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La bala de plata que Milei no descarta si falla el plan Caputo y se dispara una hiper

Fuentes cercanas al Presidente recuerdan que este plan económico es de transición. "Javier sabe que esto termina en una dolarización o tipo de cambio fijo", dicen.

Javier Milei
Javier Milei EE
Leandro Gabin 14 diciembre de 2023

Aprendiendo de los errores del pasado, algo no muy usual en la política económica de la Argentina, el Gobierno de Javier Milei, con parte del "dream team" de Cambiemos de 2015, empezó con un shock fiscal sin anestesia y gradualismo cambiario y monetario. Parte de la estrategia actual es hija de la necesidad: en 2015 había financiamiento para procrastinar el ajuste del gasto. Hoy no. 

Así, el ancla elegido por el Presidente no está exento de riesgos de gobernabilidad. La inflación marcha al 30% mensual y en el mundo de las consultoras y los bancos se preguntan si el frenazo en la actividad podrá evitar una hiperinflación. 

La inflación reprimida que deja el tristemente célebre gobierno kirchnerista ronda el 40%, según la consultora predilecta de la City como 1816, lo que deja un "piso" de 25% para los próximos meses. 

¿Se puede evitar la hiper? 

Eco Go, la consultora de Marina Dal Poggetto, lo cataloga como el plan "evitando la hiper", algo que "se vuelve paradójico con una corrección agresiva de los precios relativos sin red de contención, que impulsa una fuerte suba de los precios y augura unos primeros meses de gestión complejos en términos de inflación". 

Respecto al efecto que estas pueden tener en las próximas semanas, para la consultora quedan claros tres canales de impacto: en primer lugar, el aumento del dólar importador tiene efecto directo sobre el precio de los bienes parcial o totalmente importados vía aumento de costos; en segundo lugar, el incremento del dólar exportador impacta directamente sobre los costos de la cría de animales, lo que podría traducirse en un aumento de las carnes, un factor de peso dentro del IPC; por último, la quita de subsidios en tarifas impactaría a partir del primero de enero de forma directa sobre los bolsillos.

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Marina Dal Poggetto

"La gran incógnita en esta situación es saber cuánto va a ser el traslado efectivo de la devaluación a precios y cuál va a ser la respuesta de los salarios, con dos meses por delante donde varios de los principales gremios tienen pactadas revisiones paritarias", advierte Eco Go.

De ello dependerá la competitividad cambiaria real. Sosteniendo un crawling de 2% en el primer bimestre de 2024 (algo poco probable), para que el primer día de marzo el tipo de cambio real presente el mismo nivel que el del 12 de diciembre (previo a la devaluación), la inflación de enero y febrero debería ser del 40% mensual respectivamente, dice la consultora de Dal Poggetto. Y si se desea regresar al tipo de cambio real del 14 de agosto del 2023 (nivel de competitividad del FMI) la inflación debería ser del 20% mensual. "Todo un desafío, teniendo en cuenta que ya se inicia diciembre con una expectativa de suba de precios de 25% y que en enero quedará un arrastre elevado", advierte.

El tiempo que tiene Milei para desactivar la pesada herencia de los precios relativos y que no termine en una híper o que se mantenga 30% mensual de inflación por muchos meses es escaso. La tolerancia de la sociedad se va a medir desde ahora pero se sabe que la fecha límite para empezar a mostrar resultados positivos es el final del primer trimestre del 2024. 

Mariano Flores Vidal, ex gerente del BCRA con Federico Sturzenegger y quien empezó a trabajar en un plan monetario y cambiario junto a Emilio Ocampo, coincide en que será clave obtener resultados que puedan mostrarse a la sociedad. "Lógicamente vas a tener esa inflación muy alta al principio. Pero acá lo importante es ver cómo se va reduciendo la inflación, es decir, la dinámica", dice el economista.

Por otro lado, acota, es clave que haya semáforos fiscales. "Así como todos miran los semáforos de la política monetaria y cambiaria todos los días, es importante que se empiecen a generar semáforos desde lo fiscal. Para mostrar que efectivamente se está dando esto que tanto hablamos de que por ese lado es el anclaje. Para mí eso es fundamental", dice. 

Flores Vidal cree que si el Gobierno resiste los primeros meses, la situación en 2024 va a ser mucho más holgada. Recuerda que Milei va a tener una buena cosecha sin importar energía. Calcula que son US$ 26.000 millones más que en 2023. Eso, sin contar lo que pueda aportar el litio. "Argentina es como un globo que se infla y se desinfla. En 2024 se va a inflar y, entonces, hay grandes oportunidades", dice. 

Así y todo, cree que hay riesgos de que termine en una hiper en caso de que el resto de los actores (Congreso, sindicatos y otros no acompañen). "Cuando tenés un plan de este tipo, puede ser. Estabilizar, o sea, bajar la inflación se hace con un tipo de cambio fijo totalmente creíble, o sea, que efectivamente lo podés convalidar si tenés alguna corrida y demás. Las únicas veces que vos tuviste inflaciones por debajo del 10% anual, o sea, que lograste estabilizar, fue con convertibilidad", señala. 

Que se te espiralice o no, explica Flores Vidal, que mantiene una fluida relación con LLA, se va a ver en los próximos meses. "Tiene que ver todo eso mucho con la responsabilidad que tiene que tener cada grupo en Argentina, más allá de lo que sea en política monetaria de no monetizar el déficit o tener cuidado con la compra de reservas porque es emisión monetaria", dice. Pero, recuerda, Milei tiene una bala de plata: la dolarización. Si no logran detener el fogonazo inflacionario o al menos bajar drásticamente el tipo de cambio, el Gobierno podría echar mano a fijar el tipo de cambio

Incluso 1816 coincide con ese diagnóstico, hoy lejano. "Un problema del programa actual (o cualquiera de Milei) es que solo será exitoso si recupera la confianza en el peso. Y no será sencillo recuperarla en forma sostenida si se percibe que, en caso de fracaso, el plan B podría ser el cierre del BCRA y la dolarización. Más allá de que el plan Caputo no contempla eso en un horizonte previsible, claramente no deja de haber motivos para creer que podría darse si el desenlace del programa actual es desfavorable". 

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Claro que hoy sin reservas es impensado. Pero fuentes cercanas al Presidente recuerdan que este plan económico es "de transición" y que no está descartado avanzar en una dolarización más adelante. "Javier sabe que esto termina en una dolarización o tipo de cambio fijo. Esto (por el plan de Caputo) es una forma elegante de licuar los pesos y pasarlo para más adelante. Pero no se le olvidó ni cambió de forma de pensar en que el camino final es sin un BCRA y con otra moneda", resumió un allegado al Presidente que repite que "esto es solo un etapa". 

Se verá. 

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