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El caos bancario trae más liquidez y los activos rebotan

Los bancos centrales hacen un doble juego de subir la tasa y dar más liquidez. En Argentina sigue la tensión cambiaria, con pérdida de reservas. Pero hubo una buena licitación de deuda en pesos y por la reunión de Alberto con Biden, y de Massa con el FMI, los bonos y las acciones subieron.

El caos bancario trae más liquidez y los activos rebotan
Luis Varela 30 marzo de 2023

Como titiriteros, los principales bancos centrales del mundo siguieron arrojando dinero desde helicópteros para que las todavía candentes llamas en algunos bancos se apaguen del todo, y con eso los mercado del mundo volvieron a actuar como durante el arranque del Covid, con subas orquestadas por hilos administrativos, que a la larga volverán a provocar la obligación de hacer movimientos en reversa.

En realidad, la movida enviada desde la Fed, el BCE, el BoE y otras autoridades monetarias importantes tiene un doble mensaje: continuaremos o subiendo o sosteniendo las actuales altas tasas de interés, pero al mismo tiempo le daremos a los bancos en problemas toda la asistencia de fondos que necesiten para que los inversores se tranquilicen y que no haya una huida masiva de fondos del sistema financiero.

Y la reacción que parecen empezar a mostrar los activos, ante este chorro de dinero que llega de manera inesperada, es una movida alcista para las Bolsas, y un principio de sostén para las clásicas posiciones de refugio, como por ejemplo los metales preciosos, pero sobre todo una recuperación tremenda para las criptomonedas, que como zombies pasaron de estar en un abismo a volver a tener valor en apenas cuatro meses.

El escenario local

A nivel local, mientras tanto, la situación es bastante diferente. La inesperada reunión de Alberto Fernández con el presidente de EE.UU. Joe Biden en la Casa Blanca, tras 27 meses de pedidos insistentes sin que se produjera ningún encuentro, provocaron ayer un consistente repunte para los títulos argentinos, sobre todo para los bonos, determinando una caída del riesgo país que nadie esperaba.

Pero al mismo tiempo, la desconfianza por el peso argentino no disminuyó absolutamente nada. La presión cambiaria continúa. Ayer 14 de los 15 dólares de Alberto volvieron a subir, y provocaron más venta de dólares de dólares para el Banco Central, que se está vaciando de reservas con una velocidad pasmosa, mientras Sergio Massa se reunió con la gente del FMI, aguardando ansiosamente que libere los DEG prometidos, y ver si el encuentro de Alberto facilita un poco más las cosas.

Por supuesto, con este doble mensaje de los bancos centrales dominantes, los inversores titubean. Por un lado el titular de la Fed sigue amenazando con que seguirá mirando los datos de inflación y empleo, y que el máximo de la tasa base (que hoy está en el 5% anual) quizás no haya terminado, o que por lo menos no bajará nada este año. 

Pero en las consultas que se hacen entre los especialistas se cree otra cosa: "Powell no puede seguir subiendo el costo del dinero, ya que podría generar una recesión impredecible. Por eso apuestan a que no haya ninguna suba en las tres reuniones siguientes de la Fed, una el 3 de mayo, y las otras dos en junio y julio. E incluso están convencidos de que en las citas de septiembre, noviembre y diciembre es altamente probable que la tasa base sea bajada tres escalones de 25 puntos básicos.

El resultado que entregaron ayer los números concretos del mercado fue mixto. Se afirmaron las tasas largas norteamericanas, sobre todo las no tan largas: se pagó 4,6% anual a 1 año de plazo, 3,7% a 5 años, 3,5% a 10 años y 3,8% a 30 años. Y con ese movimiento, el dólar global tuvo un resultado promedio negativo. Ayer en el exterior el dólar subió 1,5% en Japón y 0,2% contra la libra y el yuan, no cambió contra el euro, pero bajó 0,5% en Chile y 0,7% en Brasil y México.

Mientras que en Argentina la movida fue completamente diferente: con gran intervención del Banco Central (vendió US$ 95 millones directamente en el mercado de cambios y al final del día las reservas se derrumbaron en US$ 224 millones computando otros pagos y compensaciones de comercio exterior), el dólar blue pudo ser frenado, ya que retrocedió $4 tras el salto la víspera y finalizó a $393. Pero luego, el dólar Qatar subió 94 centavos hasta $431, el Senebi subió $1,48 hasta $395,48, el MEP subió $1,36 hasta 384,91 pesos y el contado con liquidación saltó 6,30 pesos hasta $396,93. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue dl 82% y la del CCL con el mayorista saltó hasta el 91%.

