seguir, aparecen algunas encuestas que en el pasado lograron algunos aciertos, y pueden dar alguna orientación. Diego Reynoso de la Universidad de San Andrés dio a conocer los datos que encuentran a nivel nacional en cuanto a intención de voto: "Nos da 41% para Juntos y 32% para el Frente de todos y 7% tanto para la izquierda como para los libertarios. Y en promedio puede decirse que 1 de cada 4 personas aprueba al Gobierno y 3 de cada cuatro lo desaprueba. Y ese fuerte rechazo está motivado por la inflación y la falta de empleo, y la inseguridad bastante más abajo".
Inflación y congelamientos
En medio de toda esa situación caótica, a menos de 400 horas de las elecciones, se ve de qué modo en medio del incendio quieren parar una presión inflacionaria que se acelera cada vez más.
Víctor Palpacelli, representante de la Cámara de Supermercados, declaró "nos reunimos dos horas con Débora Giorgi (la número dos de Feletti) y le expusimos la intención de acompañar, pero le explicamos que se nos hace muy difícil congelar los 1.432 artículos, ya que hay problemas de abastecimiento y de adecuación que se exige que pongan el ojo en los proveedores".
Pero, detrás de sus declaraciones, Palpacelli describió otra novedad que terminará por extinguir aún más las intenciones de inversión que pueda existir todavía en alguna empresa: "Le comunicamos que en el congelamiento hay artículos que ya no existen y otros que tienen margen negativo, y nos pidieron información. Quieren que les entreguemos datos de los proveedores directos, y de todos los canales distribuidores que nos acercan los productos".
El frente externo
Un escenario positivo se vivió ayer en la Bolsa de Nueva York, donde a pesar de que EE.UU. confirmó que está creciendo menos (de una expansión esperada del 2,6% para el tercer trimestre se llegó al 2%), la sucesión de entrada de balances con ganancias muy importantes hizo que la Bolsa de Nueva York pegara otro salto, bullendo en la cima de la burbuja.
La economía norteamericana entregó ayer otra novedad: los pedidos de ayuda por desempleo fueron 10.000 menos que en la semana anterior. Y pese a que ese dato pone más cerca el tapering de la Fed, y pese a que el BCE manifestó que tendrá que seguir un tiempo más con tasas bajas porque la inflación es alta (Alemania marcó 4,5% anual en septiembre), el dólar agachó contra las principales monedas, y Wall Street se enarboló un poco más.
Con todo eso, en el exterior el dólar subió 1,8% en Brasil (donde la situación está también muy complicada) y mejoró 0,1% contra el mexicano y el chileno, pero bajó 0,1% contra el yen, cedió 0,4% contra la libra y 0,7% contra el euro. Y aquí en Argentina, con toda la situación de tensión presente, los dólares que ya nadie usa estuvieron bajo control, pero los libres siguen escalando.
La licitación de Guzmán
Con un Gobierno que está convertido en una aspiradora, el ministro Guzmán tuvo la revancha de la fallida licitación del miércoles y, con apenas 18 ofertas, logró captar otros $7.688 millones. El 85% de lo captado fue en una letra del Tesoro en pesos a descuento con vencimiento 28 de febrero de 2022 (s28f2 - reapertura) con una tasa del 42,08% anual y el 15% restante en una letra del Tesoro en pesos a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2022 (nueva) con una tasa del 42,79% anual. Y, como si eso fuera poco, el BCRA colocó ayer otros $135.185 millones en Leliq al 38% anual y los bancos siguieron pagando 37% por los plazos fijos.
Con todo ese combo, el dólar turista subió 4 centavos hasta $173,50 y el oficial subió 2 centavos hasta $105,15. Pero en lo que fue el foco del día: el dólar blue subió otro peso hasta $198, record nominal histórico. Mientras que el dólar mayorista subió 4 centavos hasta $99,69, con el BCRA perdiendo otros 31 millones de las reservas, hasta US$ 43.008 millones. Y, lo más preocupante es que los dólares Senebi alternativos saltaron $3 hasta $203 mientras que los cada vez menos usados dólar MEP y contado con liquidación casi no se movieron. Al tiempo que la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 88,3% y la del CCL y el mayorista fue del 79,9%. Y, medidos en pesos, el euro subió 75 centavos hasta $116,39, la libra subió 45 centavos hasta $137,38 y el real bajó 30 centavos hasta $17,64.
Las bolsas globales
Así, mientras la bolsa de nueva york sigue a todo vapor (con suba del 0,7% para el Dow, del 1% para el S&P y del 1,4% para el Nasdaq), las bolsas latinoamericanas se siguen debilitando, ya que se vienen tasas internacionales más caras y un problema para los mercados emergentes. Y la Bolsa de Buenos Aires, mientras tanto, volvió a mostrar una ilusión: subió en pesos, pero bajó en dólares. Con $1.167 millones operados en acciones y $2.834 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,8%. Al tiempo que la ADRs argentinas en NY tuvieron un día mixto, con buen resultado para Galicia, pero con más pérdidas para Edenor, TGS e YPF.
Todos estos movimientos fueron coronados por commodities que siguen a los saltos. El petróleo volvió a subir, los metales preciosos estuvieron quietos, los metales básicos funcionaron mixtos, los granos también mostraron tendencia dividida. Y donde volvió el alivio fue al panel de criptomonedas, que después de que El Salvador ampliara su tenencia, el bitcoin repuntó 4,6%, con subas de hasta el 8% para el Ethereum y el Litecoin.
¿Qué se viene por delante? Las elecciones serán importantes, pero ya se descuenta que no tranquilizará las aguas, al contrario, generará más divisiones entre las diferentes alas del oficialismo. Y con el FMI la situación viene aún más tensa. Después del discurso para la tribuna que dio Alberto en Morón, diciendo que "no nos agacharemos ante el FMI", el FMI sacó una declaración en la que se especifica que además de no bajar las tasas ni acortar los plazos, se le aconsejará a Argentina que haya flexibilización cambiaria y laboral. Sólo con esa receta será posible que la inversión empiece a aparecer.
