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Hubo masacre en los mercados y ningún activo logró salvarse

Los valores financieros en todas partes mostraron caídas, con los inversores buscando refugio en el dólar

Los commodities, las acciones y los bonos sufrieron fuertes bajas ayer.
Los commodities, las acciones y los bonos sufrieron fuertes bajas ayer.
Luis Varela 09 mayo de 2022

Ayer los mercados vivieron una verdadera masacre. Cayeron las materias primas, las bolsas, los bonos, los metales, los granos, el petróleo, las criptomonedas...todo se hizo añicos. Y no poco, hubo pérdidas de valor que en algunos casos extremos superaron el 20% en un solo día. Por eso, uno de los consejos que más se repetían en los grupos sociales repitió una misma frase: "Cerrá los ojos, no mires como quedó tu posición".

La profundidad de ese consejo, vivir con los ojos bien cerrados ante un problema o colapso, se repite muchas veces en la vida. Algunas veces es lo más saludable, si la situación no tiene solución. Pero mantenerse con la cabeza en otra parte en tiempos tan turbulentos como los que corren pueden hacer desaparecer de entre los dedos, como si fuera arena que se va, el ahorro que se consiguió con toda una vida de trabajo, y con eso pasar a una nueva realidad, encontrarse con un final mucho más complicado que el que se imaginaba.

La pelea política

Debajo de ese drama que se vive minuto a minuto, ayer ocurrieron además muchas cosas insólitas. El dominó se puede iniciar en donde quieran. A nivel internacional, puede arrancar desde Putin festejando el Día de la Victoria rusa sobre los nazis, acusando a Occidente de la masacre que está ocurriendo en Ucrania. Y a nivel local se puede seguir con las respuestas que le dieron Alberto Fernández y sus ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas, al relato que desarrolló Cristina Kirchner el viernes pasado.

Y las respuestas del Gobierno a una Cristina que da muestras de querer presentarse como candidata para 2023 fueron duras. Alberto dijo que en su Gobierno el jamás ocultó la verdad de cifras esenciales como inflación y pobreza. Kulfas, que describió en su viejo libre "Los tres kirchnerismos" como uno bueno y dos malos, afirmó técnicamente que lo que escribió no debe ser leído en contra de nadie". Pero fue Guzmán el que más sorprendió y dejó a todos con la boca abierta.

Después de 29 meses de Gobierno, repitiendo sin cesar que el gasto público no debe ser bajado, el ministro salió a decir que ocurrió lo que ocurrió porque "el Gobierno de Cristina tuvo problemas de inconsistencia macroeconómica". Y fue aún más allá, dijo "¿en qué país del mundo se puede funcionar con subsidios equivalentes al 4% del PBI? ¿En qué país del mundo puede haber déficits fiscales persistentes en una moneda que por la inflación la gente empieza a dejar de creer?".

Todos esos condimentos anteceden a tres días que arrancan hoy y que tienen chances de llegar a cambiar la historia argentina. Alberto, sin que nadie entienda, se fue a Europa, un lugar que está en guerra, y nadie comprende bien a qué fue en este momento, donde todo se arregla dialogando vía Zoom. Y Guzmán metió por completo el dedo en la llaga: esta mañana a las 8 se inicia en La Quiaca una marcha piquetera que supuestamente llegará el jueves a Plaza de Mayo con 100.000 piqueteros, a lo largo de tres días en los que se definirán las nuevas tarifas de gas y electricidad.

El ajuste de tarifas

Las audiencias por el ajuste tarifario están programadas, los máximos responsables de energía (el secretario de Energía Darío Martínez y el subsecretario Federico Basualdo aseguraron que no estarán presentes), pero Guzmán le ordenó a esa Secretaría que encabece las audiencias para subir las tarifas, recordando que gobernarán con los funcionarios que se alineen, y si no lo hacen se tomarán las medidas del caso. Todo con 100.000 piqueteros que llegarán al frente de una Casa Rosada en la que Cristina estará al mando de manera provisoria.

La sensación general en todas partes es que hay que mantenerse lo más alejado del riesgo que se pueda, porque los mercados abandonaron por completo la posición toro, u optimista, y ya están colocados en una posición decididamente oso, pesimista, instalándose en un canal bajista que ya se disparó, y que por lo pronto viene mucho más por recorrer.

