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El ajuste de la Fed impacta en todas las cotizaciones

Con la ayuda del único financista que nos queda, Massa sigue sacando conejos de la galera. Autorizó a las provincias a emitir letras, como ocurrió en el 2001. La situación está al límite y la semana pasada el dólar fue contenido con gran gasto de reservas y se frenó el rally electoral.

El ajuste de la Fed impacta en todas las cotizaciones
Luis Varela 10 julio de 2023

"En este momento no podemos atenderlo, si necesita otra consulta marque 9, de lo contrario marque 0 y lo devolvemos al menú inicial". El viernes se realizó la reunión de directorio del FMI, y son tantos los países que llaman pidiendo asistencia que el caso argentino no se trató, y en la agenda pública del Fondo, que se informa en detalle hasta el jueves próximo, no hay fecha para que el board del organismo trate el pedido de ayuda que llega desde Buenos Aires.

Hace diez días, en el cierre de junio, Argentina pagó deuda atrasada al límite, mitad en DEG y mitad en yuanes, y se pensó que con ese pago quedaba habilitada la liberación de los DEG que están trabados desde marzo, por incumplir con ninguna de las metas acordadas, esencialmente de déficit, de tipo de cambio y de reservas. Al pagar, iban a viajar a Washington de inmediato el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y el jefe de asesores Leonardo Madcur, pero hasta ahora no lo hicieron.

En medio de esta negociación interminable, el viernes pasado la Argentina no realizó un pago por US$ 1.300 millones, y dice de manera unilateral que volverá a pagar a fin de mes (como hizo en junio, al límite), por lo que a fin de julio el país deberá pagar US$  2.600 millones. Por eso, como pasó en junio, Argentina vuelve a ser calificada desde hoy como "deudor en mora" y si a fin de mes no paga, quedará en default con el FMI, lo cual incluye freno automático de préstamos del Banco Mundial, la CAF y el BID.

El turno del board

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Definitivamente, el cuerpo técnico del Fondo ya se corrió y dejó todo en manos del directorio. Y la próxima misión del organismo llegará a fines de septiembre, entre las PASO y la elección general, por lo que el pedido de "waiver" o perdón planteado por el ministro Massa (que insinúa más ajuste, más crawling peg y más aranceles a la importación hasta el tope de lo permitido por la OMC) quizás se analice en el Fondo después de las PASO, cuando la población se defina con su voto de qué modo queda el poder político en  Argentina.

Muy en línea con la estrategia que utilizó para arrancarle su candidatura a CFK en UxP, Massa tiene la tapa de la olla a punto de saltar por los aires y, obviamente, políticamente gritará que la culpa es de otro, del Fondo que no nos asiste. Por eso, le mandó una carta a Biden (con el apoyo de los presidentes de Brasil, México, Chile, Colombia, Bolivia y Paraguay) y se contactó con Mohamed Maait, el ministro de finanzas de Egipto, que es el segundo mayor deudor del Fondo y es un país al que le ocurre algo muy parecido al caso argentino.

Egipto, que alguna vez fue calificado como granero del mundo conocido por el imperio romano, tiene hoy un acuerdo trabado con el Fondo desde diciembre. Pero va un poco adelante de lo que está pasando a nivel local: dejó flotar su tipo de cambio oficial, pasó en 2022 de 15 a 25 libras por dólar, y en 2023 trepó hasta 30,90 libras, con el dólar blue en 37 libras, con una brecha de apenas 20%.

Argentina viene muy atrás de lo que pasa en Egipto. En junio el BCRA debió emitir $688.000 millones en adelantos transitorios, que le permitieron al Tesoro "comprar" las divisas con las cuales pagó al FMI. Y ahora, como muestra ajuste retrasándole pagos a las provincias, acaba de darle un préstamo del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial por $3.600 millones a Tierra del Fuego, y como se complica la posibilidad de que lancen un plan platita, con la venia del BCRA empiezan a brotar letras provinciales en provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Tierra del Fuego y Neuquén, como ya ocurrió en 2001, con papeles parecidos a los recordados Lecop o Patacones. Mientras tanto, la Secretaría de Comercio se repite, plantea congelamiento de precios justos hasta las PASO, y ya se ve desabastecimiento de esos productos en las góndolas. Y las petroleras rompieron amarras y adelantaron su aumento de combustibles.

