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Análisis

Diferencias entre Menem, Macri y Milei

Si quisiéramos encontrar una referencia histórica de las ideas que está articulando Milei deberíamos remontarnos al periodo 1880-1946 cuando Argentina aplicó las ideas económicas liberales y en pocos años se convirtió en uno de los países más ricos y prósperos del mundo.

Diferencias entre Menem, Macri y Milei
Federico Domínguez 12 abril de 2024

Automáticamente, tendemos a comparar el programa del gobierno libertario con otros gobiernos de la historia reciente que han sido, o pretendido ser, pro-mercado. Me refiero específicamente a los gobiernos de Carlos Menem y de Mauricio Macri.
 
Empecemos con el de Carlos Menem:

  • En términos económicos hay similitudes en la desregulación de la economía, privatizaciones y en la búsqueda de un ancla nominal de tipo de cambio, como ser la convertibilidad o dolarización. 
  • En lo fiscal, el programa liberal es mucho más ortodoxo que el de Menem. La convertibilidad colapsó por cuestiones fiscales y, aunque el Estado nacional ajustó sus gastos en los '90, las provincias los siguieron aumentando. 
  • La desregulación de la economía quedó a medio camino por lo que no alcanzó el nivel de competitividad suficiente para poder absorber shocks externos. La desregulación que propone Milei es mucho más profunda. 
  • En lo laboral, Menem transó con los sindicatos y dejó en sus manos el negocio de las obras sociales. Durante su gobierno nacieron los fondos fiduciarios nacionales, que facilitaron mucha corrupción. Menem creía en esa forma de hacer política. Milei opera distinto: no negocia con dinero.
  • En términos institucionales, durante el gobierno de Menem se configuró una Justicia federal corrupta con oscuros vínculos con los servicios de inteligencia, se encubrió el atentado a la Embajada de Israel, a la voladura de la AMIA y se sospecha que su gobierno estuvo directamente conectado con la explosión en la fábrica militar de Río Tercero para encubrir pruebas de contrabando de armas. Milei procura una Justicia independiente. 
  • En lo social, durante la década de los '90 no existió una red de seguridad social y quienes se quedaban sin empleo iban directo a la pobreza. El programa liberal, que está instrumentando el Ministerio de Capital Humano, mantiene el apoyo a los más vulnerables y a los programas nacidos en la crisis del 2002 y expandidos luego durante el kirchnerismo. A diferencia del gobierno de Menem, que fue una constante ostentación de lujos, el de Milei preconiza la austeridad. 
  • La convertibilidad pecó de populismo monetario hacia el final de la década, Milei propone la libre competencia de monedas, un sistema que en la práctica resulta muy cercano a la dolarización. 
  • Donde sí hay muchas similitudes entre las políticas de Menem y Milei es en el alineamiento internacional, donde Argentina vuelve a alinearse con Estados Unidos y las democracias liberales, distanciándose del eje Bolivia, Venezuela, Irán. El de Menem fue un gobierno neoliberal, en línea con lo que sucedía en el mundo en ese momento tras la caída de El Muro de Berlín, pero al mismo tiempo marcado por el corporativismo y la corrupción propia de gran parte del peronismo. El de Milei se perfila como un gobierno auténticamente liberal, con más características de "anti-política" e intransigencia revolucionaria.

En relación al gobierno de Mauricio Macri, las diferencias también son muy significativas:
 

  • El gobierno de Cambiemos adoptó una política económica conocida como gradualismo, que aumentó el déficit fiscal el primer año de gestión. Hubo una importante desconexión entre política fiscal y monetaria que llevó a un importante déficit cuasi fiscal y un elevado endeudamiento externo. No produjo cambios regulatorios significativos ni enfrentó el poder de los sindicatos. 
  • En términos institucionales logró importantes avances, pero aún así existió una "mesa judicial" y hubo escuchas ilegales por parte de los servicios de inteligencia, cuestiones en las que por el momento el actual gobierno liberal mantiene una actitud más prolija. En términos internacionales, el de Macri fue muy similar a los de Menem y Milei.