Toda esta presión cambiaria argentina se dio después de tres ruedas seguidas con control en la banca internacional para que no haya nuevas caídas. Y ocurrió a pesar de que la calificadora Moody's Investors Service redujo la perspectiva del sistema bancario de Argentina a negativa, desde estable, a partir de un deterioro de las condiciones operativas, en medio de una contracción probable del PIB del 0,5% en 2023 y una inflación persistentemente alta, que ya supera el 100% anual.

Desde Moody's fueron contundentes: "Las grandes tenencias de deuda pública y del Banco Central por parte de los bancos los exponen a condiciones financieras cada vez más difíciles del soberano. Estos desafíos son compensados en parte por los fundamentos relativamente sólidos de los bancos, con reservas de capital considerables, tenencias de activos líquidos históricamente altas y beneficios adecuados".

Una buena licitación

Al mismo ayer se registró una positiva licitación de deuda en pesos, que permitió patear para el Gobierno que asuma en diciembre más compromisos, y con costos que realmente asustan. Con 2036 ofertas, el Gobierno logró captar ayer $ 294.502 millones en Lelites, Ledes, Lecer y Bonos atados al dólar, superando en unos $10.000 millones  lo que necesitaba para realizar los pagos que debe efectuar esta semana.

La mayor parte del dinero captado fue justamente de dinero de privados en un bono dollar linked más un premio extra del 5,26% anual con vencimiento el 30 de abril de 2024, mientras que para los bancos, fondos de inversión y compañías de seguros les tuvo que pagar una tasa nominal anual récord del 93,19% anual.

En detalle, el 38% del dinero captado fue en un Bono atado al dólar  por 0,40 con vencimiento 30 de abril de 2024 (tv24d - reapertura). El 26% fue en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 18 de julio de 2023 (x18l3 - reapertura). El 19% en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de junio de 2023 (s30j3 -reapertura). El 7% en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de julio de 2023 (s31l3 - reapertura). El 4% en una letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (nueva). El 3% en un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 31 de julio de 2023 (t2v3d - reapertura). Y el 2% restante en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 18 de septiembre de 2023 (x18s3 -reapertura).

A pesar de la suba de los dólares y de la advertencia de Moody's, la reunión de Alberto con Biden, donde se dialogó mucho sobre el apoyo de Argentina a Ucrania contra Rusia y en el interés de los norteamericanos en participar en inversiones locales sobre litio, minerales y el desarrollo de las comunicaciones denominadas 5G, en las que China quiere entras con Huawei, determinó que los bonos cambiaran de dirección, tras varias ruedas colocados en un tobogán. Ayer, sin embargo, en medio de este sorpresivo apoyo de EE.UU., los bonos argentinos anotaron un repunte del 4,3% con doble volumen, por lo que el riesgo país cayó 156 unidades, hasta 2.356 puntos básicos.

Las bolsas sonrieron

Y a nivel mundial, de la mano de la liquidez que los Banco Centrales le están dando a los bancos medios y chicos con dificultades, volvieron las sonrisas a Wall Street, y eso se extendió a las acciones argentinas, que siguen con un rally que ya se extiende a más de cuatro ruedas. Con otro buen día, la bolsa de Nueva York volvió a subir: el Dow ganó 1%, el S&P mejoró 1,4% y la Nasdaq trepó 1,8%. Y detrás de eso, la Bolsa de San Pablo subió 0,6% y la  de México mejoró 1,3%.

Y a nivel local las cosas fueron aún mejores. Con $4.380 millones  operados en acciones y $7.200 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires recuperó otro 2,8%. Al tiempo que los ADR argentinos en Nueva York anotaron subas del 1% al 4% para YPF, TGS, Mercado Libre, Despegar, Galicia, Francés, Macro, Cresud, Supervielle e IRSA; con bajas del 1% al 6% para Edenor y Loma Negra.

En commodities, las cotizaciones muestran una dirección indecisa. Ayer se anotó una baja del 0,6% para el petróleo, los metales preciosos estuvieron detenidos, los metales básicos actuaron mixtos, hubo un muy buen resultado para los granos tanto en Chicago como en Rosario. Pero lo mejor del día estuvo en las criptomonedas, con un salto de 3,9% para el Bitcoin con subas de hasta casi 5% para el resto de los valores del panel.

Por supuesto, en un año absolutamente volátil, y con chance de que en cualquier momento surja algún banco con dificultades o índices de inflación inconvenientes, la presente ola de liquidez abre la discusión sobre qué pasará en los próximos tres meses con la tasa internacional y con el valor del dólar global. Por eso hay expectativa de que se repita el ciclo de 2020, año en el que las onzas de oro y plata alcanzaron los mayores precios en 10 años para la plata y de toda la historia para el oro. Pero lo que más brilló fueron las criptomonedas, que volvieron del averno: el Bitcoin (el valor más usado de ese bloque) pasó de US$15.500 hasta casi US$ 28.500, con un increíble brinco del 84% en dólares en apenas cuatro meses.

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