Los mercados globales

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Con todo este marco, hay dos situaciones críticas que ponen desde hoy a los mercados globales y sobre todo al argentino en situación de alta volatilidad. Una de las cuestiones es el nuevo repunte de las tasas norteamericanas, con la confirmación que se mantendrán altas mucho tiempo. Y el otro elemento testigo fue el caos que se vivió el viernes, con paro de transporte, suspensión en una de las líneas de trenes y "casuales" cortes de electricidad en el subte, que al final quisieron mostrar que Massa es el gran negociador que calma todo. Y buscando respaldo en unidad inaugura medio gasoducto desde Vaca Muerta, "haciendo posible, lo imposible".

En línea con todo esto, Massa prometió que se paga el cupón de los bonos surgidos del canje que hizo Guzmán en agosto de 2020. Esto mantendrá desde hoy muy temprano a los inversores actualizando pantallas todo el tiempo para ver si sus dólares entraron o no a las cuentas. A partir de allí habrá que ver qué hacen esos ahorristas con sus dólares, pero el tema fundamental seguirá estando en el FMI. La flexibilización del swap chino, que cuesta el doble de lo que cobra el fondo, da más tiempo, pero hay una diferencia: uno pide condicionalidades para estabilizar, mientras que el otro pide ventajas para tomar posiciones estratégicas. De este modo, al límite, se inicia el segundo semestre, que es estacionalmente siempre escaso en ingreso de dólares.

Para peor, desde el mundo el viento de cola sigue sin soplar. El viernes hubo una corrección sobre la cantidad de empleos que se crea en EE.UU.: después de una medición exageradamente optimista que mostró un indicador privado el jueves, el número oficial del viernes mostró que se crearon en "solo" 209.000 puestos de trabajo (esperaban 225.000) mucho menos que el dato anterior de 306.000 empleos en mayo. Esto indica que la tasa de la Fed está impactando, pero al mismo tiempo se conoció que la tasa de desempleo bajó al 3,6% y que los salarios por hora volvieron a aumentar, por lo que se descuenta que la Fed subirá su tasa base este mes, y que probablemente también lo haga en setiembre, y quizás mantenga intereses elevados hasta la mitad de 2024.

Tasas para arriba en EE.UU.

Por eso, las tasas largas norteamericanas siguieron subiendo el viernes: se pagó 5,4% anual a 1 año de plazo, 4,3% a 5 años, 4,1% a 10 años y 4,1% a 30 años. O sea, sigue la curva invertida, pero está empezando a corregir. Eso quiere decir que los bonos cortos van a subir de precio pronto y que su tasa a vencimiento bajará, lo cual plantea una suba posible en el valor contado del 7% en un año. Y en la minuta de la Fed se dio a conocer que hay integrantes de su directorios que, además de subir la tasa corta de 5,25 a 5,50% este mes, quieren llevarla a 5,75% en septiembre, y unos pocos van más allá, ya que no descartan que se llegue a 6% anual, lo cual sería durísimo para los activos de riesgo.

Con desinflación y recesión cercana en Europa, en EE.UU. imaginan todavía un aterrizaje suave. Pero, atención, con las tasas del viernes el mercado de monedas quedó partido, con el dólar en alza en Latinoamérica, y en baja contra el resto de las monedas principales. La semana pasada el dólar subió 1,7% en Brasil, 0,8% en Chile y 0,2% en México. Mientras que bajó 0,4% en China, 0,5% contra el euro, 0,8% contra el franco suizo, 1,1% contra la libra y cayó 1,5% en Japón.

El dólar en Argentina

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Y en el mercado argentino la plaza cambiaria también estuvo muy partida. Con el dólar de los expertos (los que siempre se anticipan) muy para arriba y el mercado de los ahorristas menores débil. El contado con liquidación saltó 4% en la semana (el CCL terminó a $515,48 y el Senebi a $523,29, con el tarjeta externa en $548,78), mientras que el dólar MEP (presionado por venta de bonos de FGS) subió apenas 0,1% y el blue cedió 0,4%, manteniéndose aplastado en $492.

Pero atención: este cuadro de valores de los dólares múltiples hubiera sido mucho peor, ya que la corrida no fue general porque quemaron reservas a dos manos. En lo que va del mes se fueron del Banco Central US$ 1.321 millones y en lo que va del año se esfumaron US$ 17.976 millones. Esto ya es la mayor fuga de capitales de este siglo: se está yendo fondos a un promedio de US$ 2.462 millones por mes, cuando en el último año con Macri (y Alberto designado con un tuit unilateral) se fueron US$ 1.751 millones por mes.

