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Panorama

Súper dólar y mini peso, con el mayor riesgo país en 100 días

Subieron los dólares libres, el BCRA perdió reservas, bajaron los bonos, subió el riesgo país y se achicó más la Bolsa. Pero los datos que más asustaron fueron indicadores de la economía real.

El mercado financiero repitió el tobogán que se observa desde las PASO.
El mercado financiero repitió el tobogán que se observa desde las PASO.
Luis Varela 27 septiembre de 2023

Con el primer debate presidencial ya muy cerca, y a apenas 25 días de la elección que comenzará a definir quién sucederá a Alberto Fernández en la Casa Rosada, el mercado financiero argentino tuvo ayer el peor día en mucho tiempo: todos los dólares libres subieron, la brecha cambiaria saltó al 122%, los bonos perdieron más valor, el riesgo país subió al mayor nivel en 100 dias y la Bolsa de Buenos Aires, medida en moneda dura, fue otra vez la peor de todas.

Sin embargo, por más increíble que parezca, semejante cuadro de situación en el pizarrón estrictamente financiero no fue lo peor del día. Hubo cuatro datos que hicieron bajar la cabeza de ahorristas, inversores y analistas:

  1. Mientras el Congreso sigue mirándose el ombligo, incluso en la ley de alquileres, los escribanos de la provincia de Buenos Aires confirmaron que hubo más actividad en agosto (se hicieron 9.492 operaciones, 17% más que en julio y 9,4% más que en agosto de 2022), pero lo grave es que el valor en dólares de esas operaciones se hundió, cayó 30% contra julio y 18% por debajo de agosto de 2022. Y eso sucede según operadores del sector porque alquilar no es negocio, y los que son propietarios quieren sacar todo lo que tienen de Argentina, se desprenden, y a otra cosa.
  2. Según el Indec, las ventas en los supermercados bajaron en julio por segundo mes consecutivo, con una caída del 2,5% anual y en los mayoristas el derrumbe fue del 3,2% anual, lo cual significa literalmente que las familias argentinas se están llevando menos cosas para sus casas, lo cual significa, sin ambigüedades, "hambre".
  3. El analista Gustavo Neffa, director de Research for Traders, advirtió que con el actual plan platita reforzado entramos en una espiral inflacionaria, con un incremento del déficit fiscal generado por Massa para entrar al balotaje, y eso nos coloca en una situación muy peligrosa.
  4. Desde la organización Libertad y Progreso realizaron un trabajo en el que concluyeron que el nivel actual de la Actividad económica muestra que el PIB per cápita de 2023 está en los mismos niveles del 2007.

O sea, propietarios de salida, familias con menos capacidad de compra, una escalera inflacionaria que nos puede llevar a un momento ciertamente difícil y la confirmación de que el estancamiento al que nos ha llevado la administración Fernández-Fernández ya no es de 12 años como se venía afirmando hasta ahora, sino que la parálisis es de 16 años, tres lustros en los que la economía mundial tuvo una expansión promedio del 8%, con picos de casi 20%, por lo que todo el mundo mejora, mientras que Argentina se quedó anclada prácticamente desde que Néstor Kirchner se negó a ajustar, como le recomendaba su ministro de Economía Roberto Lavagna, que decidió renunciar ante la negativa del Presidente.

El contexto global

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Es cierto, esta formidable crisis que tiene hoy Argentina ocurre en un momento en el que toda la economía mundial está en problemas, pero el nivel de sufrimiento que registra la economía local es mucho más profundo. Santiago Abdala, de Portfolio Personal Inversiones detalló la foto actual de manera contundente: "Todo el tiempo hablamos con inversores del mundo y ahora nos dicen que ellos están convulsionados, pero resaltan que en medio de todo esto la Argentina logró una vez más ser el mercado con más incertidumbre del mundo; así nos ven".

La batalla mundial ya la repetimos muchas veces en esta columna. Los principales bancos centrales del mundo están ajustando las clavijas para enfrentar el principal de los problemas: una inflación resistente, que no cede. Y con una señal de advertencia por la movida que puede hacer próximamente la Fed, el BCE, el BoJ y otras entidades grandes, ayer las tasas largas de EE.UU. subieron más y se aplanaron, o sea los términos más largos comienzan a elevarse para acercarse al costo de los términos más cortos: ayer se pagó 5,5% anual a 1 año de plazo, 4,6% a 5 años, 4,6% a 10 años y 4,7% a 30 años

Por esa razón, ayer se anotó otro peldaño alcista para lo que vuelve a denominarse como súper dólar: en el exterior el billete verde subió 0,9% en México, 0,5% contra el real y la libra, 0,3% en Chile y 0,2% contra el euro y el yen, y solo bajó 0,1% en China. Y mientras el súper dólar reina en el mundo, en Argentina -con emisión múltiple- el mini peso se hunde cada vez más. Ayer el dólar blue saltó $13 hasta $758, el Senebi saltó $9,20 hasta $763,47, el MEP subió $1,18 hasta $686,89 y el contado con liquidación brincó $15,84 hasta $778,30. Por lo que la brecha entre oficial y blue subió al 106% y la del CCL entre el mayorista fue del 122%. Y pudo ser mucho peor, porque la autoridad monetaria vendió bonos a dos manos para anclar al dólar MEP, y a cuatro ruedas del fin de dólar soja 4.0, el BCRA pudo comprar en el mercado apenas US$ 3 millones, pero lo más grave es que al final del día la autoridad monetaria perdió reservas por otros US$ 61 millones y chupó de los bancos depósitos por $2,3 billones en Leliq cortas, con ahorristas e inversores preguntándose qué dólares gastan para evitar que todo esto estalle más. 

