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Golden Globes

El regreso de los Globos de Oro y la sombra de una entidad perseguida por el escándalo

Luego de un año sin galardón, la asociación que los entrega puso a prueba su credibilidad: crónica del escándalo y el futuro de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood

Ya hay quienes hablan de los Golden "Wokes", en referencia al movimiento de corrección política que se cierne sobre Hollywood
Ya hay quienes hablan de los Golden "Wokes", en referencia al movimiento de corrección política que se cierne sobre Hollywood
Pablo Manzotti 14 enero de 2023

Se gritó como un gol. Y estuvo bien. El martes por la noche, Argentina tuvo un nuevo logro internacional en la historia de su cine: Argentina 1985, la producción local más importante del año (en términos de envergadura y agenda mediática), ganó el premio Globo de Oro en la categoría a la mejor película hablada en idioma no inglés. 

Ricardo Darín subió al escenario con el director Santiago Mitre y dijo con su habitual candidez: "Para toda la gente de Argentina, después del campeonato del mundo, esto es una gran alegría". Y tuvo mucha razón porque es algo para celebrar. 

La película tuvo un lanzamiento mundial producida por Prime Video, con buena recepción en las salas cinematográficas antes de sumarse a la oferta de la plataforma y con muy buen reconocimiento crítico. Es más que seguro que la semana que viene quede entre las nominadas al Oscar. Todo esto no solo es algo positivo para el equipo que llevó adelante la producción sino para toda la industria local que siempre se ve impulsada por una ola de estas características. 

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Por otro lado, la película tiene chapa y papeles para lograr imponerse en todo lo que compita a nivel internacional. Es un relato preciso, clásico, con personajes notablemente desarrollados, que toma un hecho clave de la historia reciente argentina para transformarlo en un thriller y, como corolario nada despreciable, acercar su debate y análisis a las nuevas generaciones. Y es cine. Buen cine, por supuesto.

Paradójicamente, el festejo por esa cucarda que se suma a la historia del cine local se dio en un marco muy particular. La ceremonia no se pudo ver oficialmente en Latinoamérica por ningún canal o servicio de streaming. Una de las consecuencias del escándalo de los últimos años que rodeó a la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA por sus siglas en inglés, Hollywood Foreign Press Association), la responsable del premio que llegó a su número 80 y que, directamente, en 2022 no tuvo edición anual luego del ultimátum de NBC (que contaba con los derechos de emisión) de no transmitir la ceremonia hasta que la entidad no tuviera cambios significativos. 

Denuncias, dádivas y una deuda de corrección política 

En el inicio de la ceremonia, el martes pasado, el animador Jerrod Carmichael inició su monólogo con un lapidario discurso, como para romper el hielo de entrada: "Bienvenidos a la 80° entrega anual de los Globos de Oro. Soy su anfitrión Jerrod Carmichael. Y les diré por qué estoy aquí: estoy aquí porque soy negro" Y agregó focalizándose en la HFPA: "No diré que ellos eran una organización racista. Pero no tenían un solo integrante negro hasta que George Floyd murió. Así que hagan lo que quieran con esa información". No es extraño la existencia de los discursos incendiarios en la apertura de los Golden Globes, de hecho son memorables las alocuciones de Ricky Gervais destruyendo en vivo la doble moral de Hollywood, pero este fue de lleno al corazón de la institución y a su valor absolutamente perdido.

Uno de los objetivos de esta última entrega fue comenzar la lavada de rostro de la entidad y recuperar el prestigio de antaño, un prestigio que quedó muy atrás porque su solvencia en los últimos años deja mucho que desear y poco para recuperar. 

El escándalo "final" comenzó con la denuncia de la periodista noruega Kjersti Flaa después de que HFPA impidiera que forme parte de la entidad. En el marco de la acusación se amplió el tema denunciando una "cultura de la corrupción" que estuvieran exentos de impuestos, y que dejaran afuera a solicitantes calificados. Un negocio que armaron unos pocos desde hace años en Hollywood, disfrutando de viajes, regalos y demás prebendas. Y, obviamente, con la limitación a que otros disfruten de los mismos beneficios, lo que significó su ruina. 

Si bien la querella fue desestimada por un juez federal de Estados Unidos, la mancha ya estaba en evidencia y fue más potente que nunca. Flaa presentó una moción a la que se unió la periodista española Rosa Gamazo. 

