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Aconsejan diversificar: la moneda puede caer de canto

Con el balotaje a la vuelta de la esquina, el Gobierno advirtió que termina el actual dólar de exportación y eso mantuvo tranquilos a los dólares libres. Los bonos mejoraron y el riesgo bajó. Pero la Bolsa porteña se siguió hundiendo. Todo lo que viene depende de las urnas.

Aconsejan diversificar: la moneda puede caer de canto
Luis Varela 17 noviembre de 2023

Con la elección ya a horas vista, el mercado argentino volvió a mostrar ayer una dirección de ruptura: con aviso de que se termina el dólar fernet (de exportación, 70% oficial y 30% CCL) hubo un incremento en la liquidación de exportaciones, aumento de reservas, eso ayudó a que el dólar libre estuvieran nuevamente bajo control, con precios a la baja, al tiempo que los bonos repuntaron, con el menor riesgo país en 45 días, pero la Bolsa de Buenos Aires tuvo otra caída, por lo que se está por colocar entre las peores del mundo en lo que va de 2023.

En general, al realizar una recorrida por inversores, operadores y analistas se observa con claridad que la gente está cansada, casi en agonía, luego de tantas idas y vueltas con la elección, que se convirtió en una especie del coreano "Juego del calamar", que duró más de diez meses y en el que el resultado de este esquema de votaciones determinó que no llegaran los mejores sino los que más exageraron, por lo que la incertidumbre sobre lo que puede pasar el domingo sigue siendo absoluta.

El momento es ciertamente complejo porque la inflación está mostrando otra vez los dientes, y con toda la furia. Así como hace poco hubo trabas con los combustibles, ahora hay problemas con los medicamentos, que acaban de tener un doble aumento en las últimas dos semanas. Massa se quiso mostrar como el salvador, que recuperó el abastecimientos de naftas, pero ayer no pudo doblegar a los laboratorios, con los analistas remarcando además que tampoco le torció la muñeca a las petroleras, porque para que volviera la oferta les tuvo que conceder más precio, y además bajarles un impuesto, todo para llegar con chance al balotaje del domingo. 

Se acumulan presiones

bananas
 

Y las presiones van emergiendo desde distintos sectores. Se viene otro plan de lucha en el gremio de los neumáticos y en los metrodelegados. Empiezan a faltar nuevamente los combustibles otra vez en algunas estaciones. Y apareció algo inesperado: Paraguay y Bolivia suspendieron la exportación de bananas y otras frutas hacia Argentina por falta de pago, por lo que hay grandes chances de que no solo haya góndolas vacías, sino también desabastecimiento en verdulerías. Y, por si todo eso fuera poco, una reunión de banqueros advirtió que tienen gran preocupación por lo que pueda pasar con la gigantesca deuda de Leliqs que mantiene el BCRA con las entidades, papelitos que de alguna manera garantizan el repago de los plazos fijos y de casi todo el dinero que ahorristas e inversores tienen en los bancos argentinos.

Esto llega, además, con una nueva pandemia: los niveles de pobreza ya superan a los que había durante la época de la cuarentena estricta. Y según informó ayer la secretaría de Finanzas, la deuda pública total volvió a subir en octubre y marcó un nuevo récord US$ 419.291 millones, de los cuales apenas el 14% corresponde a pasivos con el FMI, por lo que Massa ya no puede culpar a Macri por el agujero que probablemente él mismo termine heredando.

La situación, además, muestra una faceta mixta a nivel internacional. Está bajando la inflación global y se desactivan las tasas de interés internacionales, lo cual es bueno para endeudados y para mercados emergentes, entre ellos para la aún más atrasada Argentina. Pero ayer, por alta preocupación por la demanda china, que está sumergida además en una crisis inmobiliaria que se profundiza, se produjo un notable desplome internacional del petróleo y una baja en la soja. Lo cual abre gruesos interrogantes sobre lo que se podrá conseguir de dólares con la mejor cosecha argentina de 2024 y, además, se corre el riesgo de que se desactive el potencial de Vaca Muerta, ya que la explotación tipo fracking de ese yacimiento es viable con el crudo en US$ 65, y ayer el precio achicó a US$ 72,80 desde los maravillosos US$ 124 de hace quince meses.

Caída de las tasas

dolar
 

Todo este combo global determinó que en el mundo esté ganando espacio la idea de que los grandes bloques económicos se dirigen indefectiblemente a una desaceleración en el nivel de actividad, si no llega a convertirse en una recesión. Por lo que ayer las tasas largas de EE.UU. siguieron retrocediendo: se pagó 5,2% anual a 1 año de plazo, 4,4% a 5 años, 4,4% a 10 años y 4,6% a 30 años. Y con eso se debilitó el súper dólar global: el billete verde subió 0,1% en Brasil, no cambio contra la libra, pero bajó 0,1% contra el euro y el yuan, 0,3% en México y Chile y cedió 0,5% en Japón.