Bonos para abajo 

Con ese escenario, la situación de los títulos argentinos siguió colocada en el mismo tobogán. Con pocos negocios, los bonos argentinos bajaron otro 0,6%, por lo que el riesgo país subió otras 17 unidades hasta 2.385 puntos básicos, el nivel más alto de los últimos 100 días. Y hay una gran incógnita, que será superada con la trampa de siempre (emisión indirecta del BCRA, compra de títulos al FGS de la Anses y captación de bonos nuevos desde el fondo de los jubilados), ya que hoy se realiza una nueva licitación en la que la Secretaría de Finanzas debe captar vencimientos por $ 200.000 millones que están en manos privadas, ofreciendo un clásico menú de Lelites, Lecer, Boncer y un bono Dual. 

En el menú presentado anteayer, Finanzas le ofrecerá a los Fondos Comunes de Inversión una letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 18 de octubre de 2023 (nueva). A los denominados creadores de mercado se les ofrecerán dos letras: una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 18 de enero de 2024 (x18e4 - reapertura) y una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 20 de febrero de 2024 (x20f4- nueva). Y a los inversores en general se les ofrecerán tres bonos: un bono del Tesoro nacional en pesos ajustado por CER 3,75% vencimiento 20 de mayo de 2024 (t6x4 - reapertura), un bono del Tesoro nacional en pesos ajustado por CER 4% vencimiento 14 de octubre de 2024 (t4x4 - reapertura) y un bono de la Nación Argentina en moneda dual vencimiento 30 de junio de 2024 (tdj24 - reapertura). Se descuenta que la licitación será exitosa porque seguirá la misma trampa: el BCRA emite, compra bonos del FGS de la Anses, y desde esa posición toman todo lo que los privados no están dispuestos a tomar, con asistencia indirecta de parte de la autoridad monetaria. O sea, se pagan bonos cada vez más caros para ver si logran que no todo el mundo se vaya, para terminar presionando cada vez más sobre el dólar.

Retroceso en las bolsas

mercados
 

En papeles privados la situación tampoco fue en absoluta sencilla. Los inversores globales parecen empezar a comprender que los Bancos Centrales llevarán a las economías a un freno importante, con tal de que la inflación se coloque en caja. Ayer se conoció que la venta de viviendas nuevas se cayó en agosto en EE.UU. pero los directores de la Fed no varían su discurso: habrá más suba de tasas y tasas altas por más tiempo. Por eso ayer se concretó una nueva y consistente caída en la Bolsa de Nueva York: con caída del 1,1% para el Dow, del 1,5% para el S&P y del 1,6% para el Nasdaq. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo cayó 1,5% y la de México perdió 0,5%.

Y a los papeles privados argentinos tampoco les fue bien. Con $10.568 millones operados en acciones y $17.914 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires cayó otro 1% en pesos, pero si se mide en dólares el descenso fue del 2,6%, por lo que nos vuelve a destacar como los peores de todos. Mientras que los ADR argentinos que se operan en Nueva York anotaron una suba del 1% para Edenor, pero luego bajas en bloque del 1% al 4% para Telecom, Central Puerto, Galicia, Cresud, Macro, YPF, Francés, Supervielle, IRSA, Despegar, Mercado Libre, Pampa E y TGS.

Debajo de los bonos y las acciones que pierden valor en todas partes, las commodities también danzan al compás de las tasas altísimas que cobran en el mundo, EE.UU. en el mayor nivel en 16 años y Europa en el mayor nivel desde 2002, es decir desde que existe el euro contante y sonante. A pesar de eso, ayer hubo suba del 0,8% para el petróleo, los metales preciosos volvieron a estar en descenso, los metales básicos actuaron mixtos, los granos también tuvieron subas y bajas en Chicago, pero descensos importantes para el trigo y sobre todo el girasol en Rosario. Y los que sufrieron, pero menos, fueron las criptomonedas, agazapadas: el bitcoin cedió 0,3% con bajas algo superiores en el resto de los valores del panel.

¿Cuál es la dirección? Los consejos que brindan en los bancos de inversión ya aburren. Para las entidades internacionales, somos intocables, estamos "standalone" no se nos puede creer nada de lo que prometamos. Y para los consejeros locales la palabra es guarecerse porque gane quien gane la elección, cualquiera que sea, se viene un notable impacto para los valores argentinos: salir del peso es la consigna, dolarizarse como se pueda, y si es posible salir de todo lo que pueda quedar cerca de las garras del Estado, de ahí que ni siquiera los ladrillos están siendo tomados como refugio, algo que en todas las crisis pareció sobrevivir, pero ahora no eso tampoco se consigue.

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