El experimentado entrenador Gustavo Alfaro se desvinculó de la Selección de Costa Rica, después de competir en la última Copa América celebrada en Estados Unidos, y asumió el mando del equipo nacional de Paraguay, tras la salida de otro argentino, Daniel Garnero.
Paraguay tomó la decisión de pagar US$ 600.000, tres salarios mensuales de todo el cuerpo técnico de Alfaro, del resarcimiento solicitado por la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF), para romper el contrato que el entrenador había firmado hasta 2026 con los "Ticos" y allanar su camino hacia su nuevo destino.
De esta forma, el técnico argentino de 62 años regresó al fútbol sudamericano, con la meta de llevar a Paraguay al Mundial 2026, tal como lo hizo con Ecuador en el camino a Qatar 2022.
Alfaro firmó un vínculo hasta 2026 con Paraguay y este acuerdo incluye una cláusula de renovación automática en caso de que el seleccionado nacional logre clasificarse al próximo Mundial. Con esta posibilidad en mente, el nuevo DT asume un desafío significativo y emocionante.
El ex entrenador de Boca fue seleccionado por la Asociación Paraguaya (APF) para sustituir a Garnero, quien fue despedido tras un corto y desafortunado mandato de menos de un año, que culminó con una desastrosa participación en la Copa América.
La primera gran prueba de Alfaro llegará en septiembre, cuando Paraguay se enfrente a Uruguay en Montevideo y luego reciba a Brasil en el estadio Defensores del Chaco, como parte de las Eliminatorias Sudamericanas. Estos encuentros serán cruciales para medir el impacto inicial del nuevo entrenador y su capacidad para revitalizar al equipo.
