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“Tenemos la certeza de que es un muy buen acuerdo”

Federico Pinedo es optimista respecto de la suerte del proyecto de acuerdo con los fondos buitres que ya obtuvo media sanción en Diputados

18 marzo de 2016

(Entrevista a Federico Pinedo, presidente del bloque del PRO en el Senado. Por Néstor Leone)

Es una de las personas más solicitadas por estas horas. Su rol como presidente del bloque de senadores de la bancada oficialista es la clave. Y la experiencia como negociador que le reconocen sus propios adversarios, también. Federico Pinedo tendrá hasta miércoles 30, posiblemente, días de intensa actividad. Creciente. Que pretende coronar con la otra media sanción que necesita el proyecto de acuerdo con los fondos buitres para convertirse en ley. Supone que va en buen camino, con el apoyo en las gateras de varios sectores del peronismo incluido.

A su vez, reconoce que el proyecto estará abierto a debate, pero no a modificaciones. Es la intención del oficialismo. Y lo plantea abiertamente, con la premura que le exige la fecha tope del 14 de abril como reloj para concretar el pago. “Creo que Diputados ha interpretado las objeciones de muchos sectores y hay bastante acuerdo en que el dictamen que votó la Cámara baja es mejor que el proyecto original”, señala como defensa, en el diálogo con El Economista.

Además, rechaza las críticas sobre las condiciones aceptadas en la negociación, no le atribuye mucho sustento a la posibilidad de que se abran nuevos juicios (“El riesgo de litigiosidad, si en el acuerdo es uno, en el no acuerdo es mil”) y reivindica el endeudamiento como un instrumento necesario. “La llave del acuerdo es el sentido común”, señala.

El Senado aparecía, en principio, como un escenario más reñido para lograr la aprobación del proyecto. Más que en Diputados, por lo menos. ¿Ya no lo es tanto?

No creo que lo fuera. Es cierto que, ahora, además, contamos con un respaldo muy fuerte de la Cámara de Diputados, incluyendo los votos peronistas de diversas provincias administradas por el peronsimo. Pero más allá de las especulaciones que se hagan, lo importante es que va a primar la defensa del interés argentino de salir del veraz internacional para poder ocupar la energía del país en el crecimiento, en la generación de empelo, en lugar de seguir siendo esclavos de un juez americano y en lugar de seguir llenando de plata a los buitres a costa de nuestro futuro.

¿La llave del acuerdo son los gobernadores?

No, el sentido común. La certeza de que es un muy buen acuerdo. No es fácil obtener descuentos cuando tenés que cumplir una sentencia firme en tu contra. Y el gobierno argentino logró que esos descuentos fueran entre el 25 y el 38 por ciento sobre lo que se reclamaba. Otra llave es la conciencia de que tenemos que salir del default para poder financiar la infraestructura que la Argentina necesita y a sus empresas productivas.

¿Qué observa en el peronismo, que tiene la mayor presencia en el Senado?

Claramente hay dos posiciones. Por un lado, un montón de dirigentes peronistas que ya han votado el acuerdo en la Cámara de Diputados y la gran mayoría de los gobernadores. Por el otro, el kirchnerismo.

¿Cree que pueden plantearse contratiempos?

Siempre pueden plantearse contratiempos, pero me parece que es muy sólida la posición de quienes creemos que el peor de los mundo es el que estamos, con los buitres llenándose de plata con tasas de intereses abusivas y con la Argentina que no le puede pagar a sus acreedores por decisión de un juez extranjero. Eso se vio reflejado en las presentaciones que están haciendo los gobernadores que, casi por unanimidad (salvo la de Santa Cruz), apoyan el acuerdo.

¿Están abiertos a nuevas modificaciones como pasó en Diputados?

Creo que Diputados ha interpretado las objeciones de muchos y hay bastante acuerdo en que el dictamen que votó la Cámara baja es mejor que el proyecto original. Espero que sea aprobado sin modificaciones porque es un proyecto muy sólido.

