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Guzmán sigue cediendo y hoy enfrenta otro test con la deuda

El BCRA volvió a perder reservas y Guzmán tuvo que ceder por lo que el rojo fiscal será mayor. Y hoy tiene otro examen.

Martín Guzmán.
Martín Guzmán. Archivo.
Luis Varela 27 mayo de 2022

En línea con el pulso iniciado el miércoles, ni bien se conocieron las minutas de la Fed (severas, pero menos duras que lo esperado), los mercados de aquí, allá y todas partes volvieron a tener otro día muy positivo, con varios commodities pegando un salto consistente, como demostrando que no se le teme al joystick de Jerome Powell, por lo que el estancamiento, y más aún la recesión mundial, quizás puedan ser evitadas.

La bomba atómica financiera que significaría una tasa corta de la Fed por arriba del 3% anual para fin de año probablemente no se concrete y en consecuencia ayer alguna materias primas festejaron como si Papá Noel llegara con la bolsa llena de regalos: el petróleo saltó 3%, los granos subieron en promedio casi 2% e incluso los metales básicos asomaron la cabeza con una suba del 0,5%. Los únicos que siguieron chatos fueron los metales preciosos y sobre todo las criptomonedas, que siguen rompiendo pisos, con un duro castigo ayer para el Ethereum, que ya vale casi US$ 1.800, luego de haber rozado los US$ 5.000 hace seis meses.

Mientras tanto, las dos monedas perdedoras del día fueron el dólar y el yuan, que retrocedieron contra las demás. En el exterior el yuan cedió contra el dólar y, a su vez, el billete verde cayó 1,2% en Brasil, 0,9% en Chile, 0,5% contra el euro, 0,3% contra la libra y el mexicano y 0,2% contra el yen. Y en Argentina se vio un resultado mixto y pernicioso, ya que el blue cedió apenas, pero los dólares financieros libres volvieron a subir, pero con un agravante: el BCRA perdió gruesas reservas, chupó depósitos de los bancos, en el momento del año en el que debería sumar fondos hasta el techo.

La marcha del dólar

En concreto, mientras el blue bajó $1 hasta $207, con el contado con liquidación ascendiendo $1,07 hasta $213,61, con una brecha del 66% entre el oficial y el blue y del 79% entre el CCL y el mayorista, el BCRA perdió ayer US$ 190 millones, por una mezcla de cosas. Se le fueron algunos dólares en el mercado de cambios para parar una escalada del dólar que ya lleva cinco semanas, también hubo pérdida por pagos de gas y otros importados, y de igual modo se produjo un perjuicio por la desvalorización del swap en yuanes, que es meramente decorativo. El peso, igual, siguió perdiendo valor contra otras monedas no dolar: ayer retrocedió de manera consistente contra la libra, el euro y el real, lo cual complica el comercio exterior.

La sensación de que Powell será el malo de la película, pero no un ogro porque podría complicar la actividad económica y provocar un duro momento para las empresas y las personas, determinó que ayer los inversores especulativos tuvieran ayer otra rueda de fiesta en Wall Street. Mientras las tasas largas de los bonos federales se enfrían (hasta 2,7% anual a 5 años, 2,7% a 10 años y 3% a 30 años), la Bolsa de Nueva York brindó: hubo un salto del 2,7% para el Nasdaq, un avance del 2% para el S&P y un alza del 1,6% para el Dow. Con un día también positivo en las bolsas latinoamericanas que subieron 1% promedio.

Los bonos para abajo

Pero con la soja a tope, con el freno a la suba del dólar (aunque se hizo con costo para las reservas) los bonos argentinos se sostuvieron y el riesgo país casi no cambió (terminó a 1926 puntos básicos). Y las sonrisas más amplias se vieron en el mercado bursátil local, donde con $1.383 millones operados en acciones y $3.205 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,7%, por lo que fue la mejor de todas. Al tiempo que los ADR argentinos en Nueva York también tuvieron subas a pleno, de hasta el 8,4%: resucitó Mercado Libre y la única castigada fue TGS.

Desde lo económico la jornada estuvo impregnada con dos peleas internas de la coalición oficialista, con los no albertistas convertidos en los peores opositores de todo es espectro político. Sergio Massa, buscando congraciarse con la clase media, presionó sin parar al ministro Guzmán para que suba el mínimo imponible en junio, para que unos pocos trabajadores en relación de dependencia que ganan hasta $265.000 no paguen ganancias ni con el mes ni con el aguinaldo, a pesar de que esa franja es menor, y con un Alberto Fernández que manifestó que "vivimos en el continente más desigual del mundo", beneficiando a los de los sueldos más altos, con 45% de pobres y 18% de indigentes.