Otros han caído en el terreno de lo absurdo al querer comparar al gobierno de Milei con la última dictadura militar:

  • La dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983 fue nacionalista y corporativista, lo que la pone mucho más cerca del peronismo que del ideal libertario. De hecho, ambos fueron protagonistas del capítulo más oscuro de la historia argentina: la represión ilegal comenzó con la Triple A y el peronismo de derecha, y continuó y se agravó con el gobierno militar.
  • La política económica de José A. Martínez de Hoz no fue liberal, todo lo contrario. Consistió en un alto déficit fiscal, financiado con endeudamiento en dólares, altas tasas de interés y un tipo de cambio artificialmente bajo. Es totalmente opuesta a la implementada por el liberalismo desde que asumió en diciembre.

Hay otras diferencias con los gobiernos del pasado que vale la pena destacar:

  • Los gobiernos del último siglo estuvieron marcados por cómo manejaron las relaciones con las diferentes corporaciones: gobernadores, Justicia, industriales, sindicatos, medios de comunicación, militares, iglesia y organizaciones sociales. Menem transó con las corporaciones, Macri no pudo lidiar con ellas, y Milei las encontró desgastadas y ni siquiera considera negociar con ellas. 
  •  Otro factor importante es la relación con los gobernadores. En busca de gobernabilidad, todos los gobiernos desde la vuelta de la democracia cedieron poder y recursos ante ellos. Milei los mantiene a raya.
  • El de Menem fue el gobierno de un político de raza, sin ningún tipo de parámetros morales, el de Macri el de un tecnócrata, que tomó pocos riesgos, el de Milei es el de un outsider, sin miedo a ir al choque y con una base ideológica (el anarco capitalismo) mucho más profunda que sus antecesores. Insisto en este punto porque se suele comparar a Milei con Menem. El de Menem aplicó muchas medidas económicas pro-mercado, y gracias a esto su primer gobierno pareció exitoso en términos económicos gracias al desguace de gran parte de los servicios en manos del estado y políticas estatistas acarreadas desde el primer gobierno de Perón. Pero no se le puede calificar como liberal. A diferencia de Menem, el liberalismo no es corporativista, no quiere controlar los poderes del Estado y no es corrupto. 
  • Analizar el gobierno de Macri resulta más complejo, su gobierno fue más tecnocrático que liberal, limitado por una coalición de gobierno de centro izquierda con mucho peso de la UCR y la Coalición Cívica. 
  • Sería anacrónico no considerar el contexto de cada presidencia. Menem tuvo una crisis de base que ayudó a que la sociedad aceptara reformas estructurales, mayorías parlamentarias y "la caja" de las privatizaciones. Macri tuvo una sociedad que no estaba lista para hacer grandes sacrificios y un mandato de cambio mucho más moderado que el que recibieron Menem o el libertario. Milei tiene una sociedad dispuesta a acompañar cambios profundos, pero cuenta con una situación política más débil y un contexto económico mucho más adverso que sus antecesores. 
  • Por otro lado en los '90 no existía el fenómeno de la anti-política que sembró las bases para el surgimiento de Milei con un sello político con solo dos años de antigüedad.

Antecedentes y perspectivas

Si quisiéramos encontrar una referencia histórica de las ideas que está articulando Milei deberíamos remontarnos al periodo 1880-1946 cuando Argentina aplicó las ideas económicas liberales y en pocos años se convirtió en uno de los países más ricos y prósperos del mundo. La Argentina y el mundo son muy diferentes que aquel entonces. Pero las bases de un país próspero siguen siendo las mismas: volver a una Argentina abierta al comercio, al capital, a la tecnología, con un estado chico, eficiente y que respete los derechos de propiedad. Una argentina que abraza la libertad en todas sus formas.
 
En estos momentos el rumbo del país es claro porque nos gobierna un presidente realmente ideológico. Los políticos no suelen tener ideología, se adaptan al contexto. Menem hablaba de "revolución productiva" durante la campaña del '89 y terminó implementando un programa neoliberal. Los Kirchner se dedicaron a hacer plata durante los años de la dictadura, apoyaron a Carlos Menem y la privatización de YPF, y unos años más tarde se convirtieron en abanderados de los derechos humanos y estatizaron YPF. En el caso de Milei, sus ideas se han sostenido en el tiempo y no ha aplicado en lo que va de su gobierno el teorema de Baglini, que dice que cuanto más un político se acerca al poder, más se moderan sus ideas. Esta consistencia, poco frecuente en la política, otorga claridad respecto al rumbo del gobierno.

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