Con Japón en recesión, China en plena desaceleración, Europa en un pantano y EE.UU. con chances de recesión hacia marzo próximo, las materias primas sintieron por completo el impacto. Hubo un derrumbe del 7,2% para el petróleo. Una caída promedio del 3,5% en los metales básicos, utilizados como insumos para las industrias. Descenso del 1,5% para los granos. Desplome vertical del 15% en las criptomonedas. Y hasta una baja promedio del 2% en los metales preciosos. No se salvó nada.

La corriente general de los inversores fue seguir refugiándose en los bonos de EE.UU., que mejoraron en sus “valores contado”, y sus tasas a vencimiento achicaron apenas: 2,9% anual a 5 años, 3% a 10 años y 3,1% anual a 30 años. Y detrás de eso, en el exterior, el dólar saltó 1,5% en Brasil, 1,2% en México, 1,1% en Chile y 0,1% contra la libra, pero cedió 0,1% contra el euro y 0,2% contra el yen.

A nivel local, con la gente sin un peso para pagar las subas del 10% en las naftas, los incrementos en expensas, alquileres, prepagas, alimentos, medicamentos y todo lo que se pueda necesitar, siguió desprendiéndose de ahorros, manteniendo los dólares en general ofrecidos y sin pesos para dedicarle a ese mercado. Así, el dólar blue subió 50 centavos, pero hubo bajas leves en los dólares financieros libres, por lo que en este momento el billete verde se sigue operando entre $102 y $108, tal como ocurre desde hace seis meses.

Y lo más grave del caso es que Argentina está viviendo en este momento el semestre de la abundancia, ya que se está realizando la masiva liquidación de exportación de granos. Sin embargo, como la industria demanda dólares sin parar para no bloquearse, el resultado diario del Banco Central volvió a ser preocupante. Ayer, la autoridad monetaria volvió a perder reservas: se fueron otros US$ 178 millones, por lo que en lo que va de mayo se pierden US$ 374 millones y en lo que va de este año se esfumaron US$ 4.178 millones.

Todo eso hace suponer que los bonos en dólares no van a poder ser pagados y que los bonos en pesos tienen grandes chances de ser reperfilados, porque ayer justamente se iniciaron los primeros contactos vía zoom desde Washington con los técnicos del FMI que están haciendo la primera auditoría con los números al 31 de marzo, con Julie Kozac y Luis Cubeddu como escudriñadores titulares, bajo la supervisión de Illan Goldfjan.

El financiamiento en pesos

Como en abril Guzmán no pudo conseguir el financiamiento en pesos que necesitaba, la expectativa sobre los bonos se puso muy complicada, ya que nadie quiere bonos en pesos que venzan más allá de las PASO de agosto de 2023 y sólo aceptan papeles CER o dollar linked, algo que el FMI no recomienda. Por eso ayer los bonos argentinos se desplomaron casi 3% y el riesgo país volvió a volar, ya que subió 41 unidades hasta 1.847 puntos básicos.

Todo esto sucedió con el mundo bursátil viviendo un terremoto. En Wall Street, donde hubo bajas puntuales de más del 20%, los índices principales cayeron 3% promedio, con el tecnológico Nasdaq perdiendo 4,3% y volviendo al precio de hace más de dos años. Con 1,8% de baja en San Pablo y 1% en descenso para México.

Pero así como se desplomaron los bonos argentinos, la Bolsa de Buenos Aires fue también la que más sufrió. Con $920 millones operados en acciones y $3.711 millones en Cedears, se desplomó casi 5%. Mientras que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York tuvieron caídas de hasta el 17%, con Mercado Libre, Cresud, Despegar, TGS, Francés, Central Puerto, YPF y Edenor destacándose como las peores del día.

¿Qué ocurrirá hoy con el inicio de las audiencias por las tarifas? ¿Obedecerán los de Energía a Guzmán? ¿Dirá algo Alberto desde la otra parte del mundo? ¿Incendiará aún más el escenario Cristina? ¿Irán sumándose los 100.000 piqueteros que se esperan? Al argentino de a pie quizás todas esas cosas no sean las que más les preocupan. Llenar un tanque de nafta completo vale $6.000 con súper y $7.400 con Infinia. Hacer una compra mínima en un súper puede llevarse $10.000 y para seguir siendo clase media una familia necesita más de $ 200.000 por mes.
 

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