"Estos días está el peligro de que algo que existe solo en streaming pueda ser dado de baja". Cuando dijo eso, Christopher Nolan estaba promocionando el lanzamiento en Blu-ray de Oppenheimer, la tercera película más taquillera de 2023 a nivel mundial y la más rentable para el cineasta; pero su advertencia hizo eco en la industria porque denuncia una realidad que no muchos se animan a admitir. En la era digital los usuarios no son realmente poseedores de lo que compran.
Discusión sobre la posesión que puede fascinar a los interesados en Derechos Reales, ante una compra digital (una película, un videojuego, o cualquier software, etc.), la letra pequeña que nadie lee suele informar que, en realidad, lo que se está comprando es una licencia de uso bajo condiciones o tiempo determinado. Es decir: el contenido que uno compró es un alquiler por tiempo determinado.
Nolan lo dijo el 14 de noviembre. El 5 de diciembre Sony se encargó de darle la razón. La empresa japonesa comunicó que todas las películas y series de Discovery que los usuarios de Playstation hayan comprado, van a ser retirados de las videotecas digitales personales a partir del 31 de diciembre. "Debido a nuestros acuerdos de licencia de contenido con proveedores de contenido, ya no podrán ver ningún contenido de Discovery que hayan comprado anteriormente y se eliminará de sus bibliotecas de video".
En criollo, es como si Sony (o cualquier otra empresa) pudiera entrar a la casa de cualquiera para retirar los DVD, Blu-ray, discos de música o libros ya comprados. Es más evidente en los servicios de streaming de películas y series: en ese caso se entiende que nadie está comprando ninguna película o serie. Es común, por ejemplo, que algún título que uno desea ver abandone sin aviso previo la plataforma a la que uno está suscripto. Este año, Netflix retiró El Poder del Perro de la plataforma en el Reino Unido. El caso llama la atención porque la multinominada película con Benedict Cumberbatch es una original de Netflix. Pero, en realidad, es una producción entre Netflix y BBC Films, entre otros. BBC Films tiene derechos de distribución exclusivos por un año en esa región. Algo similar ocurrió cuando Warner Bros. Discovery retiró seis películas originales de su catálogo en HBO Max para reducir costos.
Netflix no tiene sello propio para editar sus películas en formato físico. Depende de terceros, como la firma Criterion, para que sus películas existan en Blu-ray o DVD. Pero sucede que muchos títulos de Netflix todavía no fueron adquiridos por ninguna empresa. A pesar de haber sido nominada a varios Oscar, tener un elenco que incluye a Gary Oldman, Amanda Seyfreid, y al director David Fincher detrás de cámara, Mank solo está disponible en versión digital. No existe ninguna manera de adquirirla en formato físico.
El problema más grave del contenido digital está relacionado con la posesión real. Pero uno no menor tiene que ver con la calidad. Christopher Nolan no miente cuando dice que pone especial atención y cuidado en las ediciones caseras de sus propias películas. "El Caballero de la Noche fue una de las primeras películas que formateamos especialmente para Blu-ray, que era algo novedoso en 2009. En el caso de Oppenheimer pusimos especial cuidado para trasladar la fotografía y el sonido para el Bl-ray, una versión que pueden comprar y tener en un estante en sus casas, donde ninguna compañía malvada de streaming puede entrar para robarla".
Conservar la cultura en casa: ¿un deber ético?
La calidad de imagen y sonido de cualquier película en Blu-ray es superior a la que pueden ofrecer los servicios de streaming por su propia naturaleza. Es como comparar escuchar la calidad de un disco digital con uno de vinilo: el primero pierde por goleada. Por supuesto, en casos digitales o físicos, también depende del equipo donde se vaya a reproducir la película/música/etc. Pero en el caso de una película en Blu-ray y el streaming, no se trata solo de la resolución. Factores como la compresión de imagen/audio y la tasa de bits variables con la que se trasmite el contenido afectan la calidad.
Guillemo del Toro respaldó a Nolan y aseguró que "los soportes físicos implican una responsabilidad como si fuera Fahrenheit 451 (la novela de Ray Bradbury donde los ciudadanos tenían que memorizar los libros que amaban). Si tenés algo en 4K HD, Blu-ray, DVD, etc. de una película o películas que amás sos el custodio de esas películas para futuras generaciones". El director de El Laberinto del Fauno y La Forma del Agua no se equivoca cuando compara la situación con la novela distópica donde el gobierno se encarga de quemar libros. Al perderse la cultura de la posesión de medios físicos, se pierde también la capacidad de preservar el arte más allá de las instituciones dedicadas a eso.