Gamazo señaló desde su cuenta de Twitter el día después de la ceremonia: "Estaría bien indagar un poco en lo que representan los Globos de Oro y la hipocresía de la ceremonia y la organización. Es un escándalo y solo se destaca en los informativos los premios"

En un artículo del New York Times se comenta que en 2020 la HFPA pagó más de US$ 3 millones a sus miembros y directivos (técnicamente era una asociación sin fines de lucro hasta que fue privatizada el año pasado). Y que han recibido innumerables regalos, como invitaciones a sets de filmación por series nominadas y posteriormente premiadas a hoteles de cinco estrellas. 

El caso más resonante fue el de la serie Emily en París donde se los alojó en hoteles cinco estrellas. En una nota en Los Angeles Times, cuentan que "docenas de miembros de la asociación acudieron invitados al set de rodaje de la serie en París y se alojaron en el hotel de cinco estrellas Península (1.400 euros la noche) pagados por Paramount". Obviamente las series fueron, luego, premiadas.

Rosa Gamazo ofreció fuertes testimonios estos años y comentó, en 2021, a la web Sensacine: "Decidí unirme a la causa porque en los últimos años hemos visto que el acceso a las estrellas se ha reducido mucho, mientras que los miembros de la asociación tienen un acceso alucinante. Quiero que esto sirva para trabajar por una mayor transparencia en la asociación y que abran la puerta a otros medios que puedan acreditar su capacidad. Es como un coto privado de caza y me parece muy injusto". Por sus recientes apreciaciones en Twitter, lejos está todo de encaminarse hacia un lugar mejor. 

Con motivo de esas denuncias fue que 2021 se transformó en el año del boicot. Empresas como Netflix, Amazon Prime, Universal o Warner le quitaron su apoyo y retiraron sus producciones. Tom Cruise devolvió los que había ganado en su carrera y la NBC se negó a ser la emisora de la fiesta de los premios. La HFPA sacó un comunicado cancelando el evento y anunciando reformas. 

El presente y lo que viene

Lejos de lograr un blanqueo de presencia en escena, la última entrega de los Globos de Oro intentó jugar, al menos, en el campo de la diversidad. La ceremonia fue más austera, contenida y los premios se repartieron salomónicamente: como para que no queden dudas, recibió su cucarda uno de los mejores directores de todos los tiempos (Steven Spielberg por The Fabelmans), hubo amplitud "racial" entre ganadores y ganadoras (Michelle Yeoh y Angela Bassett) y Argentina fue premiada con una película que, de fondo, celebra a la democracia y a la justicia democrática. No es poco. 

Steven Spielberg premiado por The Fabelmans
Steven Spielberg premiado por The Fabelmans

Ya hay quienes hablan de los Golden "Wokes", en referencia al movimiento de corrección política que se cierne sobre Hollywood. Durante el año, la HFPA incorporó periodistas a nivel mundial (de Argentina se sumaron cinco excelentes periodistas del medio aunque solamente pueden votar y no son miembros) como para responder a la variable que denunciaba escasez de miradas y direccionamiento en la selección. En 2014, Gary Oldman criticó en una entrevista a los miembros de la HFPA llamando al boicot a los premios. Denunció que eran 90 personas sin representación real alguna.

En 2017 subió a recibir el Globo de Oro por Las Horas más Oscuras. Algo de esa hipocresía es lo sigue vigente y que empodera a estos seres extraños que tratan de acomodarse a los nuevos vientos de cambio. Habrá que ver si es una transformación positiva y legítima o una manera de adaptar el mismo negocio con cuello blanco. 

Para cerrar, es bueno citar lo que dijo Brendan Fraser (nominado por su papel en el film The Whale y con reconocimiento a nivel mundial). No quiso participar de la ceremonia y fue lapidario: "No participaré. Es a causa de la historia que tuve con ellos. Y mi madre no educó a un hipócrita. Pueden llamarme un montón de cosas, pero no eso". Fraser acusó al ex presidente Philip Berk de abuso sexual en 2003 algo que el periodista negó. En 2021 después de 44 años como miembro de la HFPA, Berk fue despedido. Y Fraser fue nominado este año pero, claro, no ganó. 

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