Pero esas propuestas existen.

No escuché muchas. Por ejemplo, el senador Adolfo Rodríguez Saá hizo una serie de consideraciones sobre el endeudamiento futuro de la Argentina. Pero no es lo que se está discutiendo hoy.

¿Qué les responde a aquellos que consideran que el riesgo de que la litigiosidad persista abierta no queda saldado con este acuerdo? No sólo los que quedan aún fuera del arreglo sino también con los que ya habían ingresado al canje.

El riesgo de litigiosidad, si en el acuerdo es uno, en el no acuerdo es mil. Es raro que haya gente que tenga miedo que le hagan juicio y que no tenga miedo con una sentencia firme. El no pago puede generar una situación tremenda para la Argentina por los que aceptaron los canjes durante los gobiernos de los Kirchner y no pueden cobrar.

Se critican las condiciones de ese acuerdo, que podían haber sido mejores. E, incluso, que lo acordado está por dejado de lo que en algún momento habían pedido los buitres.

Yo estoy asombrado de las condiciones que logró el equipo de la Argentina en esta negociación. Me parece increíble que se haya tenido tan buen resultado. Insisto: cuando se tiene una sentencia en contra, obtener que quien tiene la sentencia a favor te haga un descuento de este tipo me parece un resultado absolutamente extraordinario. Es cierto, algunos piensan que se podían haber obtenido resultados mejores. La pregunta al kirchnerismo, por ejemplo, es por qué no lo hicieron.

El Frente para la Victoria, precisamente, sostiene que de esta forma se inicia una nueva etapa de endeudamiento en el país.

Es lo mismo que decir que la Argentina no tenga nunca más financiamiento y que se puede vivir en el siglo XXI haciendo solamente las pocas obras que te permite el bolsillo de contado. Es una visión no del siglo pasado, sino del siglo XIX. Lo que el país necesita es obtener más crédito a largo plazo.

¿Puede aumentar el condicionamiento futuro del país? ¿Qué asegura que no suceda?

No. Realmente no lo creo.

El nuevo endeudamiento generará obligaciones futuras, ¿de qué manera cree que impactará en la demanda interna de dólares?

El nuevo endeudamiento cancela viejo endeudamiento en montos iguales, de modo que no hay un sobreendeudamiento. Y se está cambiando un acreedor por otro: a los buitres por lo bancos que van a comprar los títulos nuevos. Y se están cerrando los juicios. Así que vamos a tener muchos menos condicionamientos en el futuro de los que tenemos hoy.

Con el acuerdo, ¿se evitará el ajuste? El Gobierno lo planteó en esos términos.

Por supuesto. Si se tiene que pagar una cuenta y no hay dinero, los gobiernos pueden generarlo a través de la inflación, imprimiendo billetes. Eso lo paga el pueblo con el aumento de precios en el supermercado. La otra manera es achicando gasto. Eso es el ajuste. Lo intenta el Gobierno es un ajuste leve y financiar parte del déficit con ahorro y parte importante con crédito. Este año, por lo menos. Y poco a poco ir eliminando el déficit. Lo que se quiere es que el endeudamiento se aplique a infraestructura y a las actividades productivas, y no al pago de gastos corrientes.

¿Qué perspectivas avizora para la votación final?

Soy optimista. Es demasiado despareja la comparación de cómo sería la Argentina con acuerdo y cómo sin acuerdo.

Por último, ¿qué pasará con los pliegos de Horacio Rosatti y CarlosRosenkrantz como candidatos a la Corte Suprema de Justicia?

Esas propuestas del presidente Mauricio Macri lograron apoyos en la Comisión de Acuerdos y ahora tiene que votar el plenario del Senado. Es probable que sea lo próximo a tratar. Para su aprobación se deben obtener dos terceras partes de los votos. Es un desafío importante.

¿Podría formar parte de una negociación por la ampliación de la Corte?

No, son temas separados. Hay varias propuestas de ampliación que se pueden tratar, pero en otro momento.

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