En el mercado cambiario local, mientras tanto, hubo otra micro devaluación: el dólar turista subió 86 centavos hasta 741,88 pesos, el dólar oficial subió 43 centavos hasta 370,94 pesos y el dólar mayorista subió 50 centavos hasta 353,45 pesos, pero ya se advirtió que desde el martes próximo está casi decidido de que se termina el dólar de exportación, que ayer cotizó a 508,61 pesos, provocando una gran liquidación de los exportadores (no de los productores, ya que las ventas en Rosario fueron mínimas, solo hubo negocios con maíz, y a la baja). Pero, con los grandes grupos que concentran lo que se vende al mundo, el BCRA compró ayer en el mercado nada menos que US$ 131 millones, por lo que acumula US$ 420 millones en lo que va del mes. Y al final del día, además, hubo un fuerte aumento de US$ 302 millones para las reservas en el BCRA, aunque al mismo tiempo chupó de los bancos depósitos por otro $1 billón en Leliq cortas.

Con todos estos movimientos, el equipo económico desplegó todo su esfuerzo posible para encorsetar al dólar como sea, agónicamente, por lo que -tras la fuerte suba del comienzo de la semana- ayer el dólar blue cayó $20 hasta $950, el Senebi bajó $5,60 hasta $912,60, el MEP cedió $3,37 hasta $871,93 y el contado con liquidación bajó $7,28 hasta $870,66. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 156% y la del CCL y el mayorista fue del 146%.

Los mercados poselectorales

mercados inversiones
 

Lo que pase a partir del lunes será otra historia. Dependerá del resultado de las urnas, que está más parejo que nunca. Si gana Massa, la estrategia del Gobierno será una. Si gana Milei, los movimientos serán completamente diferentes. Nadie sabe en qué dirección pueden ir las cosas, la moneda está en el aire y puede caer de canto. Por lo que los inversores huyen del peso: temen comprar dólares porque el gobierno lo aplasta y, para guarecerse los inversores más avezados se colocan en otras posiciones: los exportadores, por ejemplo abandonaron los fondos en pesos a un día, y se colocaron en fondos ajustables por tipo de cambio que plantean, según los contratos del Rofex, una tremenda suba del 91% para los próximos 45 días, ya que ayer el dólar oficial cotizó a $353,45 y para fin de diciembre se está operando a $675, el oficial, Y si ese número pone nervioso a alguien, debe agregarse que el tipo de cambio oficial que se pacta para fin de agosto está en $ 1.290, y hoy el dólar libre está 150% más arriba. 

Pero, lejos del poderosos lobby que pueden ejercer los exportadores, inversores sofisticados o gente de mayor poder adquisitivo resolvieron realizar otra jugada: consumieron los pesos que tienen en los bancos realizando un boom de compras de pasajes y servicios turísticos hacia el exterior, todo por temor a un salto cambiario, una gran devaluación, posbalotaje, tal como ocurrió después de las PASO.

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Por supuesto, no todos pudieron moverse en ese sentido. Muchos de los que tienen pesos encepados (bancos y compañías de seguros) optaron por jugar unas fichas a los muy devaluados títulos públicos argentinos. Así, con más negocios, los bonos domésticos recuperaron casi 2% y el riesgo país cedió 77 unidades hasta 2.387 puntos básicos, por lo que se testea el nivel piso de los últimos 45 días.

La respuesta de las bolsas

A nivel papeles privados, la desaceleración económica global tiene a Wall Street sin tanta potencia. Ayer estuvo en territorio negativo casi todo el día y finalmente terminó con cierre mixto: en la Bolsa de Nueva York hubo suba del 0,1% para el S&P y el Nasdaq con baja del 0,1% para el Dow. Mientras que los grandes mercados latinoamericanos tuvieron reacción mixta: la Bolsa de San Pablo subió 1,2% y la de México bajó 0,6%.

Lo que ocurrió con los papeles argentinos fue mucho peor. Con $9.473 millones operados en acciones y $21.740 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires volvió a caer fuerte, perdió otra 4,3%, y ya empieza a colocarse a la cola de las que menos suben en lo que va de 2023. Y, ayer, los ADR argentinos en Nueva York estuvieron mixtas, con subas del 1% al 3% para Central Puerto, Mercado Libre y Despegar; pero con bajas del 1% al 3,3% para Edenor, Macro, Supervielle, Telecom, Galicia, Bioceres, YPF e IRSA

Mientras el mundo desacelera, el valor de las commodities empieza a desinflarse y a colocar en una condición de menor fuerza a los países que viven de la venta de materias primas. Ayer el petróleo se hundió 5,2%, los metales preciosos siguieron remontando, los metales básicos estuvieron para abajo, hubo mayoría de bajas para los granos en Chicago y casi total inexistencia de operaciones en Rosario, con los productores a la espera de la devaluación postelectoral. Y, con notable volatilidad en las posiciones refugio, ayer hubo un desplome del 4% para el Bitcoin, con pérdidas aún mayores para el resto de las criptomonedas.

Hoy el Gobierno quemará el mundo para que el dólar no asuste a nadie, lo necesita aplastado hasta que la gente vote. El lunes, como se sabe, Argentina tendrá feriado, pero Wall Street operará como nunca a los papeles argentinos, con volúmenes y diferencias brutales, en una u otra dirección, según quién gane el domingo. Los inversores con acceso a ese mercado realizarán operaciones múltiples en Wall Street, tratando de adelantarse, y aquí veremos el colofón recién el martes. Y después, quedarán todavía 19 días hasta el cambio de mando.

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