Y la otra batalla interna oficialista del día tuvo que ver con las retenciones. De manera titubeante, algunos ministros del gabinete de Alberto Fernández aconsejan no subirlas, y la vocera Gabriela Cerrutti culpó a la oposición. Al tiempo que la exdiputada ultrakirchnerista y economista Fernanda Vallejos, que había calificado de ocupa a Fernández, dijo que el Presidente "no sube las retenciones no porque tenga la batalla perdida en el Congreso sino porque tiene miedo, ya que perfectamente puede utilizar herramientas legales de la Aduana que le permitirían elevar las alícuotas perfectamente; lo que le falta es decisión, tiene la lapicera, no lo hace y vamos a volver a perder las elecciones en 2023 porque hay miedo a tomar decisiones".

Las peleas de Guzmán 

Habrá que seguir el tema muy de cerca, porque Guzmán parecía muy empoderado con el tema tarifas, y por ahora todo ese tema está en veremos, con el secretario Federico Basualdo atrincherado, sin renunciar como Roberto Feletti. Ahora Massa también le dobló la muñeca a Guzmán, y lo obligará a pagar dinero de más en junio, unos fondos que se pensaba ahorrar. Y el tema retenciones no está del todo cerrado: fue muy consultado Roberto Lavagna, cuya cabaña ganadera logró un premio ayer, y fue rodeado por la prensa, sin querer hacer ningún comentario sobre lo que ocurre con la política.

Es decir, Guzmán está entreverado con las tarifas, acaba de ser doblegado por Ganancias, lo presionan por las retenciones y hoy enfrentará un nuevo test porque volverá a tomar deuda, en una jugada que ya fue armada ayer mismo. El Banco Central volvió a chupar una inmensa cantidad de dinero de los depósitos de los bancos: tomó $414.897 millones en Leliq cortas. Y con eso está preparado el escenario para que hoy Guzmán salga a tomar más deuda para poder pagar vencimientos muy cortos.

En detalle, Guzmán saldrá a colocar hoy a partir de las 10 más y más deuda, con licitación de Lelites, Lepase, Ledes, Lecer, bono Badlar y Boncer. Esta vez no solo le colocará papeles a los inversores enjaulados (fondos de inversión y creadores de mercado, ultra vigilados por la AFIP, que pierden su licencia si no participan) sino también a los inversores libres. Había dejado de colocarles deuda a los inversores individuales porque finalmente entendieron que la deuda ajustable por CER da pérdida real, ya que el Indec no mide la inflación de manera correcta. Colocar pesos en bonos CER no da ninguna ganancia, ni siquiera mantiene el poder de consumo: es plata quemada, peor que los plazos fijos porque de largo tienen 80% de chance de ser reperfilados. En cambio, por ahora sin miedo a un reperfilamiento antes de las PASO de 2023, los inversores amplían sus colocaciones en plazos fijos UVA: crecen 25% en lo que va del año, llegan a casi $300.000 millones; es dinero transaccional que espera tener la habilidad para salir a tiempo, antes de una devaluación abrupta. Hasta ahora los técnicos del FMI le aprobaron a Guzmán la auditoría de marzo "a pesar de la contabilidad creativa", pero la auditoría de junio será más compleja, porque el BCRA compra algo de reservas pero no las acordadas, se emite y los subsidios de 2022 serán mayores que en 2021. Así que veremos cuál es la suerte que obtiene un Guzmán muy presionado en el llamado de hoy.

La oferta de hoy

Le ofrecerá a fondos comunes de inversión una letra de liquidez del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de junio de 2022 (nueva). Le ofrecerá a los denominados creadores de mercado cuatro letras y dos bonos: se presenta una letra del Tesoro nacional en pesos a tasa variable más 14% con vencimiento 16 de agosto de 2022 (sg162 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de agosto de 2022 (s31g2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de octubre de 2022 (s31o2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento vencimiento 19 de mayo de 2023 (x19y3 - reapertura). Y les ofrecerá a inversores comunes dos bonos, uno con sobre tasa y otro ajustado por inflación más un premio extra: un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa badlar privada más 5% con vencimiento 18 de abril de 2024 (tb24p - reapertura) y un bono del Tesoro nacional en pesos con ajuste por CER 1,80% vencimiento 9 de noviembre de 2025 (Boncer 2025) (tx25 - reapertura).

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