En Argentina, por ejemplo, la preservación de películas es una deuda importante que atraviesa a todos los gobiernos. La cinemateca nacional es un proyecto que queda en promesas. Varias películas clásicas no se conservan en condiciones adecuadas y mucho menos llegan a editarse en formatos físicos que puedan ser adquiridos. Prisioneros de la Tierra fue editada en Blu-ray, en 2018, gracias a la fundación de Martin Scorsese dedicada a restaurar y conservar clásico. Si no hubiera sido por The Fillm Foundation, la clásica película argentina de Mario Soffici todavía no existiría en Blu-ray. Las copias 35mm del clásico se creían perdidas hasta que en 2019 el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicekn encontró una copia en buen estado en Francia.
Scorsese es consciente de los riesgos que presenta el avance la digitalización en detrimento de los soportes físicos. "Tenemos que dejarles en claro a los que hoy son dueños legales de las películas que esas películas nos importan a muchos, que son más que meras propiedades para ser explotadas y luego guardadas en una bóveda. Están entre los más grandes tesoros de nuestra cultura y deben ser tratadas como tal".
Además de la calidad, con las versiones digitales se pierde el contenido extra que suele acompañar a las películas y series desde que son editadas en DVD. Comentarios del director o los actores, detrás de escenas, entrevistas... material adicional que solía acompañar las mejores versiones en discos para coleccionar. Contenido extra que se perdió con la llegada del streaming.
James Cameron y la importancia del contenido extra
"Los streamers nos niegan el acceso a ciertas películas. Creo que la gente está respondiendo con una reacción natural, que es ´voy a comprarlas, para poder mirar estas películas cuando quiera´". El apoyo de James Cameron a Christopher Nolan llegó cuando el director canadiense empezó a promocionar las ediciones (supervisadas por él mismo) de sus películas en 4K. Titanic, Aliens, Mentiras Verdaderas, El Abismo y las dos primeras Avatar.
"Tenemos que dejar un espacio entre el estreno en salas de cine y la llegada de los formatos caseros. Cuando eso suceda, ya sea Top Gun: Maverick, Barbie u Oppenheimer, hay que darle la oportunidad a la gente de tener una experiencia con valor agregado para que puedan disfrutar en casa de las películas que aman. Yo no hago ese material adicional, pero me involucro. Para El Abismo, por ejemplo, la compañía que se encargaba de hacerlo no sabía bucear de manera adecuada, así que recomendé gente entrenada para hacerlo. Si van a contar algo, que lo hagan bien. No tiene sentido hacer extras si no van a tener la información correcta", explicaba el ganador del Oscar.
"Algunas personas van a explorar a fondo para entender el proceso creativo, el diseño, las ideas detrás del proceso. Con El Abismo o Titanic hubo desafíos enormes de logística, no se trataba solo de construir decorados inmensos. Creo que es históricamente importante lo que hay en ese contenido extra y detrás de escena", agregó Cameron.
Oppenheimer no fue un éxito descomunal solo en salas de cine. La edición en Blu-ray 4K UHD se agotó en Best Buy y Amazon. "No hubo otro título que causara tal fervor en esta última década, es algo sin precedente", explicó Justin LaLiberty, director de una empresa de distribución y restauración de películas, sobre el fenómeno de Oppenheimer en Blu-ray.
Cameron coincide con que algo está cambiando en la cultura. "Creo que en este último año nos despertamos y nos dimos cuenta que nos falta algo en el streaming. Ahora, de manera colectiva estamos diciendo que queremos compartir películas específicas como un consumo cultural, queremos saber más de ellas. Queremos celebrarlas con la mejor calidad y formato posible".
Pero el éxito de Oppenheimer no se reproduce con otras películas en formato físico. La cadena norteamericana de electrónica Best Buy anunció que va a dejar de vender películas en formato físico. Uno de los mercados más importantes de Estados Unidos abandona la venta de DVD y Blu-ray. Emma Thomas, la productora de Oppenheimer, dice que "la lenta muerte de los soportes físicos es algo terrible para los consumidores. Es terrible para los cineastas que quieren que sus películas tengan vida más allá del estreno en salas. Todos tendríamos que contribuir para que continúe. Hay cineastas que hicieron películas exitosas pero pactaron con plataformas de streaming que luego dieron de baja esas películas. Ahora no hay manera de verlas ni control alguno sobre esos títulos. Es un gran problema para los cineastas y es algo que tenemos que solucionar en algún punto. Cuando compras un disco, es tuyo. Vos sos el dueño. Ese nunca fue el caso con la distribución digital".
