El gobierno de Estados Unidos registró un déficit presupuestario de US$ 1,695 billones en el año fiscal 2023, lo que representó un aumento del 23% con respecto al año anterior.
El incremento es consecuencia de que los ingresos cayeron y los desembolsos para la Seguridad Social, Medicare y los costos de intereses récord del gobierno federal aumentaron.
El Departamento del Tesoro informó que el déficit era el mayor desde una brecha de US$ 2,78 billones impulsada por la pandemia del coronavirus en 2021 y marca un importante regreso a déficits crecientes después de caídas consecutivas durante los dos primeros años de Joe Biden en el poder.
El déficit se produce cuando Biden está pidiendo al Congreso US$ 100.000 millones en nueva ayuda exterior y gasto en seguridad, incluidos US$ 60.000 millones para Ucrania y US$ 14.000 millones para Israel, junto con fondos para la seguridad fronteriza de Estados Unidos y la región del Indo-Pacífico.
Es probable que el gran déficit, que superó todos los déficits anteriores a la pandemia, incluidos los provocados por los recortes de impuestos republicanos aprobados durante el gobierno de Donald Trump y los años de la crisis financiera, genere nuevas tensiones con los republicanos en la Cámara de Representantes.
Allí, los republicanos son mayoría y han demandado recortes de gasto que llevaron a Estados Unidos al borde del default a principios de junio.