Con esta foto en el hipotálamo, el debate que se repitió entre los analistas fue tratar de adivinar si el caos provocado por los gremios fue una teatralización para que finalmente Massa terminara como componedor, como alguien que puede mantener el incendio apagado, con Kicillof e Insfrán advirtiendo que si no gana el peronismo habrá "derramamiento de sangre y asesinatos". ¿Es todo esto cierto o acaso es un intento de demostrar el caos que habrá si hay un gobierno no peronista?

Se frenó el rally

Elecciones 2023 dolar
 

Como resultado de todo esto, el rally electoral que venían mostrando los bonos se frenó: con gran diversificación, es decir más negocios en más bonos diferentes, la semana pasada los títulos públicos bajaron 3,7%, y el riesgo país, que había bajado a 1941 unidades, rebotó y volvió a 2.103 unidades, por lo que toda esta tensión hizo subir el riesgo 162 puntos que habían bajado últimamente.

Y esta situación se da con las commodities sumergidas en la tensión geopolítica mundial y con los efectos del cambio climático. Los árabes avisan que seguirán cerrando grifos y con eso el petróleo sube 4,6% en el mes. Con señales de sequía en algunas partes e inundaciones en otras, el precio de los granos es extremadamente volátil: en julio la soja de Rosario sube 2%, pero baja 4,5% en Chicago. Y el puerto rosarino muestra un abanico de resultados: en el mes el maíz sube 1,2% y el trigo cae 4,8%. Y el mismo desconcierto se ve en los metales: en julio el níquel sube 1,9%, la onza de plata gana 1,4%, el cobre 0,6% y el oro 0,2%, pero el aluminio baja 0,5%. Con las criptomonedas perdiendo potencia, con bajas del 0,4 a 1%.

Las bolsas afectadas

En realidad, la promesa de que la tasa de la Fed subirá más y que se mantendrá alta al menos por otros diez meses afectó a casi todas las bolsas. La semana pasada la Bolsa de Chile subió 2,7%, con San Pablo y México 0,7% arriba, pero Wall Street bajó 1,5%, Tokio perdió 2,4%, con las bolsas europeas mostrando un desplome del 3,5% y las bolsas chinas 5% abajo.

Frente a todo ese cuadro bursátil global, la bolsa argentina fue apenas afectada: anotó una baja del 0,4%. Esto indica que los inversores confían en que viene un nuevo gobierno, que estos que están se van, y que viene alguien más racional. Pero hay gran incertidumbre: las PASO se celebran dentro de poco más de un mes, no queda claro que las primarias ayuden a reducir el nerviosismo, al contrario puede iniciarse un período de altísima volatilidad en medio de una economía muy frágil y sin reservas en el BCRA. Y sobre todo muchas preguntas: ¿Podrá un nuevo Gobierno manejar el país? ¿Qué medidas tomará desde el 11 de diciembre? ¿Habrá miedo en los ahorristas? ¿Sacarán sus depósitos de los bancos?

Las bajas anotadas por los bonos y las acciones la semana pasada se ven por ahora como un pequeño ajuste tras una gran remontada. Algo que parece normal, y hasta sano, una toma de ganancias, después de una suba vertical. No hay que olvidar que la Bolsa porteña sube 270% en dólares en 32 meses y que los bonos acaban de saltar 30% en dos meses. Y desde hoy se define si esto es una pausa, para luego seguir con más, o si se inicia una debacle por otra crisis.

Hay muchos elementos en juego. En Wall Street llega la Temporada de resultados, con los balances trimestrales de las empresas, donde se testeará si hay o no optimismo para mantener los precios en el cielo. Además entre hoy y el jueves se conocerán los datos de inflación de países como Brasil, EE.UU. y la Argentina. Y el dato del IPC es esencial, porque la deuda en pesos es un taxi: el 92% de los pagos de bonos en moneda local de 2023 y el 99% de los del año próximo están indexados, no se pueden licuar. Y acá no hay relato que valga: la deuda en pesos tienen un incremento sistemático desde que los Fernández están en el poder: a fines de 2019 representaba el 13,9% del PIB, a fin de 2021 el 18,1%, a fin de 2022 el 23,5% y a fin de junio último llegó al 26,6%.

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